Vayámonos en paz

Nuevo post del blog de María Folqué y Montserrat Formoso de Funds People.

Vaya semana. Y nosotras que nos queríamos ir de vacaciones dejándoles con algo ligero, indolente, agosteño. La realidad es lo que tiene. Y el riesgo, que no, en este caso no tiene nada que ver con la volatilidad, sino con la incertidumbre, que como nos recordó el economista Frank Knight en 1921, es eso que no está en la distribución normal, ni en las colas, sino en la vida misma que no cabe en una ecuación. Aviones que caen, inocentes que pierden la vida y pueblos que piensan que la solución a sus problemas es repetir y repetir lo mismo que no lleva a nada. Y encima somos 11.500 millones de euros menos ricos…En estos casos nos da por pensar en Adam Smith, no tanto como autor de “La riqueza de las naciones”, si no de “La teoría de los sentimientos morales” la obra de la que se sentía más orgulloso y en la que defiende la empatía como el motor que nos ayuda a discernir mejor. Y a entender. A nosotras nos gustaría entender mejor lo de las balanzas fiscales. Si no es mucho pedir, si alguno de ustedes tiene acceso a un documento donde lo expliquen clarito, mándenoslo, empáticamente se lo pedimos. En verano lo mismo nos da por la novela policíaca que por el hard core autonómico, miedosas no somos. Y si no lo terminamos de entender pues tampoco pasa nada, que ya dijo el matemático Kurt Gödel que un sistema podía ser o consistente o completo pero que las dos cosas no y había que elegir. Así que habrá que elegir. Los presidentes autonómicos han elegido, y por una vez han estado de acuerdo en una cosa, que su comunidad está siendo maltratada por el sistema de financiación.

Preferimos quedarnos con los datos de desempleo que no son perfectos pero no van a peor. Ven, a poco que nos pongamos, encontramos algo para animarnos.

Y ahí tienen al Ibex demarrando en la recta final de la semana después de que la EPA publicase que no sólo se han creado 402.500 empleos en el segundo trimestre, sino que además, el paro había bajado en 310.000 personas. En esa diferencia está la clave: el aumento de la población activa. Y aquí ya sabemos que caben muchas interpretaciones y que aunque el vaso siga sin llenarse debido a los 3,4 millones de empleos menos desde el inicio de la crisis, vamos levantando cabeza. Y lo hacemos con una tasa de crecimiento tradicionalmente modosita para crear empleo (1,3% para 2014 y del 2% para el 2015, según el BdE).

Aunque otra cosa es el andamiaje, porque ya comentábamos la semana pasada el retorno al déficit comercial en España (¿fin del milagro de la competividad?) es un riesgo para la recuperación. Aunque para desequilibrios, el de la balanza comercial de Alemania. Tal como nos recuerdan en Project Syndicate, el persistente superávit alemán (7,4% del PIB) no sólo habría hecho que el viacrucis de la austeridad en España fuese mayor (palabras del Señor Krugman), sino que hoy sería el principal motivo en el freno a la depreciación del euro. Y cómo doblegar el pensamiento alemán se torna muy difícil, por mucho que lo pida el presidente de Airbus, Mario Draghi tendrá que llevar algún tipo de cántaro a la fuente, o encomendarse a lo Rajoy a la mejora de la economía de EE.UU. Pero eso después del verano para no amargar a los europeos de veraneo extracomunitario.

¿Y qué hay de nuevo con la economía de EE.UU.? Un muy comentado dato de inflación que aporta más madera al debate de subida de tipos de la Fed. Después de un repunte de los precios en mayo, en junio el IPC se posicionó del lado de los dovish registrando un ascenso por debajo de lo esperado. Janet Yellen, mirando a los ojos a Bullard, ya había advertido sobre los “false dawns” en la economía, que vienen siendo como los brotes verdes para los quejosos de la complacencia de la Fed.

Hasta aquí la primera temporada de este blog. Les dejamos con el verano y toda una actualidad por digerir. Al menos el sistema financiero español se lo hemos dejado mucho más clarito, que a este paso nos sobrarán dedos de las manos.

Nos vemos en septiembre, o setiembre, que ahora deja la RAE.

Feliz verano