Warren Buffett podría tener ya decidido su sucesor

Tratándose el gurú de la inversión value y presidente del holding Berkshire Hathaway de un hombre de 83 años, resulta lógico que cada cierto tiempo salten a la palestra rumores sobre el posible sucesor de Warren Buffett. Tras celebrarse el pasado fin de semana la tradicional junta anual de los accionistas de Berkshire Hathaway en Omaha, estos rumores han vuelto a saltar a la palestra. En esta ocasión, el diario Wall Street Journal se ha atrevido a poner nombre y apellidos al supuesto heredero de Buffett, y Funds People se ha hecho eco: se trataría de Howard Graham Buffett (o “Howie”, como lo llama su padre), su hijo mayor, de 59 años.

Además de a las finanzas –entre otros cargos, lleva siendo director de Berkshire Hathaway desde 1992 y director de Coca-Cola desde 2010-, Howard Buffett se ha centrado en la agricultura (como recuerda el propio gurú en su última carta a los accionistas de la empresa, en la historia sobre la granja de Nebraska). Buffett hijo también se define como filántropo, fotógrafo y ecologista. Lo cierto es que este rumor no es nuevo y cobra cada vez más fuerza en círculos financieros: ya en 2011, el gurú declaró a la cadena CBS su intención de que su hijo mayor le sustituyera en calidad de presidente no ejecutivo.

De confirmarse este nombramiento, Howard G. Buffett se convertiría en la tercera generación de una saga de inversores que inició Howard Buffett, su abuelo, fundador de una firma de brokerage en la década de los 30 y miembro activo del Partido Republicano, formación política en cuyo nombre fue miembro de la Cámara de Representantes por el estado de Nebraska.

Otros medios de comunicación no han ido tan lejos al poner nombre y apellidos al sucesor del consejero delegado de Berkshire Hathaway. Sin embargo, como es el caso de Bloomberg, han recogido unos comentarios realizados por el Oráculo de Omaha durante la última junta de accionistas, en los que mostraba su deseo de que el sucesor en el puesto de consejero delegado lo hiciera contando con el respaldo del vicepresidente, es decir, que forme un tándem al estilo del propio Buffett y Charles Munger, vicepresidente actual de la compañía. “Berkshire es mejor porque nosotros dos hemos trabajado juntos”, declaró el gurú. A propósito de Munger y su avanzada edad- 90 años- Buffett declaró que de momento no tiene ningún plan para buscarle un sustituto en la compañía. El otro punto que Warren Buffett ha dejado claro es que, una vez que abandone el cargo, sus responsabilidades serán divididas en varios puestos distintos en vez de concentrarse en una sola persona.

Otras sucesiones famosas

Warren Buffett no ha sido el único gran nombre envuelto en en torno a futuros predecesores. Dentro de la industria de gestión de fondos se han producido recientemente varios casos. Sin ir más lejos, el pasado mes de abril la cabecera Financial Times publicaba una noticia sobre las maniobras que estaría llevando a cabo BlackRock para remodelar su cúpula directiva y buscar una generación más joven de ejecutivos que sustituyan al triunvirato compuesto por Larry Fink (consejero delegado y cofundador), Rob Kapito (presidente y cofundador) y Charlie Hallac, director de inversiones.

En el caso de Carmignac Gestion, otro clásico en las apuestas de sucesores, el propio Edouard Carmignac salió a la palestra en la última conferencia trimestral celebrada por la firma en París al asegurar que el futuro de la compañía debía depender menos de él. Fuentes de la gestora han declarado a Funds People que “la cuestión de sucesión no está en agenda”. Según estas fuentes, el propio Carmignac ha declarado que le sucederá la persona mejor preparada, pero que determinar quién es dependerá de cuando llegue el momento de tomar una decisión. “Tenemos un plan de sucesión, pero los detalles dependen por supuesto de las circunstancias exactas”, han declarado desde la firma.

El tercer ejemplo viene de la mano de PIMCO. Desde la salida de Mohamed El-Erian, la gestora se ha esforzado en remodelar la estructura organizativa de la firma que preside Bill Gross, diluyendo la responsabilidad que había concentrado El-Erian como segundo de a bordo en varios cargos diferentes.