UFG-LFP confía en la recuperación de la economía mundial

La convalecencia de la economía mundial durará aún unos cuantos trimestres, pero el camino del crecimiento no está en peligro. Estas son algunas de las conclusiones de la última carta mensual de UFG-LFP, en la que se repasa la situación de los mercados durante la primera mitad del año y las perspectivas para los próximos meses. 

 

Según la entidad, en los mercados, durante la primera mitad del año, se registró mucha conmoción pero con pocas tendencias claras. UFG-LFP considera, como viene haciendo desde hace un par de años, que los mercados, tras una fase de rebote, se encuentran en plena convalecencia, a la que debe seguir la verdadera recuperación. 

 

“En el periodo 2011-2015 podemos esperar una convalecencia un tanto agitada, especialmente porque la recesión ha dejado cicatrices profundas en las cuentas públicas de los países desarrollados”, señala la carta mensual. 

 

El equipo de la gestora aboga por la necesidad de contar con “nuevas reglas del juego” en Europa antes de que un miembro de la zona euro se ve forzado al impago. 

 

En términos globales, la gestora considera que la inflación no será un problema en el futuro inmediato. “Parece probable que la corrección de los precios del petróleo continúe. Esto confirmaría que la inflación ha pasado su punto más alto y que podría comenzar a decrecer de manera significativa”. Si el precio de los bienes de primera necesidad se estabiliza, agrega la gestora, la actividad empresarial podría reactivarse en la primera mitad de 2012. 

 

UFG-LFP ha elevado su exposición táctica a activos de riesgo, con apuestas claras en renta variable europea y estadounidense y también en bonos convertibles europeos. “Consideramos que los activos de riesgo en nuestra cartera ofrecen un importante potencial de revalorización dadas sus valoraciones actuales”, destaca la carta mensual. 

 

La entidad se muestra “razonablemente optimista” de cara a la segunda mitad del año y espera que los mercados se vean menos afectados por factores externos temporales. En los primeros meses de 2011, algunos de estos factores han sido el terremoto de Japón, las revueltas en los países árabes o el aumento de los precios de las materias primas.