Una contundente realidad afea a los planes de pensiones españoles. La gran mayoría de partícipes no hacen aportaciones adicionales a sus planes después de haber realizado la primera. Así lo pone de manifiesto el último Informe 2016 y Perspectivas 2017 sobre instituciones de inversión colectiva y fondos de pensiones elaborado por Inverco.
Según este estudio, que se basa en datos de la DGSFP, en 2015 -último año disponible en tramos de aportaciones- un 64,6% de los partícipes en planes de pensiones no hizo ninguna aportación adicional. A esta cifra se le suma otro 10% de partícipes cuya aportación en ese año no sobrepasó los 300 euros. Así, tres de cada cuatro partícipes de planes de pensiones aportaron nada o menos de 300 euros anuales (sumados los sistemas individuales, de empleo y asociados).
Del algo más del 25% restante de partícipes, casi la mitad (un 12,4%) aportaron en 2015 entre 301 euros y 900 euros a sus planes de pensiones, lo que sitúa la práctica de los ahorradores españoles en cuanto a realización de aportaciones periódicas muy lejos del límite máximo de aportación establecido en la última reforma fiscal que entró en vigor en enero del mismo 2015, situado en los 8.000 euros anuales.
Aportaciones y supuestos especiales de liquidez en 2016
En 2016, el conjunto de los sistemas de pensiones españoles avanzó muy poco en lo que a aportaciones netas respecta. Si bien el sistema individual registró 1.014 millones de euros en concepto de dinero nuevo, prácticamente se compensó negativamente con las prestaciones netas de los sistemas de empleo y el asociado, con salidas de dinero por valor de 750 millones y 20 millones, respectivamente.
Además, hubo 400 millones en pagos por supuestos especiales de liquidez, de los cuales 376 millones se deben a desempleo de larga duración y los otros 24 millones se explican por enfermedad grave. Estos supuestos especiales de liquidez registraron el curso pasado su nivel más bajo desde 2012, cuando supusieron el pago de más de 455 millones.