Y si eramos pocos, ¡parió Madoff!

carmignac
Foto cedida

Creo que no hace falta recordar la dureza del 2007/2008 en lo que a los mercados financieros se refiere. Allá por julio de 2007 Bear Sterns comenzó a dar muestras del impacto de la crisis hipotecaria en EEUU, uno de sus hedge funds se convierte en el tercero en solicitar la protección de bancarrota; en agosto se produce la mayor intervención en el mercado monetario desde los ataques terroristas del 11-S con los principales banco centrales inyectando liquidez en el sistema; en septiembre se conoce que las previsiones mas pesimistas sobre los efectos de la crisis subprime se iban a quedar muy cortas, lo que motiva una bajada histórica de medio punto en los tipos por parte de la FED en un intento de calmar los mercados; ese mismo mes el banco británico Northern Rock declara su falta de liquidez y solicita un préstamo de emergencia al banco de Inglaterra; en octubre la FED recorta otro cuarto de punto los tipos de interés y dos entidades de la talla de Merrill Lync y UBS anuncian sus pérdidas millonarias; en noviembre son Wachovia y Citigroup las que anuncian pérdidas mientras que el Banco de Inglaterra anuncia que la crisis hipotecaria de EEUU afectaría a su crecimiento; en diciembre y ante la magnitud de la situación, los bancos centrales de EEUU, la UE y el Reino Unido anuncian nuevas medidas para tratar de paliar los efectos de la mega crisis a la vez que la FED vuelve a recortar tipos un cuarto de punto; durante el último mes del año 2007 son Morgan Stanley y UBS las que comunican sus perdidas mil millonarias.

El año 2008 empieza de la peor forma posible con fuertes caídas en todas las bolsas, con Merrill y Citigroup destapando mas perdidas y con la FED interviniendo recortando de nuevo los tipos; en febrero es Japón quien anuncia su exposición a la crisis inmobiliaria americana mientras que los mercados siguen su particular caída libre; en marzo Bear Sterns es adquirido por JPMorgan para salvarlo de la quiebra mientras que los bancos centrales vuelven a inyectar liquidez al sistema; en julio de este año dos de las entidades financieras mas importantes de EEUU son intervenidas, entre Fannie Mae y Freddi Mac poseen o garantizan la mitad de la deuda hipotecaria del país. Indi-Mac, otro banco hipotecario americano fue intervenido ese mismo mes; en septiembre explota la bomba Lehman Brothers que se declara en bancarrota tras no encontrar comprador; en octubre las bolsas mundiales entran en caída libre y cierran la primera semana con pérdidas superiores a las recogidas durante ese periodo en el crash del 29, el BCE rebaja en medio punto los tipos, la FED en un punto entero; el último mes del año nos ha traído nuevos recortes de tipos a ambos lados del atlántico y, ambos, de tres cuartos de punto, para situarlos en el 0.25% en EEUU y en el 2.5% en Europa.

Todo esto podía ser perfectamente el guión de la película “Una serie de catastróficas desdichas”, pero por desgracia es la realidad que nos ha tocado vivir y como en toda película de Holywood que se precie, no podía faltar el desenlace sorpresa, que esta vez ha venido en forma de Madoff. La guinda del pastel, que ha conseguido formar un agujero de nada más y nada menos que 50.000 millones de dólares, que, como el gordo de navidad, ha estado muy repartido. En España hemos tenido un segundo premio para BBVA y Santander, una pedrea para Caja Madrid y alguna que otra terminación para varias entidades y fondos más, en fin, que el que mas o el que menos algún décimo llevaba. Y lo preocupante del caso es que ni los inversores, ni los gestores de fondos, ni los analistas, ni los organismos reguladores se hayan dado cuenta durante todo este tiempo de la monumental estafa que se estaba fraguando tras las paredes de su sede en Manhattan. Es posible que esto marque un antes y un después en el mundo de la gestión alternativa, pero para lo que seguro debería valer, es para que de una vez por todas nos demos cuenta que bajo ninguna circunstancia deberíamos invertir en nada que no seamos capaces de entender y sobre todo, en la importancia de la diversificación.

¡FELIZ NAVIDAD!