Tres razones para seguir viendo potencial en la farmacia

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EdWohlfahrt, Flickr, Creative Commons

A pesar de su carácter eminentemente defensivo, las farmacéuticas europeas siguen siendo una opción atractiva para el inversor. De hecho, desde Franklin Templeton Investments admiten que hace poco optaron por sobreponderar este sector en sus carteras de cara a los próximos meses, aunque aseguran que no se trata de una decisión temática o táctica sino como resultado de un proceso de selección bottom-up combinado con la observación del buen comportamiento de este tipo de acciones desde 2009, ya que afirman que numerosas compañías han duplicado sus ganancias desde ese año (incluyendo dividendos).

“En nuestra opinión, el sector todavía no parece caro y continuamos viendo valor. Por ejemplo, hemos visto señales de mejora en la productividad de los proyectos” afirman desde la gestora; los analistas consideran positivo que haya incrementado el número de investigaciones y desarrollo de fármacos (R&D por sus siglas en inglés) después de la caída que se había observado hace cuatro años en este marco, cuando muchas empresas se vieron obligadas a invertir grandes cantidades de dinero en investigaciones que fracasaron.

De hecho, desde Franklin Templeton observan que  la caída del R&D había sido una constante durante la última década, y consideran que los esfuerzos de reorganización que han adoptado muchas empresas para combatir este problema ya están empezando a dar sus frutos. Una de esas estrategias ha sido diversificar las investigaciones dentro de áreas más de nicho en estrecha colaboración con comunidades académicas, médicas y biotecnológicas “más que tomando una visión ‘industrializada’ sobre el proceso de desarrollo, que bajo nuestro punto de vista ha sido un problema significativo”, apuntan los expertos de la gestora.

Como resultado de esta especialización, se han conseguido crear  fármacos para atajar enfermedades que hasta ahora carecían de tratamiento, en vez de desarrollar versiones nuevas de productos de éxito. Esta nueva vía de investigación ha permitido a las compañías “disfrutar de probabilidades más elevadas de éxito clínico, mercados menos competitivos y un poder de precios más fuerte, incluso en Europa, donde los precios históricamente han sido un obstáculo”, según los expertos de la firma. A esto le acompaña el marco regulatorio, que desde Franklin Templeton ven más favorable, especialmente en Estados Unidos, por lo que consideran que existen muchas más oportunidades de que cada producto nuevo que se lance tenga éxito.

“Encontramos un volumen potencial de crecimiento, especialmente los países emergentes, lo que da otra razón para el optimismo, incluso aunque se afronten presiones de subidas de precios. Muchas grandes farmacéuticas europeas fueron las primeras en invertir, y fuertemente, en estos países”. Tres son los principales drivers detectados en estas regiones: el crecimiento del PIB, el envejecimiento de la población y el incremento del gasto público, al ser los gobiernos los mayores consumidores de estos productos… y los mayores jugadores en estos mercados.

“Creemos probable que el volumen de crecimiento se incremente puesto que el crecimiento del gasto en salud históricamente ha superado al crecimiento del PIB, frecuentemente con márgenes significativos” explican los expertos de la gestora, al tiempo que apuntan que en casos como China y Latinoamérica también se han registrado fuertes inversiones en infraestructuras médicas. Aunque los analistas consideran que el papel principal del gobierno también puede ser un riesgo al ser el único pagador, piensan que el grado de oportunidades es mucho mayor que las posibles preocupaciones en el largo plazo, convirtiéndose en una “corriente secular de crecimiento de largo plazo para muchas compañías farmacéuticas europeas”.

De hecho, para Franklin Templeton la fuerte diversificación geográfica de las compañías del Viejo Continente va a ser la ventaja que compense los fuertes recortes en gasto sanitario efectuados en la Europa de la austeridad. “Mientras que estas firmas estén basadas en Europa y parece que acarrean un descuento sobre su valoración por este factor, sus operaciones son globales, con operaciones de negocios significativas en mercados emergentes y en Estados Unidos”, aseveran desde la firma. “Debido al poder de fijar precios, los bajos costes de facturación y el alto endeudamiento operativo, estas compañías suelen generar enormes cantidades de flujos de caja libres. Con vistas al final de esta década, creemos que el crecimiento, los dividendos y los retornos para el accionista pueden llevar a sanas ganancias a estas participaciones”, concluyen.