Una década fructífera para SIA y su estilo de valor relativo o estratégico

El significado de la primera década del siglo XXI en términos financieros cambia mucho en función de la cifra que se mire. Lo que para muchos inversores significó una década perdida en renta variable, con retornos planos de los principales índices bursátiles, fue un gran periodo para SIA (Strategic Investment Advisors Group), cuyo fondo insignia, LTIF Classic, logró dar retornos anualizados del 9,05% desde su constitución a principios de 2002 hasta febrero de este año (eso sí, para los inversores que empezaron en esa fecha, pues la década ha sido muy volátil y dependiendo los periodos los resultados son dispares). Por ello, en su décimo aniversario el fondo está respaldado por muy buenas cifras, frente al 1,38% de caída anualizada del MSCI World y la subida anual del 0,3% del Ibex, insuficientes para batir a la inflación. En lo que va de año, el fondo sube más del 13%, y va en línea de corregir las pérdidas de en torno al 10% del año pasado.

 

Walter Scherk y y José Carlos Jarillo han logrado estos resultados con un arma confesable: el poder de una gestión activa basada en los principios de la gestión value pero flexibilizados, lo que ellos llaman “value relativo o estratégico”, que sigue teniendo plena vigencia. “El estilo value no ha perdido vigencia si lo reinterpretas de forma más amplia”, dice Scherk, que cree que casi todos los valores, si no todos, pueden ser considerados “value” o al menos entrar en su concepto de valor relativo, “si se considera el valor relativo al riesgo y a la bondad del proceso de reinversión de los flujos que genera el negocio”. Esa forma de flexibilización se refleja por ejemplo en el hecho de que han elevado el nivel de PER que una compañía puede tener para que entre en su radar de inversión. “Ese PER más alto estaría justificado por la tasa de descuento a la baja y el alto ROE”, explica. En cuanto a la oposición del value al growth, Jarillo indica que “el growth es un componente del value” y que la distinción no debe hacerse entre ambos sino entre invertir por fundamentales o por momentum.

 

Y es que el stock picking es fundamental en su modelo de gestión, a pesar de las altas correlaciones vistas en los últimos meses. “Incluso en 2011, cuando las correlaciones estaban históricamente altas, hubo diferencias y rentabilidades dispares”, asegura Scherk, añadiendo que ahora empieza a verse una bajada de las correlaciones y una mayor discriminación.

 

Dentro de la cartera de su fondo insignia hay cuatro categorías de valores, en función de su carácter más o menos cíclico o estable, todos ellos con valor relativo. Actualmente en torno a un 17% está en los más estables, un 40% en el siguiente grupo, un 35% en el siguiente y un 7% en los más cíclicos. Entre los valores más estables destacan los pertenecientes al sector Consumo como por ejemplo, Nestlé, Pepsi, Coca Cola, McDonalds, Reckitt Benckiser, Inditex o Unilever. Con todo, se trata de un fondo ecléctico en el que estos pesos van cambiando.

 

Cumpliendo expectativas

Para Scherk, las oportunidades que ve en el mercado y en las que invierte son “contracíclicas”, pues cuando hay más aversión al riesgo las firmas más estables están más caras y viceversa. En un momento de mercado complicado, como el actual, creen que la clave está en los resultados de las empresas y en su capacidad de cumplir las expectativas. Y ahora los datos están en línea con lo esperado, sin demasiadas discrepancias, beneficios que Jarillo valora como “aceptables dentro de un proceso de desapalancamiento global”. “El crecimiento económico es débil en España pero las exportaciones son fuertes y el crecimiento en el resto del mundo no es tan negativo”, afirma. De hecho, algunas de sus apuestas son negocios con sesgo internacional, como Inditex, CAF, Vidrala o Viscofán.

 

El experto es optimista en su visión macroeconómica: “El mundo no se va a hundir: a largo plazo y a corto plazo habrá volatilidad, pero con supervivencia del euro y la eurozona. Es molesta para invertir pero siempre ha estado ahí, acompañando a problemas como guerras, crisis del petróleo… “ Y en este entorno, las empresas han sobrevivido y aumentado su dividendo, dice, señalando la importancia de dicho dividendo para capturar el valor intrínseco de los valores. “Inditex irá igual de bien pase lo que pase con Grecia y Portugal”, afirma.

 

Con respecto a los bancos, ve valor en nombres como Santander Brasil, pero ahora no tienen demasiado peso en cartera (6% del total, además de Santander Brasil, cuentan con DGB Financial Group, un banco retail coreano, y Wells Fargo) debido a que una inclusión mucho mayor obligaría a limitar la beta del resto de valores. El peso total del sector financiero en su cartera es del 21%, debido al sector de seguros y reaseguros de no vida, donde ven mejores oportunidades y con menor riesgo. Este subsector es interesante porque no sólo ofrece descuento sino porque tiene un comportamiento muy descorrelacionado con el resto de la cartera. “Si hay problemas o catástrofes, la firma sube las primas y corrige el desequilibrio enseguida”, explica Jarillo. Se trata de valores como Zurich Financial Services, Amlin o Validus Holdings.

 

El fondo tiene actualmente 400 millones de euros en activos, pero tiene capacidad de crecer. El experto asegura que habría un límite debido al moderado tamaño de algunas empresas en las que invierte y a la necesidad de tener buena liquidez, pero ahora no tienen ese problema. Y es que sus flujos tampoco han sufrido grandes entradas ni salidas –aunque hubo reembolsos en 2011- pues sus inversores buscan rentabilidad a medio-largo plazo.

 

Advertencias

Jarillo resalta que el arte del stock picking está totalmente pasado de moda. Tras la crisis del 2008 los inversores han reembolsado masivamente sus fondos "long only", mientras la industria de ETF ha recibido un flujo brutal de entradas. Cree por ello que las valoraciones son ahora más ineficientes y esto, a su juicio, supone una oportunidad de diferenciación para los que mantengan el análisis profundo de las compañías basándose en sus fundamentales. Eso sí, el experto también advierte de la importancia, a la hora de optar por una cartera con gestores activos, de tener cuidado tanto de no incluir ni gestores demasiado parecidos ni tampoco tan distintos como para casi replicar finalmente el índice y con comisiones mucho más altas.

 

SIA también celebra el buen comportamiento en el año de su fondo de renta variable relacionado con el negocio de materias primas, Natural Resources, que sube el 16% en 2012. Los socios apuestan por productoras de cobre - que suelen tener también el negocio del oro como subproducto-, petroleras y empresas de servicios que les apoyan. De hecho, poco a poco van a ir enfatizando más en el proveedor de servicios (empresas como Vallourec, Saipem, Schlumberger, Atlas Copco…) y menos en el productor, que está sujeto a un riesgo de incautación por la vía de los impuestos. También mantienen posiciones en el segmento agrícola, empresas de fertilizantes y granjas de salmones. “Es cuestión de tiempo: las acciones terminan reflejando el valor de la empresa y sus beneficios”, dice Jarillo. Y por tanto, también el precio de las materias primas.