Un año después del terremoto, sale el sol en Japón: repaso a los fondos del país

Hace un año la tierra tembló en Japón, y con ella, los mercados financieros. El efecto en cadena del terremoto del 11 de marzo de 2011, seguido de un devastador tsunami que desencadenó también la crisis nuclear de Fukushima, se dejó sentir tanto en los índices bursátiles del país como en los fondos de renta variable japonesa, de los que no todos han sido capaces de recuperarse un año después (si bien el impacto negativo en esos casos no se debe sólo al efecto del terremoto sino también al desplome de los mercados ocurrido el verano pasado). Eso sí, los gestores destacan la recuperación que siguió al desplome bursátil del año pasado y consideran que ese efecto de recuperación está siendo positivo para la economía, así como la adaptación de las empresas al nuevo entorno, del que han salido incluso fortalecidas. Los gestores también mencionan, como factores a favor para 2012, el notable crecimiento económico del país dentro de un contexto difícil para los países desarrollados y el freno a la apreciación del yen que está propiciando el Banco de Japón con sus políticas monetarias. Y también destacan las atractivas valoraciones de su mercado bursátil.

 

Shogo Maeda, responsable de renta variable japonesa de Schroders, cree que “Japón ha llevado a cabo una reconstrucción sin precedentes y está trabajando para devolver al país a la normalidad”. Como aspectos positivos, destaca los esfuerzos de las compañías por revisar de manera proactiva su consumo energético, lo que está conduciendo, como resultado del desastre y los altos costes en este sentido, a que el país “se vuelva más eficiente energéticamente”. 

 

Además de la eficiencia energética, la mayoría de gestores coincide en señalar la fortaleza de las compañías: “La mayor preocupación con el terremoto a largo plazo era que la capacidad de generación de beneficios de las compañías hubiese resultado fuertemente dañada, pero esto no ha sucedido”, dice Maeda, destacando que los beneficios se han recuperado en el año y las firmas siguen generando niveles de flujos de caja históricamente altos y mayores rentabilidades. “Japón sigue mostrando resistencia y está siendo impulsado por los esfuerzos de reconstrucción tras el terremoto”, apostilla. La visión también es positiva en Fidelity, que habla de recuperación un año después aunque las condiciones externas se han deteriorado, y el país no es inmune a esa situación. “A nivel microeconómico, las compañías han mostrado su resistencia, con crecientes beneficios y flujos de caja”, comentan desde la gestora.

 

Desde Julius Baer, el gestor del JB Japan Stock Fund destaca además que la política de las empresas en términos de recompra de acciones y pago de dividendos está en niveles cercanos al récord de 2007 y que la fortaleza del yen puede ayudar a los gestores a comprometerse en fusiones y adquisiciones en regiones con fuerte crecimiento, una actividad que ya creció el 80% el año pasado. “La expansión en el exterior es muy favorable para la renta variable porque la rentabilidad generalmente es mayor que en Japón y esos movimientos corporativos apoyan la recompra de acciones y los retornos”, dice el gestor.

 

Tanto en Fidelity como Schroders creen además que las valoraciones juegan a favor. De ahí la visión positiva de ambas. En Fidelity destacan que el mercado está barato tanto en términos históricos como frente a sus comparables. Con todo, y aunque creen que las condiciones son favorables, dicen que hay que ser selectivo. También habla de atractivas valoraciones Invesco, que cuenta con Tadao Minaguchi como gestor del fondo Invesco Japanese Equity Advantage. “Tras muchos años en los que nuestra opinión era que el país tenía excelentes compañías pero caras, desde 2008 ha cambiado nuestra visión”, dicen, destacando una cotización con descuento, una fuerte recuperación tras el terremoto de 2011, los mejores indicadores económicos de los últimos años, una tasa de desempleo a la baja y la recuperación de márgenes de las compañías (“medidos por ROE, son muy notables desde 2009”, dicen en la gestora).

 

La opinión sobre las valoraciones difiere para Jørn Linde Andersen, gestor del Nordea 1 - Japanese Value Fund BP JPY, aunque considera que puede hablarse de una cierta vuelta a la normalidad desde el punto de vista inversor. El experto cree que resulta difícil encontrar compañías cíclicas a buen precio, y que el tsunami no ha cambiado la situación, por lo que su estrategia se mantuvo sin cambios en el último año, sin aprovechar lo ocurrido desde el punto de vista inversor.

 

Notable crecimiento

Otros aspectos que destacan los gestores es el crecimiento del país: según Invesco, rondará el 2,5% este año, algo con lo que está de acuerdo Jaime Puig, director de GVC Gaesco Gestión: “Japón tendrá este año un crecimiento bastante bueno dentro de lo que es el mundo desarrollado”, comenta. En parte, debido al efecto de recuperación tras el terremoto pero también ante una tendencia de medio plazo que consistiría en la recuperación del consumo tras años aletargado ante problemas de deuda y burbuja inmobiliaria. De ahí que el fondo GVC Gaesco Japón tenga un sesgo hacia firmas domésticas capaces de beneficiarse de esa situación. “No nos importa tanto que el mundo crezca y de ello se beneficien exportadoras –algo que ya jugamos a través de otros fondos de renta variable- como que el consumo interno se recupere”, dice, razón por la que apuestan por firmas inmobiliarias y compañías centradas en la venta de todo tipo de artículos (si bien también incluyen firmas de ingeniería, maquinarias y construcción, que compraron tras el terremoto y que aún mantienen en cartera).

 

En esta línea se posiciona Michael Wood-Martin, gestor del Henderson HF Japanese Equity. "La reconstrucción del área de Fukushima ha comenzado y seguirá durante varios años, lo que ha impulsado el mercado laboral y aporta buenas noticias para el consumo futuro", explica. También dentro de la economía interna, menciona que el mercado inmobiliario "parece haber encontrado un nivel desde el cual puede expandirse", añadiendo la necesidad de reconstrucción de numerosas viviendas. De ahí su positiva visión para la economía doméstica, también con una perspectiva de crecimiento del 2% este año, y una visión más escéptica de la industria exportadora, "aún interrumpida por el terremoto y las inundaciones en Tailandia". Por ello, descarta, una recuperación de las ventas al exterior hasta 2013 y menciona como aspecto negativo el encarecimiento del crudo y la condición de importador de Japón.

 

En desacuerdo con esta posición frente a la recuperación del consumo en Japón está Nordea, que cree que los problemas de deuda pública dañarán el consumo y el gasto, con el consiguiente sufrimiento de las firmas domésticas; razón por la que apuesta por firmas de consumo básico, cuidados de salud y exportadoras.

 

Un año con más luz

También con un sesgo exportador invierten otras entidades en Japón, como Renta 4 o Popular Gestión, aunque en este último caso a través de un fondo de fondos. Celso Otero, gestor del fondo Renta 4 Japón, es positivo precisamente ahora por el efecto divisa, más poderoso que la reconstrucción, y algo en lo que cree que están ahora más centrados los inversores. “El Banco Central Europeo tiene un objetivo de inflación del 1% y llevará la divisa hasta que se cumplan esos niveles”, afirma, lo que significa un freno a su apreciación y una mejor posición de las exportadoras, aunque haya parones puntuales de dicha depreciación. Algo que llevará al aumento de beneficios a las compañías, que cada vez son más eficientes con niveles del yen más elevados. El gestor, que reconoce que tras el terremoto salió de firmas con problemas como Toyota, donde se rompió la cadena de distribución, ha aumentado las posiciones de cara a este año, también en automóviles. “Somos positivos en bienes de consumo, autos, exportadoras, cuidados de salud y algo de tecnología”, explica.

 

Sonia de las Heras, directora del equipo de fondos de fondos y multigestión de Popular Gestión, también sitúa como factores positivos las políticas de relajación monetaria del Banco de Japón, la debilidad del yen y la mejora de las exportadoras, así como la liberalización del comercio con otros países y una recuperación en EEUU que beneficia a Japón, en la medida que sus economías “van un poco de la mano”. Pero advierte del signo negativo de la balanza comercial y el aumento del déficit ante las importaciones de materias primas tras el terremoto, y del efecto negativo del yen para los inversores que se posicionen en renta variable sin coberturas. De hecho, si en los últimos meses de 2011 la bolsa cayó pero la fortaleza del yen lo compensó, a principios de año ha ocurrido lo contrario. En su fondo de fondos Eurovalor Japón FIMF -compuesto por fondos que siguen el índice, así como otros más agresivos y otros más conservadores-, no ha cambiado el sesgo desde hace un año, aunque reconoce que la situación ha mejorado. “El entorno es algo más positivo y también para la bolsa”, indica.

 

Desde Aspain 11 Asesores Financieros EAFI valoran positivamente las políticas del banco de Japón, que “entra por fin en la guerra de divisas abierta por la flexibilización monetaria con el fin de recuperar crecimiento vía sector exterior, dejando a un lado su particular temor por las medidas drásticas”, con la compra de bonos nipones para inyectar liquidez al sistema. También en positivo, la consolidación fiscal que comienza el país, vía subida de impuestos, reestructuración de la seguridad social, recortes del salario a los empleados públicos y privatizaciones, disminuyendo el gasto público tras las ayudas tras la catástrofe. Sin embargo, su deuda es demasiado alta, “Grecia a su lado parece un buen gestor”, así que su recomendación es cautelosa. “Recomendamos no invertir por el momento aunque no lo descartamos”, indican desde el departamento macroeconómico.

 

Sin retorno

Pero, a pesar de esas positivas perspectivas y signos de recuperación en el país, su condición de eterna promesa que no acaba de cumplir las expectativas afecta negativamente: tras el terremoto, los inversores que salieron en marzo de 2011 del activo no han vuelto a entrar en la mayoría de los casos, si bien algunos gestores detectan un mayor interés desde comienzos de año. “Hay mayor interés desde principios de año pero sigue siendo una zona bastante olvidada por los inversores”, dicen en Invesco. "El mercado ha tenido un muy buen arranque en el año y los flujos han sido positivos. Los inversores están volviendo al mercado, pero actualmente aún existe una falta de compromiso real", matiza Wood-Martin desde Henderson. Casi todos los fondos se apuntan también importantes subidas de rentabilidad en lo que va de año, reflejando las buenas perspectivas para 2012.

 

Como ejemplo de esas salidas de capital, el fondo de Popular Gesión redujo su patrimonio en en torno a 2,3 millones de euros (desde 8 millones a 5,8 un año después) con una rentabilidad positiva del 3%, lo que significa que los inversores han reembolsado en el último año. Sin embargo, Heras afirma que no se debe sólo al terremoto, y además se enmarca en una reducción vista desde 2006. “Los inversores no han salido de Japón para entrar en bolsa de otros lugares, sino que han ido hacia activos con menor riesgo, más seguros” y no han vuelto ante su reticencia a la renta variable, no a causa de su desconfianza en el país nipón.

 

Así, son muchos los fondos que se han visto afectados por reembolsos en el último año, pues su patrimonio ha disminuido a pesar de que en algunos casos la rentabilidad ha sido positiva (cercana al 1% en el fondo de GVC Gaesco, gracias según Puig, a la "recuperación exponencial desde noviembre") y en otros, levemente negativa (cercana al -8% en el fondo de Renta 4, y al -6% en el Henderson HF Japanese Equity A2 USD), aunque algunos insisten en sus buenas políticas de comunicación, que impidieron salidas significativas. Algo clave sobre todo en el caso de los fondos con patrimonio moderado, como ocurre en el caso de los productos de las gestoras españolas.