En agosto de 2009 nacieron los primeros fondos de inversión con clases de acciones y actualmente ya hay 145 fondos que tienen participaciones, en concreto, 322 clases de acciones, según datos de CNMV. Desde que Gesconsult, Santander AM, Abante Asesores y Crédit Agricole AM estrenaran esta figura en el mercado español, las gestoras españolas han ido dando un uso paulatino a esta figura que entraba en vigor en el mercado español hace dos años y que ha venido a ayudar al proceso de reorganización de la gama de fondos que llevan a cabo numerosas entidades desde hace tiempo.
Un claro ejemplo del uso activo de las clases de acciones es el de Invercaixa. A lo largo del año pasado, la caja catalana, con el objetivo de ofrecer valor a su oferta de fondos, ha inscrito clases en la mayoría de ellos, de forma que cada cliente pueda encontrar unas comisiones ajustadas en función del importe de la inversión en el fondo. Así, ahora, la mayoría de sus fondos tienen tres clases de acciones: la estándar que es para las inversiones mínimas de 600 euros y hasta 50.000 euros, la clase plus hasta los 300.000 euros y la clase Premium para inversiones superiores a esta cifra. Cada clase cuenta con comisiones de gestión distinas.
Esta figura, relativamente nueva en el mercado español, es muy habitual en los fondos de entidades internacionales y, como se analizaba en un reciente artículo del blog Private and Bankers, las EAFI están en plenas negociaciones con las gestoras para poder acceder a las clases intermedias o institucionales de los fondos, argumentado la defensa de los intereses del cliente.
