Sorpresas para 2011

Recientemente celebramos una reunión para presentar nuestras recomendaciones y expectativas de inversión para los próximos doce meses. Con independencia de que nuestro punto de partida es que los activos con riesgo, tanto en renta fija como en renta variable, serán los ganadores en rentabilidad los próximos meses, es el mix de los mercados de renta variable lo que más sorpresa deparó a la audiencia.

Tras dos años de comportamiento espectacular de las bolsas emergentes y americanas, creemos llegado el momento de incrementar nuestras posiciones en Europa y Japón. No sólo concurren factores fundamentales positivos de valoración en estas dos zonas geográficas, sino que el excesivo optimismo y complacencia, unido a los fuertes flujos de entrada de los últimos meses en las bolsas americanas y emergentes, nos hace rebajar nuestras expectativas de revalorización para los próximos meses en estas dos últimas áreas. Sin duda la obtención aquí de un doble dígito de rentabilidad será tarea difícil.

Japón se está posicionando para lo que creemos puede ser la gran sorpresa en rentabilidad dentro del grupo del G7 para los próximos meses. Entre los factores positivos destacaríamos los siguientes:

  1. La valoración en términos de PER del mercado es semejante a la del resto de países occidentales, unas 13x. Olvidemos ya las valoraciones de 30-40 veces de hace unos años. Si atendemos a otros indicadores de valoración, vemos como el free cash flow es el más alto a nivel global, cercano al 9%, mientras que el ratio precio valor en libros es el más bajo dentro de los países occidentales, un 1.17. Estos ratios son, en términos relativos, los más atractivos vistos en Japón en los últimos 30 años. No está mal como punto de partida.
  2. Las compañías japonesas son, actualmente, las que tienen mejor posición de caja neta, suponiendo de media un 24% de su capitalización bursátil. Para hacernos una idea de este nivel, la media mundial está alrededor del 12% y las compañías americanas sobre el 7.5%. Esta situación las sitúa en una posición envidiable ante un entorno de subida de tipos de interés global.
  3. Japón es una de las maneras más baratos de invertir en el crecimiento de Asia. Más del 55% de las exportaciones van a esta zona y China supone un 20%. Mientras, Estados Unidos copa el 16% de las exportaciones.
  4. La actividad empresarial se está reactivando de manera bastante agresiva, con movimientos de concentración empresarial, véase el caso de la industria del acero, y el número de MBO y MBI se ha incrementado significativamente en los últimos 12 meses.
  5. Japón es el área geográfica más infraponderada a nivel global por los inversores institucionales. Cualquier cambio de recomendación supondría un flujo importante de liquidez al mercado.

Es cierto que las dudas sobre la salud de las finanzas públicas ponderan de manera significativa sobre la economía, con una deuda sobre PIB del 225%, pero también es cierto que el 95% de la deuda pública está en posesión de actores domésticos, lo que facilita su mantenimiento y renovación, al menos en el corto y medio plazo. Sólo un proceso de devaluación controlada del Yen facilitaría indirectamente la solución a este problema, y es por ello por lo que recomendaríamos la inversión en Japón con la divisa cubierta.