Tres temáticas que marcarán la inversión en el cuarto trimestre

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TRIBUNA de Richard Turnill, director mundial de estrategia de inversión de BlackRock. Tribuna patrocinada por BlackRock.

La política monetaria ronda sus límites

Los bancos centrales se están acercando a los límites de las políticas monetarias ultraexpansivas, puesto que éstas se están tornando menos efectivas a la hora de impulsar el crecimiento y cabe la posibilidad de que los estímulos adicionales generen menos beneficios y consecuencias imprevistas.

Prevemos que la Fed presionará con subidas de tipos graduales, al tiempo que otros grandes bancos centrales empiezan a rozar el límite de sus políticas acomodaticias. El Banco de Japón, por ejemplo, ya posee alrededor del 40% de la deuda pública nipona y al actual ritmo de compra, prevemos que, de aquí a 2020, este porcentaje aumentará hasta el 66%.

Dado que la política monetaria está rondando sus límites, parece que algunas de las principales economías están planteando centrarse más en el plano presupuestario para estimular el crecimiento. Estamos asistiendo a los primeros indicios de un cambio de tendencia en las rentabilidades del mercado a causa de la reflación estadounidense, del punto y final a la deflación en China y del viraje global de los estímulos monetarios a los presupuestarios, incluso aunque el efecto económico inmediato sea limitado.

Escasez de rentabilidades

En vista de la caída en picado de los rendimientos de los bonos, las acciones todavía parecen baratas en términos relativos. De hecho, todavía se remunera a los inversores por asumir riesgos en el ámbito de la renta variable, en un contexto en el que esperamos rentabilidades muy bajas en todas las clases de activos en los próximos cinco años.

Las elevadas valoraciones en términos históricos apuntan a unas rentabilidades más anémicas en las distintas clases de activos. Aun así, el reducido crecimiento nominal del producto interior bruto y el envejecimiento de la población sugieren un descenso de las rentabilidades de la deuda frente a los niveles previos, así como a una demanda sostenida de bonos de calidad. Este cambio estructural modifica la perspectiva desde la que se abordan las valoraciones actuales y hace que los activos de riesgo, como la renta variable y los bonos emergentes en divisa local, resulten interesantes en términos relativos. Las valoraciones relativas tienen más peso en la actual coyuntura de crecimiento e intereses en niveles bajos.

Volatilidad

Los programas de compras de activos de los bancos centrales han atenuado la volatilidad y han llevado a los inversores a asumir más riesgos, pero creemos que la volatilidad podría aumentar tanto en renta variable como en renta fija ante los inminentes riesgos políticos y a medida que la Fed prosiga con sus subidas de tipos. Prevemos un repunte de la volatilidad en el mercado de bonos. Las rentabilidades en mínimos dejan margen para posibles recuperaciones.

Los sucesivos años de escasa volatilidad y el éxito de las estrategias momentum —que apuestan por la revalorización continuada de los títulos que han registrado una evolución positiva en el pasado— han llevado a muchos inversores a agolparse en inversiones similares.

Estas posiciones pueden ser vulnerables frente a cambios fuertes en el mercado o al aumento de la volatilidad, especialmente cuando se combina con valoraciones elevadas. Es importante ser conscientes de los riesgos a corto plazo en las operaciones de consenso y buscar posibles oportunidades que otros inversores hayan pasado por alto.

Riesgos clave

Existen otros riesgos clave que también debemos tener en cuenta. Los precios de las acciones y los bonos presentan una correlación cada vez mayor, lo que implica que sus rentabilidades podrían caer al unísono. Esto plantea desafíos para la diversificación tradicional de las carteras. Las elecciones presidenciales en EE.UU., que plantean un panorama inusualmente polarizado, ponen de relieve los riesgos políticos que se perfilan a corto plazo. Otros de los riesgos clave de este trimestre son el referéndum sobre las reformas en Italia y las sorpresas en materia de política monetaria a cargo de los bancos centrales. Entretanto, el incremento de la carga de la deuda en China y la gestión de su moneda se perfilan como riesgos a medio plazo. Creemos que el oro y los bonos con duraciones cortas suponen ámbitos de diversificación atractivos en el contexto de mercado actual.