Un chino en nuestro futuro

Uno puede escribir la última columna de un año haciendo recuentos o pronósticos, pero esta vez quisimos hacer algo un poquito diferente y reseñar un evento que marcará el panorama de inversión de al menos la siguiente década, y es: La tercera Plenaria del Decimo Octavo Congreso del Partido Comunista Chino (PPC), realizada el pasado 8 de noviembre y días siguientes.

Es costumbre del PPC una vez electas nuevas autoridades esperar hasta la tercera reunión de dicho grupo para dar los lineamientos que definirán la agenda política del equipo en ejercicio del poder. En el encuentro del pasado noviembre se cumplió un amplio espectro de temas que incluye: la promoción de cambios en las empresas del estado que se dedican a banca, telecomunicaciones, petróleo y gas con el objeto de mejorar su gobierno corporativo, reducir su poder monopólico y eliminar las distorsiones que estas imprimen a sus contrapartes. En especial en el caso de pequeñas y medianas empresas; cambios en los derechos sobre la propiedad de la tierra cultivable, cambios en los permisos requeridos para el establecimiento permanente de trabajadores rurales en las ciudades; cambios en las estructuras de ingresos y financiamiento de los gobiernos municipales; elevación de los estándares ambientales incluyendo un uso más racional del carbón; y lo relevante a efectos de los tópicos que cubre esta columna que es la apertura del sector financiero mediante la creación de una zona económica especial en Shanghai.