Sostener el impulso de la inversión responsable

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Foto cedida

TRIBUNA de Valentijn van Nieuwenhuijzen, Chief Investment Officer NN Investment Partners. Comentario patrocinado por NN IP.

Estamos plenamente convencidos de las ventajas de integrar la información referente a los aspectos medioambientales, sociales y de buen gobierno (ESG) en el proceso de inversión. Tenemos muy claro que estas cuestiones afectan a la cotización de las acciones, así como a los rendimientos y a los diferenciales de rentabilidad de la deuda corporativa, no menos que a los rendimientos de la deuda soberana. La aplicación o no por las empresas de criterios de responsabilidad en estos ámbitos es relevante porque repercute en su competitividad y, con ello, en la evolución a largo plazo de las carteras de inversión.

En último término, una estrategia de inversión responsable aspira a contribuir a un sistema financiero global más sostenible en interés de todas las partes. Para integrar con éxito los criterios ESG, las gestoras de fondos han de vincular las cuestiones que importan a largo plazo con la creación de valor por las empresas en las que invierten. La pregunta central que nos hacemos ante una empresa es: ¿hasta qué punto es sostenible su creación de valor?

Integrar los criterios ESG va más allá de la mera garantía de que estos formarán parte de hecho del proceso de inversión.

Nuestro objetivo es lograr unos resultados mejores y más sostenibles gracias a la adecuada incorporación, en todos los niveles del proceso inversor, de la información ESG relevante, En nuestra opinión, el resultado es un enfoque de inversión más completo, dotado de una mayor perspicacia, que presenta al mismo tiempo una oportunidad de mejorar la relación rentabilidad/riesgo.

Principios básicos

Los Principios para la Inversión Responsable de Naciones Unidas (UNPRI) y el Instituto CFA señalan cuatro etapas en el proceso de convertirse en líderes en integración de ESG tanto en renta variable como en deuda empresarial:

  • la información financiera y ESG.
  • los principales factores financieros y ESG.
  • Evaluar el potencial impacto de estos factores en el desempeño económico, nacional, sectorial y de la empresa.
  • Tomar decisiones de inversión que consideren todos los factores relevantes, incluidos los criterios ESG.

En el caso de una gestora de activos, la integración plena de ESG pasa por incluir estas cuatro actividades en el proceso decisor en relación con todas las clases de activos.

La integración de ESG incluye aceptar que estos factores representan un elemento central tanto del valor como del riesgo de una empresa. Es indudable que esta integración admite distintos grados y múltiples niveles de progreso. Existen no pocos malentendidos sobre la integración de ESG y sobre su efecto en los precios del mercado.

No falta quien confunde la integración de ESG con enfoques tradicionales de inversión ética basados en la selección negativa y centrados en excluir ciertas empresas o segmentos de la industria. En realidad, se trata de invertir con sentido común. Si acaso, la integración de ESG es más cuestión de inclusión que de exclusión.

La necesidad de progreso en la mentalidad de los inversores

La integración de ESG no debería quedarse a nivel de análisis, sino que debería formar parte también de la construcción de la cartera. Dada la importancia de la información ESG, sobre todo como ampliación natural del análisis financiero de la inversión, esta información debe incorporarse en todas las fases del proceso inversor para aprovechar todo su potencial.

Al integrar de manera explícita y sistémica los factores ESG en el proceso inversor estamos en mejores condiciones de alcanzar una comprensión plena de la viabilidad del modelo de negocio de una empresa. Combinar el análisis financiero tradicional con el análisis ESG puede brindar potentes intuiciones que permitan identificar empresas con un nivel atractivo de valoración y correctamente gestionadas. Tal perspectiva holística, obtenida gracias a la incorporación de factores ESG, reduce los riesgos y mejora el potencial alcista de la cartera.

El análisis no debería quedar limitado por una excesiva atención a la falta de datos ESG coherentes y de alta calidad. Los inversores con mentalidad progresista deberían tratar de relacionar los datos de sostenibilidad disponibles con los datos financieros para desarrollar mejores intuiciones. En lugar de esperar a que los datos de ESG sean perfectos, es mejor enfocarse en los factores correctos que permiten comprender mejor la creación de valor.

Consideramos la asimetría de la información de ESG como una oportunidad en términos de los datos que exploramos, así como de la forma en que los incorporamos a nuestro proceso de toma de decisiones de inversión. Al hacerlo, utilizamos activamente numerosos datos ESG alternativos y recurrimos a modernas técnicas de recopilación de datos para afianzar nuestra convicción de inversión. De esa manera, la integración de ESG, antes que ser un impedimento, facilita más bien un futuro sostenible y atractivas rentabilidades de inversión.