Sorpresa dovish de la Fed: reduce a la mitad las subidas de tipos previstas para 2016

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BrookingsInst, Flickr, Creative Commons

Cuando parecía que Janet Yellen iba a aprovechar la ventana de oportunidad dada por los últimos datos macro para dejar la puerta abierta a la primera subida de tipos de interés en 2016, la presidenta de la autoridad monetaria de Estados Unidos ha decidido establecer un calendario más acomodaticio del inicialmente previsto para normalizar su política monetaria, anticipando ahora dos subidas de 25 puntos básicos cada una de los tipos de interés (y no cuatro) en 2016. “La información recibida desde que el Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC) se reunió en enero sugiere que la actividad económica se ha estado expandiendo a un ritmo moderado a pesar de los acontecimientos en la economía global y en el sector financiero de los últimos meses”, afirmaba el comunicado emitido por la institución. En él se incide en datos macro positivos como el consumo de las familias, el sector inmobiliario, la creación de empleo o el repunte de la inflación. 

Sin embargo, la Fed sorprendió al mercado al rebajar ligeramente sus previsiones sobre el crecimiento de EE.UU., desde el 2,5%- 2,3% previo al nivel del 2,3%- 2,1%. En los momentos posteriores al comunicado del FOMC (y previos a la rueda de prensa de Janet Yellen), el dólar se debilitó contra el euro y los treasuries experimentaron un pequeño rally. El principal argumento de la Fed fueron los posibles riesgos contenidos en el repunte de la volatilidad en los últimos meses y sus efectos sobre la economía estadounidense, un argumento que en cierto modo recuerda al esgrimido en la reunión del FOMC del pasado mes de septiembre. Hasta el momento, el mercado estimaba como mucho dos subidas de tipos este año. Y eran cada vez más los que empezaban a descontar una o ninguna. El pulso, en esta ocasión, volvieron a ganarlo los mercados. ¿Qué va a pasar a partir de ahora?

“El entorno económico, financiero e internacional debería animarle a reconsiderar una nueva subida de los tipos de referencia más pronto que tarde”, opinan desde Groupama AM. Utilizan como argumento lo favorable de los datos relativos al empleo (4,9%), el crecimiento (el PIB del cuarto trimestre se ha revisado del 0,7% al 1%) y la inflación (2,2% subyacente), junto con la reciente mejora del entorno internacional – especialmente por el lado de China- y el entorno del mercado: “El dólar, los mercados bursátiles y los diferenciales de crédito están más o menos en el mismo nivel que en diciembre de 2015; los precios de las materias primas se han estabilizado o incluso rebotado, permitiendo mantener las expectativas de inflación en el mismo canal desde mediados de enero”, explican.

No obstante, en Groupama AM consideran que el dato clave son las cifras de inflación: “La inflación subyacente fue del 2.3% en febrero, mientras que la media a tres meses de las variaciones mensuales de la inflación subyacente subió un 0.27% (3.2% anualizado) y la media a 6 meses fue del 0.23% (2.8% anualizado). Las cifras son sólidas y vienen acompañadas de una vuelta a la tendencia alcista en los precios de la producción subyacente”.

 “La presidente Yellen debe ir con cuidado. La mejoría reciente de la información macroeconómica le permite mostrar un panorama más benigno a escala global, pero corre el riesgo de acelerar las expectativas de un aumento a las tasas en junio” advierte desde Natixis Global AM David Lafferty, estratega jefe. Éste considera que los recientes movimientos de bancos centrales pueden condicionar más acciones monetarias: “El gobernador Carney podría abordar el tema de la política del Banco de Inglaterra como reacción a las medidas drásticas del BCE la semana pasada”. “Como grupo, los bancos centrales podrían no lograr mucho esta semana, pero sus proyecciones deberán ser firmes y claras”, concluye Lafferty.
 
No luche contra la Fed

No ha sido el único mensaje dovish del banco central. La mayor sorpresa fue la decisión de la Fed de reducir el ritmo de la subida de tipos: si en la reunión de diciembre el gráfico de los puntos – que refleja dónde creen que estarán los tipos de interés los miembros del FOMC- proyectaba cuatro subidas en 2016, hasta el 1,5%, el gráfico de la reunión de marzo señaliza dos subidas de tipos, hasta el 1%. Asimismo, los miembros del FOMC creen que 2017 terminará con el precio oficial del dinero en el 2%, frente al 2,5% anterior. Durante la rueda de prensa, Janet Yellen insistió en la necesidad de manejar con máxima precaución el ciclo de subidas de tipos, al partir de una base históricamente baja. Posteriormente, insistió en que los inversores no deberían descartar subidas de tipos en ninguna de las reuniones del calendario del FOMC, incluyendo específicamente a la reunión programada para el mes de abril.

Para los expertos de Aberdeen, la Fed ha optado por sentarse a esperar para ver si mejora el entorno. “Si se mira sólo los datos económicos, entonces hay una fuerte tesis a favor de la subida de tipos. El crecimiento salarial no es genial, pero el resto de los indicadores sugiere que la economía necesita otra subida de tipos. Pero la reciente volatilidad del mercado financiero puede haber dañado a la economía y la Fed sabe bien que volver a subir tipos ahora podría activar otro repunte de la volatilidad”, detallan desde la firma. 

A pesar de esta maniobra inesperada, todavía hay quien cree que el consenso de mercado podría estar subestimando a la Reserva Federal. Cosimo Marasciulo, director de deuda soberana europea de Pioneer Investments, está entre los que piensan así: "La reunión de hoy ha sido interesante. El mercado está poniendo en precio un 50% de probabilidades de que suban los tipos en junio, y que sólo haya una subida de tipos en 2016. Sin embargo, creo que la probabilidad de que suban los tipos en el segundo trimestre es más alta de lo que está valorando el mercado. Una posibilidad sería que subieran los tipos en la reunión de abril".

Marasciulo señala más opiniones que se están haciendo populares entre los inversores y con las que no está de acuerdo: "Hay inversores que están diciendo que, como el BCE y el Banco de Japón han sido muy dovish recientemente, la Fed no puede subir los tipos. Sin embargo, yo creo que es todo lo contrario: si el BCE es capaz de estabilizar a la renta fija, es positivo para la Fed porque así le permite centrarse en su economía doméstica. Además, el euro/dólar no se movió mucho tras la reunión y eso también es positivo, porque la Fed no quiere que el cambio caiga por debajo de la paridad, quiere estabilidad de las divisas (la presión en el cambio vendría de la parte del dólar)".