Un 42% de las gestoras tiene un depositario de fuera del propio grupo, frente al 15% de 2007

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Es una cara menos visible de la industria pero no por ello de menor magnitud. La industria española de custodia alcanza ya los 2,2 billones de euros, casi dos veces el Producto Interior Bruto (PIB) español, y esos activos son titularidad de más de 10 millones de clientes, según confirmó José María Marcos, director general de Entidades de la CNMV, durante el evento El Futuro de la Depositaría, organizado por Funds People con la colaboración de BNP Paribas Securities Services, Cecabank y Santander Securities Services.

Por generación de ingresos, las entidades depositarias recibieron unas comisiones de 637 millones de euros en 2018, controlado en un 95% por entidades de crédito, aunque el servicio también lo pueden prestar Empresas de Servicios de Inversión (ESI).

Este negocio ha experimentado un proceso de consolidación durante los últimos años. “En 2007 había 76 entidades que prestaban este servicio, mientras que en 2019 solo hay 24 depositarios activos”, explicó Marcos. Una concentración que también se observa en la evolución de la cuota de negocio de las cinco primeras entidades, que ha pasado en este plazo del 53% al 73% desde 2007. “Este proceso pone de relieve la existencia de economías de escala importantes y en el desempeño de la depositaría de Instituciones de Inversión Colectiva (IIC) y las inversiones tecnológicas que necesitan para su correcto desempeño”, aseguró el experto.

Por otra parte, este segmento está inmerso en un proceso de especialización. Las IIC que tienen un depositario ajeno al grupo de la gestora suponían el 15% en 2007 y ha pasado a ser el 42%. Supone casi tres veces más. “Ambos esquemas están permitidos y encajan en el modelo de regulación, si bien el hecho de que se produzca una concentración en depositarios diferentes a la propia gestora puede redundar en controles más eficaces por parte del depositario y reducir conflictos de interés”, justificó.

También han aumentado durante los últimos años el número de gestoras que tienen delegada su administración de IIC. Según datos de la CNMV, 71 gestoras han delegado la administración de sus IIC en una entidad especializada, para centrarse las gestoras en la actividad de gestión. Lo que supone prácticamente dos de cada tres. Y esta administración, además, no está muy repartida, ya que en torno a 10 entidades concentran la mayoría de mandatos de administración de IIC, ha explicado el experto.

Otro aspecto sobre el que Marcos quiso hacer hincapié es sobre el préstamo de valores. “Está permitido en todas las regulaciones del resto de países europeos, además. Debería hacerse una regulación para permitir competencia en términos de igualdad, además, tampoco los fondos españoles son los mayores tenedores de valores españoles”, criticó.

Novedades normativas

Con respecto a las novedades en materia regulatoria, Marcos recordó la obligación incluida en el Real Decreto de Empresas de Servicios de Inversión, para que las entidades que prestan el servicio de custodia de servicios financieros lleguen a acuerdos para realizar un traspaso en bloque si en algún momento existen dificultades financieras sobre la viabilidad de una entidad. Una posibilidad que se ha incluido tras la experiencia Banco de Madrid y que tiene como objetivo facilitar situaciones en que la entidad que presta depositaria se declara en concurso ordinario, de cara a evitar bloqueo de los activos custodiados.

Con respecto a los retos y oportunidades que hay en el negocio de custodia y depositaría para los próximos años, Marcos señaló la tecnología como “pieza clave en la seguridad de custodia” y también para “mejorar las economías de escala”. “Las fintech suponen una vía para ganar competitividad y eficiencia en las funciones de control o revisión cálculo valor liquidativo, entre otras, con el fin de ser más eficientes en labor de custodia”, insistió. También citó la ciberseguridad: “Las depositarias deben dedicar atención a los riesgos derivados para evitar cualquier impacto o problemas en la continuidad operativa de los clientes o cualquier potencial impacto de la tecnología blockchain”, remató.