Trea AM busca operaciones a nivel europeo y centra el 2019 en la venta de producto propio

Antonio Muñoz-Suñe, Trea AM
Cedida

Trea AM cerró el 2018 con 4.400 millones de activos bajo gestión y 650 millones de euros de crecimiento patrimonial, tras sufrir un efecto de mercado superior a los 200 millones. Para el próximo año, la gestora confía en seguir con un crecimiento orgánico inherente en sus alianzas con Cajamar y Mediolanum, y centra el foco de aquí a los próximos tres años en la venta de producto con marca Trea.

“Con Mediolanum y Trea la maquina ya está engrasada”, destaca Antonio Muñoz-Suñe, consejero delegado y director de Inversiones de la gestora. “Estamos a un paso de los 5.000 millones y hemos consolidado nuestro negocio”, considera. El próximo gran paso, destaca, será dar el salto a un operación corporativa en la Europa Continental.

Operaciones corporativas en Europa

A lo largo de los últimos meses, la firma ya ha estado analizado distintas alternativas de negocios independientes en Francia, Holanda, Luxemburgo o Portugal, todas ellas sin éxito. Tal y como reconoce Muñoz-Suñe, no tienen necesidad de hacer ningún trade al menos que las sinergias y la combinación con su negocio actual sea bueno. “Las operaciones vistas no aportaban mucho al EBITDA del negocio una vez fusionado. Buscamos que tengan un equipo de gestión bueno o activos y canales de distribución que no tengamos”, admite.

“Creemos que las boutiques independientes serán el futuro, algo que ya se ha dado en Reino Unido y EE.UU. y está pasando en Francia, que lidera la desbancarización”, explica el consejero delegado. Además, piensa que quedan pocos países donde se puedan explorar mandatos de marca blanca, un negocio donde han sido muy activos en España, con los acuerdos alcanzados con Mediolanum y Cajamar hace nueve y cuatro años, respectivamente. “No hay nada obvio sobre la mesa, además se ha calentado el tema después de las operaciones de Mutua”, apunta.

En este contexto, opina que las aseguradoras serán compradoras natas de negocios de gestión de activos y cataloga a los bancos como destructores. En este proceso de desintermediación bancaria, Trea AM quiere jugar un papel importante con la venta de producto propio.

Venta de fondos con marca Trea AM

En este sentido, la gestora dedico el 2018 a reforzar su estructura con nuevos equipos de renta variable española y europea, con el objetivo de reforzar su posicionamiento como boutique multi class. La entidad ya tenía un equipo reconocido en la gestión de renta fija, especialmente en crédito.

Con la estructura montada, y un equipo comercial más amplio, la entidad pone ahora el foco en distribuir sus fondos con marca Trea, disponibles ya operativamente en todas las plataformas.

Un canal potencial de crecimiento estará en inversores que han acudido en los últimos años a proyectos de renta variable como Bestinver, azValor AM, Cobas AM, Magallanes o EDM, entre otros. La entidad identifica una bolsa de patrimonio de 15.000 millones donde hacerse un hueco.

A cinco años vista, el objetivo comercial está en pasar de los 140 millones de volumen que reúnen ahora sus fondos tradicionales a los 500 millones. Tampoco descartan alianzas con EAFI y agencias y sociedades de valores a las que suministrarles sus productos. En este sentido, quieren posicionarse como gestoras puras y duras, y renuncian a entrar en el negocio de asesoramiento.

Q-Renta

Otra vía de negocio a desarrollar será con Q-Renta. La gestora asumía la gestión de los ocho fondos y compartimentos especiales abiertos tras la crisis de liquidez que vivieron el pasado verano por su alta exposición a valores poco líquidos del MAB.

Ahora mismo están en fase de dar liquidez a la parte ilíquida de estos vehículos y de las posiciones en directo que tenían algunos de sus clientes en estos valores, para los que se ha creado un fondo de inversión libre. La parte líquida de Q-Renta aporta 60 millones a la firma, que están siendo traspasados a su fondo Trea Balanced.