Víctor Prat-Heimerl (Alpha Capital): "Este no es un proyecto de private equity, sino algo personal"

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Después de 15 días de incertidumbre tras la expansión del coronavirus en España, donde decidió dar un paso atrás para reflexionar, Víctor Prat-Heimerl, socio fundador de Alpha Capital, el vehículo de Meriden Capital que busca aglutinar pymes españolas de gestión y asesoramiento, trazo un plan. “Me parecía una barbaridad quedarme parado”, destaca el ejecutivo. 

“Inicie un análisis muy detallado de todos los datos públicos de 20 compañías del sector”, admite Prat-Heimerl, quien califica el proceso con el COVID-19 por medio como duro. “El contacto personal para muchas temas es importante, hay gestos y miradas que en una videoconferencia pierdes, algo muy importante para el proceso”, reflexiona. 

Prat-Heimerl ha tomado las riendas del proceso directa y personalmente, salvo en algún caso que ha tirado de alguna empresas de M&A para iniciar la toma de contacto. Tras hablar con los socios de las compañías, y después de encontrarse sorpresas por el camino, la lista de candidatos por el momento se ha reducido a cuatro entidades. 

Algunas de las empresas analizadas “Se han caído en dos direcciones, unos no querían seguir y otros hemos decidido nosotros que no porque no encontrábamos sinergias que justificaran la adquisición”, admite. “Los múltiplos que piden son desorbitados y el sector no está exento de las dificultades y riesgos que encontraremos ahora con el impacto económico del COVID-19”, puntualiza. 

En general, las valoraciones habituales rondan de 1% a 3% veces los activos bajo gestión, 1 a 3 veces sus comisiones de gestión o de 6 a 9 veces EBITDA. Sin embargo, apunta, “utilizamos una fórmula propia donde en algún caso podemos pagar una prima”. 

De los cuatro procesos que tienen abiertos, esperan cerrar el primero en septiembre. “Será una agencia de valores que actuará como cabecera del futuro grupo”, contextualiza. Posteriormente, antes del cierre de 2020, prevé cerrar acuerdos con otras dos gestoras. Con la agencia de valores, el directivo subraya la buena sintonía con su equipo directivo en cuanto a idea de proyecto y personas. “Los socios continuarán liderando el proyecto”, señala. 

En caso de completarse las tres operaciones mejor encaminadas y recibir la autorización de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, cerraría el 2020 entre los 1.500 y 1.800 millones de activos bajo gestión. Para 2021, la estrategia se centraría en el crecimiento orgánico e iniciar un segundo proceso de compras, centrándose en EAF y banqueros, y otras entidades y profesionales que quieran “integrarse a un proyecto grande e independiente”. En este sentido, confirma que con las EAF por el momento ha dado un paso atrás porque no puede ofrecerles valor añadido hasta contar con la gestora o la agencia de valores, a partir de septiembre “volvemos al ataque con ellas”.

De esta manera, por el momento quiere cubrir el segmento de altos patrimonios con la agencia de valores y el segmento institucional y retail con la gestora. “Las dos gestoras son muy complementarias para un futuro proceso de fusión”, indica. Por último, está en conversaciones muy avanzadas con otra gestora pero por un tema vinculado a sus accionistas la operación podría demorarse hasta un año (inicios 2022).

Mercado revuelto

De cara a septiembre, pronostica movimientos a nivel general en el sector. “El mercado está revuelto”, comenta. A diferencia de los grandes bancos y aseguradoras, Prat-Heimerl pretende realizar operaciones corporativas con pequeñas y medianas compañías del sector, cuyo patrimonio suele estar entre los 100 y los 800 millones. “Cuando un gran banco o aseguradora compra, parte del talento se acaba fagocitado, nosotros pretendemos aportar valor a través de las personas”, considera.

Su idea es que el proyecto sea diferencial y basa su objetivo en tres pilares: concentración de activos, talento/recursos humanos y digitalización. Esta última se concentrará en sistemas de programas y proceso automáticos para front, middle y back office. Más adelante, “la idea es convertir una parte del proyecto en fintech”, avanza. 

“Este no es un proyecto de  private equity, sino algo personal. No se trata de comprar para vender y dar el pelotazo, es un proyecto empresarial y de vida”, contextualiza. Prat-Heimerl quiere centrarse en la integración y compra de entidades y dejar que los directivos sean quienes lideren el día a día del negocio.  

El proceso de compra supone adquirir el 51% inicialmente y el resto en los próximos tres o cuatro años. Además, se pide un compromiso de permanencia al equipo directivo. Por otro lado, adelanta, “no compramos ni analizamos compañías en perdidas, salvo raras excepciones”. En estos momentos, tienen comprometido 50 millones para realizar compras, aunque podría ampliarse a 75 millones si fuera necesario. 

Además de su patrimonio, el ROA y el EBITDA, mira especialmente la estructura de la compañía, RRHH su agilidad y eficiencia. “Hay compañías que con dos personas de back office el día 1 tienen los cierres preparados, otras con 10 lo presentan casi al cierre de mes”, observa. "La digitalización adquiere cada día una mayor relevancia, tanto para el ciente, como para el regulador y obviamente internamente", añade..