Tres visiones sobre renta variable asiática de expertos de Fidelity

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Aural Asia, Flickr, Creative Commons

Después de un primer semestre rutilante, el estallido de la burbuja en la bolsa china durante el verano ha propiciado un segundo semestre irregular para las bolsas asiáticas en su conjunto. No obstante, a pesar de los distintos obstáculos, los expertos de Fidelity Internacional siguen apostando por la región, al tiempo que son conscientes de los desafíos que se presenta. 
Tal y como detalla Raymond Ma, gestor del FF Greater China Fund y del FF China Consumer Fund, “de cara a 2016, la pregunta clave será si China puede reactivar su dinámica de crecimiento”. Ma observa que las directrices recién aprobadas del 13º Plan Quinquenal – que pretende duplicar en 2020 el PIB y la renta per cápita frente a los niveles de 2010- “sugieren que el crecimiento interanual del 6,5% del PIB chino para los próximos cinco años es esencial para mantener la estabilidad del mercado laboral”. 

El razonamiento del gestor es que “un mercado laboral sólido y un crecimiento saludable de la renta ayudarán a estimular la demanda interna, lo que, a su vez, acelerará la evolución de la economía china hacia el consumo y los servicios”. En base a esta voluntad política, el gestor percibe que los sectores de consumo y servicios “emergerán como los nuevos motores de crecimiento de China y, en última instancia, reemplazarán a los motores de crecimiento tradicionales (es decir, inversión y exportaciones) a medio-largo plazo”. 

El consejo de Ma para quienes quieran invertir en renta variable china a largo plazo es “centrarse en la calidad, más que en la cantidad, del crecimiento chino”. “Los inversores también deben estar atentos a las reformas y políticas favorables al consumo que se pondrán en marcha para contribuir a la transformación económica”, añade. El gestor indica que los sectores sobre los que sigue siendo optimista son los de consumo, seguros, Internet y protección del medio ambiente, “ya que están bien posicionados para beneficiarse de las directrices políticas recién aprobadas en China”. 

Asia más allá de China

Es necesario recordar que, aunque China supone una importante pieza del puzzle, no es la única que compone el mercado asiático, que en su conjunto va a seguir ofreciendo oportunidades de acuerdo con la visión de los expertos de Fidelity. Tal y como explica Suranjan Mukherjee, gestor del FF Asian Special Situations Fund y del FAST Asia Fund, Asia presenta perspectivas de crecimiento en el largo plazo sustentadas en “sólidos fundamentales y motores estructurales, que deberían seguir apoyando a las bolsas asiáticas en 2016”.  

El análisis bottom up empleado por el experto ha detectado que “un buen número de empresas, en especial en sectores con exceso de oferta, sigue asignando incorrectamente el capital, mientras que otras están mejorando tanto desde la óptica del gobierno corporativo como del uso del capital”, lo que representa una oportunidad para la construcción de posiciones largas y cortas. Mukherjee indica que los fundamentales de empresas asiáticas sugieren que “las expectativas de crecimiento de los beneficios están en mínimos frente a los mercados desarrollados”, mientras que un vistazo al sentimiento inversor revela la preferencia por los mercados desarrollados en los últimos años por parte de los fondos de renta variable global. Su conclusión al respecto es que “las acciones asiáticas parecen estar escasamente representadas en las carteras frente a las acciones de los mercados desarrollados”.

El gestor también ve oportunidades por valoración, dado que observa que la renta variable asiática cotiza a un nivel atractivo tanto respecto a su media histórica como respecto a los mercados desarrollados (cotizan con el mayor descuento en diez años). “Todo ello sugiere que el perfil de riesgo-recompensa de conjunto de Asia está mejorando y eso debería impulsar las rentabilidades bursátiles en 2016”, sentencia, aunque con una advertencia: “Hay que entender que existe una amplia disparidad en los fundamentales dentro de Asia, tanto entre países como entre sectores y, a consecuencia de ello, la selección de valores es determinante para generar alfa en la región”. 

Teera Chanpongsang, gestor del FF Emerging Asia Fund, incide igualmente sobre el tremendo descuento que ofrece el mercado asiático frente a las regiones desarrolladas: “Asia cotiza en niveles próximos a la parte inferior de su horquilla de valoración, tanto por PER previsto como por ratios históricos de precio-valor en libros. Además, cada mercado dentro de Asia presenta divergencias de valoración, lo que genera oportunidades en valores individuales”. A esto añade otro consejo para los inversores: prestar mucha atención a los cambios estructurales, como por ejemplo el efecto disruptivo del comercio electrónico o el recientemente firmado Acuerdo Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés). 

Chanpongsang recuerda las oportunidades presentes en el continente por demografía y crecimiento estructural: auge de la clase media, aumento de la población activa, bajas tasas de penetración de productos de consumo o escaso gasto en infraestructuras. “Estos factores son favorables para las empresas, que pueden incrementar sus ingresos y anunciar beneficios sólidos, lo que, a su vez, da apoyo a las bolsas”, sentencia el experto. 

“Creo que ver más allá de la volatilidad a corto plazo crea oportunidades a largo plazo. La mejor forma de capear los picos de volatilidad es tener un enfoque de inversión sistemático”, recomienda el experto, que declara su preferencia por “oportunidades infravaloradas en empresas con plataformas de negocio sólidas, perspectivas de crecimiento estructural y equipos directivos brillantes que pueden generar un considerable valor para el accionista”.