Tres errores comunes en la construcción de una cartera de renta fija

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FerPer, Flickr, Creative Commons

El comportamiento de la renta fija a lo largo de los últimos 18 meses ha emitido signos de alerta que obligan a los inversores a estar más pendientes que nunca de la construcción de sus carteras. Sin embargo, como muchos sabrán, no todas las carteras de renta fija consiguen cumplir con los objetivos para los que han sido diseñadas. “Cuando hablo con inversores, tanto profesionales como otros que no trabajan en finanzas, tres errores aparecen una y otra vez en la forma en que gestionan carteras de bonos”, afirma Matthew Tucker, responsable de la estrategia de renta fija de iShares, el brazo de gestión pasiva de BlackRock. El experto detalla esos tres errores, todos de tipo conductual, a continuación.

#1: Olvidar el propósito de la inversión

El experto recuerda la importancia, a la hora de construir una cartera de renta fija, de preguntarse antes de comprar un bono o un fondo de renta fija qué papel va a jugar dentro de esa cartera. “Las respuestas más frecuentes son: a) diversificar el riesgo; b) generar rentas; o c) ayudar a la protección del principal. Y muchos inversores buscan que sus bonos cumplan más de uno de estos objetivos”, detalla Tucker. Éste añade que la respuesta correcta a esa pregunta inicial “puede variar dependiendo de la edad, necesidad de rentas, tolerancia al riesgo y otros factores”, pero da un consejo muy directo: “No importa qué pregunta es para ti, ajústate a ese objetivo. No te sientas tentado por la última tendencia de inversión que esté de moda o por las inversiones que esté haciendo tu vecino”. Éste es un consejo esencial en el manual de todo buen asesor: que tu inversión se acomode a tus objetivos vitales.

No obstante, a veces las circunstancias del mercado vuelven difícil seguir un manual. Es el caso del mercado actual, y Tucker admite que “puede ser difícil que tus bonos consigan alguno de esos objetivos”. Pone algunos ejemplos: el bono estadounidense a diez años terminó enero con una rentabilidad del 2,45%; “aunque proporciona diversificación en una cartera de renta variable, tampoco ofrece mucha rentabilidad”. Otra opción que tienen actualmente los inversores es invertir en el 5% que ofrecen algunos bonos high yield, “pero entonces puede que sacrifiques algo de diversificación y a cambio introduzcas más volatilidad en los retornos”. “En 2006 los tipos de interés estaban en el 5,25%. Por aquel entonces, una letra del Tesoro a tres meses ofrecía una rentabilidad del 5%. Eso es una fuente de rentas y de baja volatilidad. El mercado actual no ofrece las mismas oportunidades. Por tanto, sé preciso sobre lo que quieres que cumpla tu inversión en renta fija. Mantén expectativas realistas y cíñete a tu objetivo”, recomienda el responsable de iShares.

#2 Realizar inversores que no cumplen con los objetivos de inversión

“Puede parecer muy sencillo, pero os sentiríais sorprendidos con la frecuencia con la que la gente se confunde”, afirma Tucker. Pone un ejemplo: estás jubilado y has ahorrado lo suficiente como para tener un colchón confortable para los años venideros. Los bonos que tienes en cartera primordialmente tienen como misión proteger el principal. “Si ese es tu objetivo, puede que la deuda emergente no sea el sitio adecuado donde poner una parte importante de tu dinero. La deuda emergente puede ser una gran fuente de rentas en una cartera diversificada, pero no si lo que buscas es baja volatilidad”, indica el experto. Éste cree que la opción más adecuada en este caso sería más bien un fondo de renta fija de corta duración.

Tucker aporta un consejo para evitar esta clase de tentaciones: “Tomarse una pausa después de haber construido la cartera. Antes de invertir, volver a revisar las opciones y hacerte algunas preguntas: ¿cumplieron su objetivo las inversiones que hiciste finalmente? ¿se complementaron bien con el resto de la cartera?”. Para el responsable, este pequeño examen de conciencia es “un paso sencillo, pero de valor incalculable para asegurarte de que vas cumpliendo con tus objetivos”.

#3 Vender bonos cuando suben los tipos de interés

“Con demasiada frecuencia, los inversores están tentados de actuar como si sus inversiones tuvieran pérdidas. Y habitualmente, cuando los tipos suben, los precios de los bonos y los fondos de renta fija caen”, comenta el representante de iShares. De hecho, este afirma que esta tentación “puede ser especialmente fuerte con los ETF, porque puedes consultar los precios en el intradía”. Por tanto, para aquellos que tengan esta tendencia, les recomienda “pensar en tus objetivos de largo plazo cuando revises tu cartera”. “Los ETF proporcionan transparencia y libertad de trading, pero eso no significa que debas venderlos o reequilibrar posiciones con más frecuencia. No dejes que la disponibilidad de información te distraiga y te aparte de tu plan de inversión”, añade.

De hecho, Tucker afirma que los inversores de ETF de renta fija deben saber que “los tipos de interés al alza pueden en realidad ser buenos para los inversores de largo plazo”. Se refiere a la siguiente relación: “Cuando los tipos suben, al principio el precio del fondo cae. Pero cuando el fondo empieza a reinvertir los flujos de caja en los bonos con una rentabilidad más alta, esto impulsará con firmeza a la renta. Con el paso del tiempo, esta renta aumentada puede potencialmente compensar la caída inicial de los precios”. Para que el inversor se haga una idea, el responsable explica que un fondo con una duración de cinco años puede necesitar hasta un lustro para recuperarse de esa subida de tipos. Pero, una vez pasado este tiempo, si el fondo sigue invirtiendo en bonos con rendimientos más elevados, entonces empezará a compensar la inversión en renta fija, de ahí que sea una opción que deban considerar los inversores de largo plazo.