Update del Flossbach Multiple Opportunities: posicionamiento y visión de mercado de Bert Flossbach

Bert Flossbach
Foto cedida

El Flossbach Multiple Opportunities II es noticia. Este producto mixto de Flossbach von Storch, que este año cuenta con Sello FundsPeople con la triple calificación, Favorito de los Analistas, Blockbuster y Consistente, está registrando en 2020 entradas netas que han catapultado a este boutique alemana al primer puesto del ranking por captaciones en 2020, según datos de Refinitiv.

Este fondo es el buque insignia de Flossbach von Storch. Está gestionado desde su creación por Bert Flossbach, cofundador de la entidad. Se trata de una estrategia flexible, que podría tener hasta el 100% en renta variable. Es el fondo que muestra cómo los fundadores gestionan su capital. De hecho, fue creado con el objetivo de gestionar el patrimonio de éstos. En lo que respecta a su posicionamiento actual, están centrados en la calidad.

“Recientemente, hemos reducido las posiciones de cobertura y aumentado la exposición bruta a renta variable. En gran medida, se trata de empresas del sector de productos de consumo básico, seguidas de los valores tecnológicos. Un examen minucioso de la cartera demuestra que la calidad de las empresas que contiene es muy elevada. Definimos la calidad como una mezcla del potencial de crecimiento de una empresa y su sistema inmunológico. Este último incluye esencialmente dos componentes: la resistencia de los beneficios frente a situaciones adversas del mercado y la calidad del balance”, explica.

Aproximadamente un tercio de las empresas que tienen en la cartera tienen una posición neta de efectivo. En comparación, solo dos de los 30 integrantes del DAX la tienen. “La mayor parte de las empresas en las que invertimos cuentan con un endeudamiento muy reducido, aunque este parámetro, por sí solo, no sea suficiente. Si los beneficios no son resilientes, incluso un bajo nivel de endeudamiento puede ser demasiado para la compañía. Si dejamos de lado las coberturas, el rendimiento de la exposición a la renta variable desde el comienzo del año es positivo, lo que refleja en última instancia la alta calidad de los títulos seleccionados”.

Perspectivas y visión de mercado

Incluso si se produjera una segunda ola, a Bert Flossbach le parece poco probable desde la perspectiva actual que se adoptaran medidas de una escala similar a las implementadas recientemente. “En nuestra opinión, ya no debería haber restricciones masivas como el confinamiento generalizado, ni siquiera en China. Los conocimientos adquiridos sobre el virus, las vías de infección y la tasa de mortalidad deberían posibilitar la adopción de medidas más específicas en el futuro, aunque todavía no se haya encontrado una vacuna”.

Sin entrar en la previsión del desarrollo de la infección, el gestor se centra en los efectos a largo plazo de la pandemia como base de su estrategia de inversión: el efecto acelerador de la digitalización, el creciente endeudamiento sobre todo público y la consolidación de los tipos de interés cero. “Gracias a los enormes paquetes de rescate de muchos estados, sobre todo de Estados Unidos, y a la voluntad casi ilimitada de los bancos centrales de financiarlos, el peligro de una caída de los mercados de renta variable a los mínimos de marzo parece poco probable”.

Sin embargo, el reciente repunte de los mercados de renta variable ya ha descontado un rápido retorno a la normalidad. “Este optimismo parece exagerado dadas las grandes incertidumbres sobre los efectos a medio plazo de la pandemia y las crecientes tensiones entre Estados Unidos y China. Por otra parte, debido al nivel históricamente bajo de los tipos de interés en EE.UU, existe actualmente escasez de inversiones rentables, lo que ha aumentado el atractivo de las acciones y contribuido de manera significativa al incremento desproporcionado de precios en los mercados bursátiles estadounidenses. El hecho de que las rentabilidades de la deuda pública estadounidense a 10 años hayan caído por primera vez por debajo del nivel del 1% debería reforzar el argumento de que las acciones son la única alternativa de inversión para muchos inversores estadounidenses”.

En su opinión, el aumento de las cotizaciones, combinado con la caída de los beneficios corporativos, ha generado valoraciones a niveles inéditas, que se justificarían si los beneficios se recuperaran rápidamente y los tipos de interés se mantuvieran permanentemente bajos. “Esto significa que el bienestar de los mercados financieros dependerá en el futuro aún más de una política monetaria expansiva. Las ayudas masivas para paliar los efectos de la crisis representan una forma temprana de dinero helicóptero, repartida por los estados y financiada indirectamente por los bancos centrales”.

Con esta evaluación, Flossbach sigue poniendo el foco en los activos tangibles como las acciones y el oro. “Como es improbable que la recuperación del statu quo de la economía real se produzca tan rápido como se espera actualmente, seguimos cubriendo parte de nuestra exposición a renta variable. Nos centramos en empresas con beneficios altamente seguros, balances sólidos y potencial de crecimiento a largo plazo. Al enfocarnos en títulos de empresas de calidad, nuestras carteras están a prueba de crisis, independientemente de la exposición a renta variable”, concluye.