Tributo étnico

Amanece en el pintoresco bazar de Chandni Chowk; la calle principal de la antigua Delhi (India). Habrá que esperar unas horas para que la ciudad se congestione como sólo algunas saben hacerlo. Todavía huele a especias, a incienso, a templo y a serenidad. El espectador intuye, sin embargo, que en sólo unas horas olerá también a taxis destartalados, a coches de otra época, a rickshaws y a autobuses de colores infantiles.

Amanece en Nyamirambo, Kigali (Rwanda). Las grandiosas plantaciones de té, platanales y colinas verdes, hacen que al espectador le cueste creer que el genocidio tuvo lugar hace poco más de quince años. Pero el ritmo de Kigali no tiene precisamente la misma cadencia que la naturaleza que lo envuelve. Muy pronto, la urbe se dejará llevar por el arrebato sensorial que caracteriza a la mayoría de las ciudades del Africa negra. El comercio callejero de gallinas y conejos, las masas que se dirigen no sabemos muy bien a dónde, los feligreses convencidos y los predicadores espontáneos inundarán indomables las tierras de los Hutus y los Tutsis.

Amanece en el Paseo de la Castellana, Madrid (España). No huele a sándalo, almizcle ni a jazmín. Tampoco se venden figurillas antropomórficas en las esquinas. Mucho menos animales vivos. Olga e Iris se dirigirán esa misma mañana a su puesto de trabajo. Si a ninguna le falla el despertador, pasarán a la altura de Serrano 100 alrededor de las 9. La primera envuelta en una pashmina de seda natural y un blazer dorado bordado a mano. La segunda vistiendo pantalones de lino estilo safari y una camisa de estampado de leopardo. A ninguna de las dos les ha llevado demasiado tiempo decidirse esta mañana.

Lo anterior es sólo una de las mucha pruebas que respaldan aquello de que la globalización ha permitido que los modelos de referencia socioculturales atraviesen nuestras fronteras sin cautela. Y…¿acaso no es la moda uno de los ejemplos más claros de esta difusión transoceánica?

Lo tribal, lo místico, lo salvaje y lo animalesco se cuela en nuestros armarios y pasea por nuestras calles apaciblemente. Lejos de turbar a los transeúntes, lo étnico se ha convertido en un must en entornos muy diferentes. Desde la oficina al cóctel pasando por lo casual y la lencería más delicada, lo racial y lo remoto no tienen límites.

Podríamos destacar que la moda étnica viene admitiendo interpretaciones mucho más libres que tiempo atrás. El leopardo clásico ha dado paso a cualquier moteado felino. Especial atención merece la combinación del rojo y el negro.

Dior, Cavalli, Celine y Dolce Gabbana son sólo algunos del exclusivo círculo que sigue defendiendo en sus colecciones que tanto la fiebre animal como el ardor primitivo son todavía símbolo de distinción y feminidad.

A nuestros escaparates han vuelto también los despreocupados pantalones y petos afganos, los baggy, los turcos, los thai y los artesanales bombachos de India y Nepal. Esta indumentaria tan ligada a la tradición para algunos y al tiempo libre para otros, es apta tanto para ellos como para ellas. Lejos de sentar sólo bien a escuálidos y escuálidas que miden más de 1.75 cms, el secreto está en combinarlos con partes de arriba que eviten las mangas voluminosas. Desde Chloé a Custo Barcelona, son muchos los que se han sumado a este revival

Iris y Olga llegan a la oficina. Sigue sin oler a sándalo, almizcle o jazmín. La primera mira a la segunda y le grita rebelde: - “Leopardízate!”. La segunda se limitará a susurrarle: - “Namaste”; saludo hindú que significa “Yo honro el lugar dentro de ti donde el Universo entero reside”

Y es que la moda étnica nos ofrece un universo entero y cambiante de experiencias: desde las aventuras en la sabana a los viajes iniciáticos, todo es posible.

Os dejo estos links por si queréis seguir mirando más looks étnicos:

http://www.net-a-porter.com/product/60937

http://www.net-a-porter.com/product/93595

 

FUNDS FASHION TIP: Huye de los excesos y combina los motivos étnicos con prendas austeras ¡Sólo así evitarás la sobrecarga y el efecto disfraz! Deja que tu instinto aflore pero contrólalo. Atrévete con una camiseta de tirantes negra, pantalones de pitillo y un chal felino.

http://twitter.com/MISS_EBONY