En el informe adjunto destaca las cuestiones importantes que siguen sin respuesta, como el citado riesgo de una rebaja de la calificación de la deuda estadounidense, el tipo y la fecha de los recortes fiscales, así como su impacto en la confianza de las familias y de las empresas.
Ante una posible rebaja del rating Peter Fisher destaca tres posibles reacciones por parte de los portafolios de renta fija, en el primero, el efecto de la pérdida de la AAA sería minimizada por los inversores, simplemente por la ausencia de alternativas con ese rating para el ingente volumen invertido en bonos del Tesoro americano. Las dos opciones restantes implican una difícil huida hacia la calidad y un mucho más probable reajuste del riesgo de los portafolios, ante el previsible efecto dominó en el rating de numerosos activos asociados al dólar que seguiría a una pérdida del máximo grado de inversión por parte de los bonos del Tesoro.
En todo caso, señala Fisher, cada cual deberá tomar su decisión en caso de que se produzca la rebaja de rating, en función de su perfil de riesgo y en el contexto de una economía norteamericana con síntomas de anemia.
Puede consultar el informe completo en el archivo adjunto.