Una estrategia core en un mundo de tipos cero

Nicolas Jullien, responsable de Global High Yield & Deputy Global Head of Credit. Cedida por Candriam
Nicolas Jullien. Foto cedida (Candriam)

TRIBUNA de Nicolas Jullien, responsable de High Yield y Arbitraje de Crédito, Candriam. Comentario patrocinado por Candriam.

Con los principales bancos centrales del mundo desarrollado manteniendo los tipos de interés ultra bajos, la pandemia de COVID-19 ha creado un entorno macroeconómico que ha sido muy favorable para los bonos high yield. Dado que las tires de grado de inversión y los bonos gubernamentales prácticamente han desaparecido, los inversores que buscan retornos deben buscar valor en el segmento high yield.

El  actual entorno del mercado ha sido muy beneficioso para esta clase de activo. En lo que respecta a dicho mercado, los fundamentales siguen siendo débiles a pesar del desconfinamiento ya que las tasas de impago están aumentando y las variaciones en las calificaciones crediticias también son negativas. El apalancamiento sigue siendo alto y hay muchos más fallen angels que rising stars.

Cuando tomamos decisiones de inversión en nuestras carteras, consideramos las valoraciones junto con los factores fundamentales, técnicos y ESG. En este contexto, creemos que las valoraciones de los bonos globales de high yield parecen atractivas en relación con otros activos de renta fija. Por último, los factores técnicos son actualmente muy positivos, ya que tanto el Banco Central Europeo (BCE) como la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) son muy acomodaticios y la Fed está comprando también bonos de high yield. Teniendo en cuenta que el COVID-19 sigue siendo un riesgo importante, el resultado de las elecciones en los Estados Unidos no es del todo seguro, el Brexit aún no está resuelto y las guerras comerciales de los Estados Unidos permanecen en un segundo plano, seguimos siendo cautelosos en general y seguimos centrados en seleccionar oportunidades individuales.

Tomando ventaja de la  volatilidad del mercado

Entramos en 2020 con una beta más alta en relación con el mercado, pero redujimos nuestro riesgo y tomamos una postura defensiva una vez que nos enteramos de la propagación del COVID-19 en China.

En las semanas y meses siguientes, redujimos el riesgo manteniendo una importante posición de efectivo por encima del 10%, así como una infraponderación en sectores cíclicos, como el automovilístico y el energético y las áreas que se vieron directamente afectadas por el bloqueo y las restricciones a los viajes, como los sectores de viajes y el ocio. Al mismo tiempo, aumentamos nuestra exposición hacia los sectores beneficiados de quedarse en casa como las telecomunicaciones, la sanidad y el sector minorista de alimentación. Como las valoraciones se habían vuelto cada vez más atractivas, comenzamos a aumentar nuestra exposición crediticia durante el mes de marzo centrándonos en los no cíclicos y en los beneficiarios de esta crisis, rotando hacia áreas más cíclicas y reduciendo nuestra exposición infraponderando en sectores como el automovilístico.

Aumentamos nuestra sobreponderación en el mercado estadounidense, donde no solo vemos mejores oportunidades de inversión individual, sino también una recuperación económica más fuerte y una mejor liquidez como resultado de una mayor emisión y compra de bonos por parte de la Reserva Federal.

Oportunidades para los bondpickers

En nuestra opinión, actualmente se pueden encontrar muchas oportunidades de inversión en torno a las grandes tendencias de inversión emergentes, como la digitalización, la nueva era virtual y la desglobalización. Estas tendencias ya estaban presentes en los mercados en los últimos años, pero se han acelerado como resultado de la pandemia COVID-19. El difícil entorno dio lugar a una brecha cada vez mayor entre los ganadores y los perdedores en los mercados, y a una mayor dispersión de los rendimientos. Creemos que este fenómeno seguirá presentando a nuestra estrategia más oportunidades a medida que apliquemos nuestro riguroso enfoque bottom-up y un alto grado de selección. También será igual de importante evitar a los emisores menos solventes y más propensos a la morosidad para construir una cartera de alta calidad con el fin de navegar con éxito en el mercado de high yield.

La ventaja de nuestro enfoque ESG

Los factores Ambientales, Sociales y de Gobierno (ESG por sus siglas en inglés) están integrados en todo nuestro proceso de inversión, que incluye el análisis de crédito, lo que significa que todas nuestras estrategias se benefician de nuestro análisis de crédito integrado ESG.

Para que se considere su inclusión en nuestra estrategia global de high yield SRI, un emisor debe cumplir con los 10 principios del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, y no debe participar en la fabricación o distribución de armas y algunas otras actividades controvertidas. Una parte significativa del universo está excluida en base a controles basados en normas y actividades controvertidas. En la práctica esto significa que nuestros análisis y filtros dejan solo unos 1.000 emisores invertibles de casi 1.100 emisores en el índice de referencia.

Después de esto, la mayoría de los bonos que filtramos se eliminan por razones de liquidez, utilizando un modelo que incorpora la deuda total, el tamaño de la emisión y la falta de calificación pública. Estos emisores se analizan entonces utilizando un enfoque ESG best in class, con un máximo del 80% de las emisiones mejor puntuadas incluidas en nuestro universo invertible. A continuación, evaluamos más a fondo los bonos restantes en términos de sus perfiles comerciales y financieros.

El enfoque conservador de nuestras estrategias también se manifiesta en nuestro robusto marco de gestión del riesgo de inversión y la estricta disciplina de venta.

¿Es un buen punto de entrada?

El nivel de rendimiento parece actualmente atractivo en comparación con otras áreas de renta fija. Además, en mercados volátiles como el de hoy en día, es difícil atrapar el momento adecuado. Por ejemplo, en marzo los rendimientos fueron de alrededor del 3% y subieron a cerca del 8% a finales de mes y volvieron a bajar a cerca del 4% en los tres meses siguientes.

En otras palabras, tratar de cronometrar el timming del mercado de high yield en términos de punto de entrada es probablemente una estrategia anticuada. En lugar de tratar de cronometrar un mercado volátil, creemos que en un mundo de tipos de interés cero, tiene mucho sentido que los inversores mantengan una asignación estratégica a dicha clase de activo como una parte central de su cartera de inversiones. Creemos que es cada vez más importante hacerlo.