Tres opciones para poner fin a la crisis de la eurozona según Cazenove

La escalada de la crisis en la eurozona hasta Italia, el tercer mayor mercado de bonos del mundo, ha acercado el fin del juego. Además, los datos económicos y empresariales han empeorado en junio y la economía global está en peligro de atascarse. Son las previsiones de Cazenove Capital Management, que considera que “el mes de julio de 2011 pasará a la historia como el principio del fin de la crisis de la eurozona”.

La gestora asegura que no será tanto por la última solución acordada el 21 de julio para rescatar a Grecia –“que no resolvió nada”-, sino porque Italia está ahora en el centro de las miradas. “El hecho de que las rentabilidades de sus bonos hayan superado el 6% no da en sí una solución, pero la acelerará”, asegura.

En el informe, la gestora explica cómo desde el lanzamiento del euro, los precios se han movido en favor de Alemania, cuya cuenta corriente es de superávit, y en contra de los demás países, con déficits. Según Cazenove, desde un punto de vista económico no importa de quién es la culpa y la actual respuesta política al problema se ha traducido en Alemania pidiendo a las naciones con déficit que adopten medidas de austeridad y que reduzcan sus precios domésticos hasta el 20%, “un reflejo irónico en el espejo del desequilibrio entre América y China”. Pero la gestora comenta que eso no va a pasar: “Con crecimiento nominal al 0% y rentabilidades de sus bonos al 6% en Italia, la divisa europea caerá rápido, por lo que el pago de intereses podría costarle entre el 1% y 2% de su PIB. Con un PIB apenas creciendo no es un comienzo como política. Alemania vive en un mundo de sueños”, asegura.

Si eso no ocurre, cree que hay tres opciones: la primera de ellas es que Alemania siga ganando tiempo con rescates a medias. En ese caso, la gran ganadora será la bolsa alemana pero el contagio italiano acorta la vida de este escenario pues traerá consigo una crisis de liquidez antes de final de año, forzando a Alemania a actuar, lo que conduce a las opciones 2 y 3.

La número 2 es alguna forma de ruptura del euro, en la que los euros alemanes serían revaluados y los de la periferia devaluados, para impulsar el crecimiento. La número 3 consiste en una unión monetaria y fiscal en todos los aspectos excepto en el nombre; dos opciones en las que perdería Alemania.