Thorsten Winkelmann: “El ciclo está muerto”

Thorsten Winkelmann (Allianz Global Investors)
Foto cedida

Thorsten Winkelmann es un gestor de en el que los inversores españoles tienen depositada una gran confianza. Su fondo, el Allianz Europe Equity Growth, es actualmente el producto de renta variable conducido por una entidad internacional con más patrimonio en España. Economista de profesión, Winkelmann reconoce que su carrera poco le ha servido en su trabajo como gestor. “La lección más importante que he extraído es que predecir la evolución de la economía es imposible. Es algo que ni se puede ni se debe hacer. Simplemente sirve para explicar el pasado, no para pronosticar el futuro”, afirma.

Eso no significa que tenga su propia visión. A su juicio, “el ciclo está muerto. No hay ciclo. Está muy condicionado por los bancos centrales. Es muy insano”, lamenta. Pero eso no es algo que afecte a su proceso, ya que, tal y como subraya, “la macro no juega ningún rol en cómo construimos y gestionamos la cartera. Nuestro proceso está basado en el stock picking”.

Winkelmann no es un gestor al que le gusten las etiquetas. No cree en la diferenciación entre growth y value. “Te llames de una manera o de otra, lo importante es el proceso que sigues a la hora de invertir. Eso es lo que marcará la rentabilidad de tu fondo. Un gestor necesita adherirse a un estilo que le permita hacerlo bien en cualquier entorno de mercado y muchas veces las etiquetas no expresan tu filosofía. Cuando buscas en Google qué es value investing, te aparece Warren Buffett, pero él no es un inversor value. Presta atención al precio, pero busca crecimiento. De igual forma, cuando se piensa en growth, inmediatamente se asocia con valoraciones elevadas, pero eso no es lo que yo hago”, explica.

Lo que busca el gestor para la cartera del Allianz European Growth, fondo con Sello Funds People en 2020, con las calificaciones de Favorito de los Analistas y Blockbuster, son compañías de calidad en donde encuentre la visibilidad suficiente como para poder augurarles un crecimiento sostenido de los beneficios a largo plazo, entendiendo como largo plazo periodos comprendidos entre los cinco y los 10 años. “Si preguntas a un inversor qué es calidad te hablará de barreras de entrada, marcas reconocidas… yo traduzco calidad como visibilidad”.

Winkelmann explica que, en los mercados, nadie puede caminar sobre el agua. “El futuro es incierto, pero puedes poner el énfasis en cómo operan las compañías, cómo están posicionadas, entender cómo generan sus beneficios, en qué áreas del negocio están invirtiendo, hablar con la tercera línea de su equipo directivo… Eso te aporta mucha información y detalles sobre el futuro de la compañía, lo que unido al efecto del interés compuesto, te permite crear una cartera de valores con un gran potencial alcista. Esto solo se consigue siendo pacientes, ya que el compounding a largo plazo solo funciona cuando mantienes la compañía durante mucho tiempo”.

A este respecto, la rotación de cartera es muy baja, situándose en torno al 15%. Algunos de los valores que tenemos en cartera llevan más de una década en ella. “No vender un valor también es una decisión de gestión activa”.

Para cada posición en cartera, maneja implícitamente un precio objetivo, pero ésta tampoco es una regla que le guste seguir especialmente a raja tabla. “No se trata de discutir en el equipo si el precio objetivo de un acción debe ser de 5,90 o de 6,10 euros. Ésta no es la cuestión. Tampoco de si debemos sobreponderar o infraponderar un valor en cartera. Lo verdaderamente relevante es determinar, por un lado, cuál es tu nivel de convicción y, por el otro, analizar su potencial. Si haces esto te va a resultar muy sencillo hacer un ranking en función del peso que debe tener cada valor en cartera. Cuando le preguntas a un gestor cuál sería la cartera que construiría si le dieses ahora mismo un millón de euros, la respuesta correcta a esa pregunta debería ser como la que tiene actualmente”.

Esta estrategia basada en la convicción y el recorrido alcista que le presuponen a un valor, también les permite tomar decisiones de inversión más rápidamente y de forma mucho más eficaz, sabiendo exactamente en qué holdings deberían incrementar posiciones cuando se producen correcciones de mercado severas. Esa fue la clave del éxito de la buena rentabilidad generada por el fondo en 2019, año en el que ganó un 34,4% (clase CT en euros).

Para explicar mejor su estrategia, pone un ejemplo. “Imaginemos una compañía cuyas acciones suben un 20% en bolsa, pero que no ha visto variar sus fundamentales, ni sus perspectivas. Simplemente, su precio en el mercado ha aumentado. Cuando eso sucede, lo mejor que puedes hacer es reducir exposición al valor, coger ese dinero e invertirlo en otra compañía en la que tengas convicción y aprecies potencial alcista”.

El mercado bursátil en el que cotizan las compañías es un aspecto que no tiene relevancia en su proceso. “El lugar donde la empresa tiene su domicilio no me dice nada de cómo opera, de dónde lo hace, de dónde provienen sus beneficios… Las compañías europeas generan entre el 38% y el 39% de sus ingresos en Europa, el 32% en Norteamérica y el resto en Asia y los mercados emergentes. La exposición de nuestra cartera en este sentido es muy similar, con una ligera infraponderación del 1% hacia Europa y sobreexposición del 1% a Estados Unidos y Canadá. Este dato es más relevante que el domicilio fiscal”.

Las razones por las que vende una compañía pueden ser diversas. Puede ser porque la convicción en el valor ya no sea la misma o porque la valoración haya cambiado. “Aunque como gestor del fondo tengo la última palabra, lo importante es que los movimientos en la cartera están basados en decisiones de equipo, resultado de amplios consensos. En este sentido, cuento con profesionales muy capacitados para generar ideas, con plena libertad para buscar allí donde quieran y para decir lo que piensen. Lo que me aseguro es de crear un entorno propicio en el que podamos compartir esa información. Huyo de las reuniones formales. Prefiero debatir ideas en torno a un desayuno o un almuerzo. Las ideas fluyen de manera mucho más distendida. Es algo que he empezado a hacer últimamente”.

Es la receta del gestor del Allianz Europe Equity Growth, un fondo que en los últimos 10 años ha generado una rentabilidad anualizada neta del 9,8%, batiendo en 1,03 puntos a la media de su categoría y en 0,92 al índice de referencia.