Tres escenarios en los que iShares elevaría el peso del high yield en las carteras

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Alfanhuí, Flickr, Creative Commons

“Las valoraciones que ofrece actualmente el high yield están muy cerca de su precio objetivo, lo que me lleva a mantener una posición neutral respecto a esta clase de activos. Dicho esto, creo que existen tres escenarios posibles que, de hacerse realidad, me llevarían a recomendar a los inversores elevar el peso del high yield en sus carteras”, asegura Russ Koesterich, responsable de inversiones de iShares, la plataforma de ETF de BlackRock. Pero… ¿cuáles serían esos tres escenarios en los que según este experto convendría plantearse incrementar el peso de estos activos?

En un artículo publicado en su blog, Koesterich señala en primer lugar una ampliación de los spreads. “El diferencial entre el high yield y el bono del Tesoro de Estados Unidos a 10 años ha oscilado este año entre los 500 y los 600 puntos básicos. Suponiendo que no se vaya a producir una desaceleración más fuerte de la economía americana, cualquier nuevo ensanchamiento que condujese el diferencial a la horquilla de los 650-700 puntos representaría una buena oportunidad de compra, sobre todo teniendo en cuenta que los balances de las empresas siguen siendo fuertes y el ratio de default continúa en niveles bajos”.

La segunda razón sería, según Koesterich, en el caso de que el inversor tuviese una cartera con necesidad de generar altas rentabilidades. “Con un rendimiento al vencimiento de algo menos del 7% y la volatilidad por debajo del 10%, algunos ETF permiten agregar de una manera muy eficiente rentabilidad adicional a la cartera”. En el actual entorno de aversión al riesgo, el experto reconoce que las carteras suelen mantener una exposición al high yield de apenas el 10%. “Este porcentaje podría incrementarse al 30% en el caso de aquellos inversores que estén dispuestos a asumir un mayor riesgo con el objetivo de conseguir mayores retornos”, asegura.

El tercer motivo que, según el director de inversiones de iShares, podría empujarle a recomendar a sus clientes elevar el peso del high yield en sus carteras sería un escenario de subidas de tipos. “Los inversores que se muestren inquietos por un posible aumento de las tasas por parte de la Fed podrían añadir a su cartera deuda high yield como sustitutivo de los bonos del Tesoro de EEUU, dado que los treasuries son mucho más sensibles a los movimientos en el precio del dinero”. Según explica, “aún elevándose modestamente los tipos de interés, los fondos invertidos en bonos del Tesoro son más propensos a sufrir mayores pérdidas que los que mantienen exposición a la deuda de alta rentabilidad”.