“Una vez España solicite el rescate, el sentimiento del mercado debería mejorar”

Rajoy
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En los dos últimos meses, los mercados financieros han logrado brillar al calor de la política monetaria. Como resultado, el precio de las acciones y las rentabilidades de la deuda pública soberana ‘core’ se incrementaron, mientras que los diferenciales de crédito se apretaron. “A partir de entonces, los inversores han vuelto a preguntarse si España iba a pedir apoyo al Mecanismo Europeo de Estabilidad a fin de despejar el camino para que el BCE intervenga en su mercado de deuda pública”, asegura Generali Investments en su informe de Market Perspectives. “Al no haber señales claras que apunten en esa dirección, parte de las ganancias se esfumaron”.

No obstante, la gestora italiana tiene claro que, pese a las dudas de los inversores, “al Gobierno español no le queda otra opción que moverse bajo el paraguas de la UE, sobre todo si se tienen en cuenta las necesidades de financiación del país en otoño”. Las dudas mostradas por el Ejecutivo hasta la fecha responderían –según la gestora– a la proximidad de las elecciones en Galicia y el País Vasco. Así pues, en Generali Investments consideran que España solicitará formalmente ayuda a finales de mes. ¿Qué pasará entonces? Según la entidad, “una vez que se haga evidente que España va a ser rescatada, el sentimiento de los mercados financieros debería mejorar de nuevo”.

En este sentido, desde Generali Investments se muestran muy optimistas. “Dado que la amenaza de ruptura del euro se ha visto en gran medida reducida, nos apegamos a nuestra creencia de que la confianza empresarial debería mejorar de nuevo”. Hasta ahora, sólo han mostrado algunas señales positivas el índice ZEW alemán o algunas encuestas sobre producción manufacturera en Estados Unidos, si bien desde la entidad anticipan una mejora generalizada que se hará visible muy pronto. “Esto ayudará a reducir las preocupaciones de los inversores sobre un enfriamiento aún más agudo de la economía mundial”.

Tales esperanzas podrían verse reforzadas si se cumplen los últimos rumores sobre una respuesta fiscal más agresiva por parte de las autoridades chinas a la desaceleración que vive su economía. Pese a todo, esto no quiere decir –ni mucho menos– que los factores de inestabilidad hayan desaparecido. “Todavía quedan riesgos considerables”, afirman desde la gestora. Entre ellos, cita las dudas sobre la capacidad de los países de la eurozona que están sumidos en recesión para alcanzar sus objetivos de déficit o la incertidumbre en torno a Grecia.