Threadneedle: la renta variable europea resulta atractiva

Para William Davies, responsable de renta variable europea de Threadneedle, el primer trimestre de beneficios en Europa ha sido más fuerte de lo esperado, razón por la que en la gestora han aumentado sus perspectivas de crecimiento en Europa desde el 1,5% al 1,9%. En este escenario de mayor crecimiento, considera que las valoraciones son atractivas, a menos de 10 veces los beneficios del próximo año, lo que indica que “o los beneficios tienen que caer o el mercado está particularmente barato”.

Para la gestora, aunque hay argumentos que sugieren que la macroeconomía llevará a Europa a una menor actividad que la estimada, las perspectivas de crecimiento son mayores de las previstas, sobre todo en compañías de la llamada Europa “core”.

“Con una rentabilidad de casi el 4% este año y a un PER de menos de 10 veces los beneficios de 2012, creo que las acciones del continente están atractivas”, afirma Davies, considerando que las cuentas de las firmas no financieras siguen siendo fuertes y que firmas que no necesitan el dinero tienen la oportunidad de pedirlo prestado muy barato. “Creo que las empresas utilizarán el bajo coste de la deuda para invertir en sí mismas y en otras compañías con el objetivo de aumentar sus retornos”, comenta.

Aun sí, explica que la confianza en la periferia sigue cayendo, pues en Grecia los diferenciales siguen ensanchándose, mientras en Italia la respuesta a la advertencia de S&P ha sido marcarse como objetivo el equilibrio presupuestario para 2014  y España ha sido sacudida por el cambio electoral. “Los titulares siguen concentrándose en la insostenibilidad del nivel de deuda en Grecia, Irlanda y Portugal. El debate sobre el final del fuego parece prematuro pero ahora parece que hay una mayor aceptación sobre la posibilidad de que Grecia quiebre, reestructure la deuda o algo intermedio. El “si” ha sido sustituido por el “cuándo y el cómo”, comenta.

En Threadneedle consideran que las autoridades lo retrasarán hasta que el sistema financiero del continente esté más fuerte o hasta que una mayor proporción de deuda esté en manos del BCE y otras instituciones del continente.  Para la gestora, el riesgo de contagio a España o Italia a través de un ensanchamiento de los spreads de crédito estaría injustificado.