Vaya panorama

Kamil Molendys, Unsplash

Triboulet era un bufón de la Corte de Francisco I de Francia. En una ocasión, el cómico ofendió a un cortesano que, molesto, le amenazó de muerte. El bufón pidió ayuda al rey. Francisco I le aseguró que si alguien le ponía una mano encima, sería ahorcado una hora después, a lo que Triboulet respondió, “Señor, os agradecería que le hicierais colgar una hora antes”. Ya hemos cruzado la presunta Línea Maginot que representaba la Cumbre del día 9 (la quinta o sexta de este año que era a vida o muerte…) y no parece que hayamos solucionado mucho. Los prejuicios que suelo tener ante estas cumbres ahorran mucho tiempo: te permiten tener opiniones sobre las cosas, sin necesidad de conocer los hechos. El mercado se encuentra en el mismo sitio donde estaba hace dos semanas y nunca termino de adivinar qué es lo que realmente quiere. “Si esto es un té, tráigame por favor un café; si es un café, tráigame por favor un té”.

El juego de comprar Bolsa la semana antes de cualquier evento, acompañada del desgarro de vestiduras y venta de Bolsa a continuación de la misma ha vuelto a funcionar. Merkel - Francisco I diciendo que ayudará en cuanto se cumplan las medidas de austeridad; y por otra parte Triboulet - Periféricos diciendo que para cuando les ayuden a lo mejor están ya descabezados. Las conclusiones son cuando menos curiosas, porque en su mayoría se encontraban ya acordadas hace 19 años en Maastricht. El cambio más importante es la posibilidad de tomar decisiones con el apoyo del 85% de los votos, frente a la unidad requerida hasta ahora, quedando sólo Italia, Alemania y Francia con poder de veto por su peso de P.I.B. dentro de Europa. Conclusión, más poder para el eje franco – germano. Se mantiene el déficit objetivo del 3% como en el Tratado anterior (esta cifra áurica que representa a priori la conclusión de unos sesudos economistas era, sin más, la cifra que en 1992 permitía a Holanda entrar en el club de cumplidores, ya que no se podía dejar fuera a un país fundador de la U.E.) De lo del ratio de Deuda/P.I.B. del 60% se deben estar riendo desde Sicilia hasta la Saboya.

Medidas del BCE. Reducción del tipo de intervención al 1%, ampliación del rango de títulos admitidos como colateral, rebaja de los requerimientos de reservas para los bancos y préstamos a 3 años en lugar de a 12 meses. Como parte negativa, el no incremento de las compras de deuda periférica ad eternum. Mi interpretación; buena noticia para los bancos pero sin consecuencia para la Economía, y me explico. Soluciona el problema de acceso a la liquidez de los bancos pero esto no conlleva que ese dinero pase a la economía real. ¿Qué harán los bancos? Pues lo más sencillo es volver a jugar a un carry con deuda pública que les dará al cabo de los tres años alrededor de un 10% del capital que quieran invertir… y con ese juego, ¿quién arriesga dando dinero a pymes y autónomos, en un momento que a la vez les piden subidas de capital?

De todas formas, cuando todo el humo que envuelve la situación europea se disipe, nos dejará ver lo realmente importante, qué es lo que sucede fuera del ombligo europeo y con las economías que realmente son la locomotora del crecimiento mundial, China y USA. Al fin y al cabo, los problemas de Europa se están poniendo encima de la mesa y con una voluntad de soluciones a largo plazo. En USA se siguen postergando. La desaceleración china es incuestionable y viene acompañada de subida de inflación y con un superávit comercial que puede transformarse en déficit el año próximo. El viernes salieron con la cantinela de la creación de un fondo para invertir en Europa y Estados Unidos. No se engañen, el único fin que persigue China es el control de los tipos de cambio del mundo intentando evitar que le aprecien el yuan. La mejor forma de cubrirse de la desaceleración china es vender acciones alemanas.

Estados Unidos es otro cantar. Se está convirtiendo a pasos “agitanados” en un país tercermundista post-industrial. Está viviendo el mismo proceso que llevó a la caída de otros Imperios anteriores en la Historia. Los gastos que conlleva ser la primera potencia del orbe le pasarán factura. Desempleo alto (el último dato del mes pasado, a pesar de un titular que reflejaba una caída de la tasa de desempleo, lo que realmente mostraba era un nuevo máximo de la gente que está fuera de las estadísticas por llevar más de 99 semanas desempleada y, por otra parte, un nuevo mínimo del porcentaje de la población activa sobre el total de población), caída de los salarios reales y de los ingresos derivados de la vivienda, crecimiento de la pobreza (acercándose a los 50 millones de personas) y un incremento de la concentración de la riqueza son las tendencias actuales.

Las políticas de la FED, el gasto del Gobierno Federal y de cada uno de los Estados, la influencia dominante del too big to fail en el caso de los bancos y las subvenciones de las grandes corporaciones a las campañas electorales de políticos, ha convertido la democracia americana en una oligocracia. Bajo circunstancias normales, la inflación monetaria tiene un efecto de distribución de riqueza a favor de los que reciben el dinero nuevo. Sin embargo, en una economía decreciente como la actual, los efectos perniciosos de la distribución de la riqueza se magnifican (antes en teoría los salarios se indiciaban a la inflación y te permitían tener una deuda real menor, pero no parece que la tendencia sea hacia el incremento de salarios, ¿no?). Cuando la Reserva Federal o el Gobierno soporta a los bancos y a los mercados financieros a través de la liquidez, bailouts, compras de activos, quantitative easing 1, 2 y 30503 bis, el nuevo dinero se lo quedan los bancos y los más ricos, reduciendo los ahorros de las clases medias.

El déficit del Gobierno americano ha aumentado sin parar, con un crecimiento anual de 1 trillion de dólares (americanos). Las Guerras de Irak y Afganistán han costado 3.7 trillones (el equivalente a 100 años de viajes del Galeón de América que traía la plata del nuevo mundo para financiar las guerras europeas). Las operaciones de QE1 y QE2 y la operación Twist última sólo han aminorado la velocidad a la que se hincha el globo. La deuda actual americana es de alrededor de 15 trillones de dólares, equivalente al 100% de su P.I.B. Sin embargo, encara futuras obligaciones que la multiplican por más de cuatro (la pirámide poblacional si no se hacen “remakes” de “La Fuga de Logan” es lo que tiene).

Unas cifras de estas obligaciones:

Medicare (Sanidad)   24.8 trillions

Seguridad Social       21.4 trillions

Déficit Federal           10.2 trillions

Obligaciones de Municipios y Estados    5.2 trillions

Pensiones de Militares      3.6 trillions

Pensiones de empleados públicos    2 trillions

Vaya panorama, ¿no? A la vez, en el registro de lobbys hay en la actualidad inscritos 12.951, es decir, 24 por miembro del congreso. Lincoln, ese gran presidente americano que cuando sus enemigos le achacaban doble intención siempre respondía “¿usted cree que si yo tuviera dos caras llevaría siempre ésta?”, decía “Todos los hombres nacen iguales, pero es la última vez que lo son“.

En cuanto a nuestra visión de los mercados, qué quieren que les diga, que existe una línea muy tenue entre estar pescando y simplemente estar en la orilla con cara de idiota. Sigo pensando que no estamos para hacer grandes apuestas, que el riesgo de pronunciar las caídas en el primer trimestre del año que viene es creciente, y que preferiríamos buscar un rebote vía reducción de spreads de renta fija que comprando bolsa. Dicen que el infierno es caliente. Pero ¿es también húmedo? Porque yo llevo bien el calor, pero no soporto la humedad. Un último comentario al que no puedo resistirme. A partir de enero tendremos el Ibex 36 con la inclusión de Día. El Comité de Sabios de BME ha decidido que las acciones de la propia BME sigan formando parte del Ibex aunque era el título que reunía todos los requisitos para dejarlo.