Encuentro de ideas sobre el auge del populismo, la inseguridad alimentaria, la geopolítica de las renovables y la reforma de la UE

Summit Natixis 2018
Foto cedida

La conferencia anual de Natixis IM quería en su edición de 2018, ir más allá de la presentación de productos o del repaso a los mercados. En palabras de su CEO, Jean Raby, lo que buscaban era un encuentro de ideas. Y lo hubo. Encuentro e ideas, y de lo más diverso. Recogemos en este artículo algunas de ellas.

En la sesión inugural, Zeid Ra’ad Al Hussein, príncipe jordano que fue responsable de Derechos Humanos en la ONU y el ex Presidente de Colombia Juan Manuel Santos hablaron sobre los retos del nuevo orden geopolítico mundial. En opinión de Santos, los mayores desafíos son el cambio climático, el auge de los nacionalismos y la falta de acción o solidez de las instituciones sobre las que descansa el orden mundial.

Sobre el auge de los nacionalismos y el populismo, Zeid Ra’ad Al Hussein, mostró su preocupación sobre que “pueda ser un tren que se ha puesto en marcha y ya no se pueda parar”, mientras que Santos considera que “estamos ante los efectos del movimiento del péndulo, y hay en que insistir y seguir insistiendo en la importancia de los argumentos contra las emociones”.

Y a pesar de la llegada al gobierno de muchas de estos movimientos nacionalistas, Santos cree que hay algo de esperanza en el liderazgo y el impacto que está demostrando el activismo de base en muchos países.

En un panel sobre migraciones y demografía, Joseph Coughlin, director del MIT AgeLab, comenzó hablando sobre las consecuencias de la longevidad de la población. Según sus proyecciones, en 2027 ya habrá más personas mayores de 50 años que menores de 15. No es sólo que vivamos más, además nacen muchos menos niños. Ahora bien, teniendo esto en cuenta, hay que hacer varias reflexiones, según el experto. “Envejecemos de forma muy distinta a nuestros padres y gracias a los avances de la medicina llegamos mejor a la tercera edad, pero este período puede llegar a suponer una tercera parte de toda nuestra existencia, por lo que hay que plantearse un cambio en la forma de afrontarlo”. En su opinión, trabajaremos más tiempo y tendremos que estar preparados para cambiar varias veces de carrera en nuestra vida, por lo que tendremos que estar en un proceso de educación permanente.

Por su parte, Ertharin Cousin, ex directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas y profesora en la Universidad de Stanford, señaló al cambio climático a sus efectos en la seguridad alimentaria como un factor al que hay que prestar mucha más atención a la hora de considerar los fenómenos migratorios. “Las tecnologías que ayudan a adaptarse al cambio climático no están llegando a los más pobres y vulnerables. Es fundamental que haya más inversión en lo referente a la agricultura. Hay mucha inversión destinada a la salud, pero hay que repensar lo relativo a la producción de alimentos y la cadena de valor y suministro, y para eso es necesario contar con inversión pública y privada”.

En el encuentro sobre el impacto de las energías renovables sobre la geopolítica mundial, Meghan O’Sullivan, profesora de la Harvard Kennedy School of Government, apuntó a que hoy en día las energías limpias suponen dos tercios de la inversión total en energía, aunque los combustibles fósiles todavía hacen frente al 81% de las necesidades energéticas mundiales.

Para la experta, “no es la primera transición energética que vive el mundo, aunque es distinta. En las anteriores, el cambio de la fuente de energía coincidía con un fuerte aumento de la demanda. Hoy no existe ese fuerte aumento de la demanda, por lo que las nuevas energías tienen que llegar con un coste menor”.

Sobre el impacto de la sustitución de combustibles fósiles por energías renovables, O’Sullivan considera que los países se volverán más auto-sostenibles y menos dependientes, lo que quizás contribuya a un escenario más estable, pero también menos globalizado, ya que la energía supone un tercio del comercio mundial.

En la transición habrá países ganadores y perdedores, y también hay que considerar que vamos hacia un mundo mucho más electrificado, lo que supone un reto “las redes de distribución supondrán un reto para muchos países, porque además podrían usarse para transportar otras cosas como voz y datos… ante ese potencial de control, por qué modelo de red eléctrica optarán los estados? ¿local o regional? Los vecinos serán algo mucho más importante”, considera la experta.

Y sobre vecinos habló Guy Verhofstadt, líder del grupo liberal demócrata del Parlamento europeo y ex primer ministro de Bélgica. En un panel sobre el futuro de Europa, manifestó que la organización institucional de la UE no funciona porque hace imposible tomar decisiones. Además, en su opinión, no hay una UE, sino diversos grupos de países con intereses diversos y a veces contrarios. Estos problemas hay que arreglarlos porque si no, “en tres o cuatro años no vamos a poder frenar el auge del nacionalismo, y va a volver de forma mucho más fuerte”, apuntó. Algo que en su opinión sería lamentable, ya que la UE es un buen modelo para la paz y la prosperidad.

Paz y prosperidad. Dos buenas ideas en un encuentro lleno de ellas.