Tres áreas en las que las gestoras tienen que trabajar si quieren sobrevivir

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Dan Ruscoe, Flickr, Creative Commons

Estamos en un entorno muy cambiante repleto de desafíos para la industria de gestión de activos. La disrupción tecnológica, el fuerte crecimiento que está experimentando la gestión pasiva y el tsunami regulatorio son factores que, de una forma u otra, están contribuyendo a elevar los costes y a reducir los ingresos de las entidades, derivando en una significativa presión en los márgenes. Esto está teniendo como primera consecuencia un fenómeno de concentración en el sector, en el que las gestoras buscan sinergias y ganar escala para contar con ventajas competitivas que les permitan mejorar su posicionamiento en este difícil entorno. La compra de Pioneer Investments por parte de Amundi, la fusión entre Henderson y Janus y la integración de Aberdeen y Standard Life son las operaciones más relevantes que se están desarrollando en la actualidad.

Sin embargo, ésta no sería la única vía que las entidades tendrían para sortear los desafíos que tienen por delante. En el Fund Fórum celebrado en Berlín, Diana Mackay ha expuesto tres áreas en las que considera las gestoras deben trabajar para sobrevivir y superar con éxito los desafíos a los que se enfrenta la industria.

La consejera delegada de Mackay Williams, consultora especializada en la industria de gestión de activos, identifica en primer lugar el producto. Más concretamente, focalizarse en contar con una gama óptima capaz de ofrecer resultados por encima del mercado o que aporten valor al cliente. Aquí cada entidad definirá su estrategia, pero lo que parece cada vez más evidente es que el expertise en la clase de activo será la gran baza que jugarán las gestoras. Algunas entidades están optando ya por rediseñar su negocio y centrarse en campos muy determinados e ignorar otros donde consideran que no tienen ni las habilidades ni los recursos para ofrecer soluciones de inversión a sus clientes de calidad. Un ejemplo es La Française AM.

Con apenas 65.000 millones de euros en activos bajo gestión, la firma francesa tiene muy claro de qué modo quiere crecer. En una entrevista con Funds People que será publicada en la edición impresa de la revista de julio/agosto, su director general, Patrick Riviere, reconocía que la gestora se focalizará en desarrollar soluciones de inversión que den respuesta a las demandas de los inversores en el actual entorno de bajos tipos de interés, principalmente centradas en real estate y retorno absoluto. Para el responsable, ahí está la gran oportunidad, ya que se trata de segmentos en los que la competencia es menor y donde la firma podrá mantener márgenes.

La estrategia perfilan desde La Française pasa claramente por tratar de evitar las áreas más concurridas de la industria y también aquellas donde la gestión pasiva está teniendo una penetración más fuerte, que son precisamente los mismos segmentos donde la gestión activa se ha encontrado con más dificultades para batir al índice de referencia, como es el caso de la renta variable estadounidense. Un gráfico presentado por Mackay Williams permite conocer, de una forma muy rápida y simple, cuáles son exactamente las categorías donde las gestoras tienen más fácil poder seguir trabajando en su labor de aportar soluciones de inversión a sus clientes y las categorías donde les resultará más complicado por la presión que ejerce la gestión pasiva.

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La segunda técnica que apunta Diana Mackay para que las gestoras puedan adaptarse al nuevo entorno sin morir en el intento guarda relación con la marca y, más concretamente, con su potenciación. La marca es algo que las gestoras deben cuidar con mimo, ya que de la mejor o peor percepción que los clientes tengan de ella dependerá en buena medida el que suscriban o no el producto. Lo dice el informe Fund Brand 50 que año tras año muestra cuáles son los factores que más condicionan a los selectores a la hora de elegir el producto. En 2015 los selectores situaron la preferencia por la marca en primer lugar, una posición que mantuvo en 2016, por encima incluso de factores como la calidad del producto o su coste.

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Que los clientes conozcan la marca y tengan una positiva percepción de ella es fundamental. “Algo que el inversor va a evitar a toda costa son los riesgos reputacionales, por lo que buscará aquellas entidades que le ofrezcan solidez y estabilidad”, afirma Gonzalo Rengifo, director general de Pictet AM para Iberia y Latinoamérica. Esto, en sí mismo, podría ser una importante barrera de entrada, lo que contribuiría a que –salvando las operaciones de fusiones y adquisiciones que se pudieran producir- el ranking de las mayores gestoras por activos experimentase pocos cambios durante los próximos años.

La tercera y última táctica identificada por Diana Mackay hace referencia al servicio. “Tradicionalmente, el producto ha sido el núcleo central de la industria de gestión de activos, pero el futuro está en operar como una industria de servicios”, indican desde la consultora. De hecho, un gestor de carteras discrecionales suizo consultado por Mackay Williams afirma que, de aquí en adelante, vender servicios de asesoramiento será determinante para los proveedores. “Espero mantener una buena cooperación con nuestros proveedores de fondos no solo acompañando a los clientes a eventos y presentaciones, sino que también teniendo una comunicación efectiva sobre ideas de inversión”.

En este sentido, parece claro que las gestoras tendrán que hablar menos de producto y más de ideas. Esa es la tendencia, tal y como reconocían los responsables de las principales gestoras internacionales en España en una mesa redonda organizada por Funds People y que podrán leer en la edición número 100 de la revista.