UBS Global AM prefiere en estos momentos los bonos a las acciones

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“La retórica anti-austeridad exhibida en Francia antes de las elecciones del próximo 10 de junio y en Grecia ante los nuevos comicios que celebrará el país dentro de tres semanas nos hace presagiar un mayor estrés en los mercados”. Así al menos lo estiman desde UBS Global Asset Management, gestora que entiende que los discursos en contra de las medidas de ajuste “podrían desestabilizar a los mercados”. No es de extrañar teniendo en cuenta que “si en Grecia no se constituye un gobierno que asuma los compromisos adquiridos con sus socios, el país corre el riesgo de ser expulsado de la eurozona”.

En un informe titulado The eurozone situation: An update from Global Investment Solutions, los gestores de la firma suiza recuerdan que, anticipándose a la caída registrada por los mercados de renta variable en abril, la firma protegió las carteras para un escenario de fuerte retroceso de los índices bursátiles. No obstante, y de cara al futuro, UBS Global AM considera “poco probable” asistir a nuevos retrocesos de más del 15% como los sufridos el mes pasado al entender que “si los fundamentales económicos y las condiciones de mercado se deterioran sustancialmente habría que esperar una intervención por parte de los bancos centrales en forma de Quantitative Easing”.

En este sentido, desde la gestora reconocen preferir actualmente los bonos a las acciones. “Hemos sobreponderado nuestra exposición al mercado de renta fija corporativa, tanto en la categoría investment grade como high yield”, aseguran. “En términos generales, las compañías presentan unos márgenes de beneficios muy altos y unos volúmenes de caja muy elevados. En consecuencia, constatamos que la deuda de las empresas resulta en estos momentos más atractiva que los bonos del gobierno”, señalan desde la entidad.

En lo que respecta al mercado de divisas, la estrategia de UBS Global AM pasa por infraponderar la exposición al euro y sobreponderar al dólar estadounidense, un posicionamiento que han mantenido durante el año pasado. “Si bien la divisa comunitaria parece cotizar a niveles razonables en términos de valoración, creemos que su cotización podría depreciarse aún más ante la debilidad del crecimiento económico en la eurozona y la crisis de deuda soberana, a lo que habría que sumar la potencial inestabilidad que podría generar una salida de Grecia del euro”, concluye.