Sorpasso a la vista dentro del mundo de la gestión pasiva

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Plush Design Studio, Unsplash

Actualmente, hay aproximadamente 3.300 productos indexados domiciliados en Europa. De ellos, la mayoría (2.300) son ETF, mientras que el resto (1.000) son fondos indexados. Pese a que son minoría, históricamente estos últimos siempre han gozado de un mayor protagonismo en las carteras de los inversores europeos que los fondos cotizados. El patrimonio gestionado por los fondos indexados siempre ha superado al de los ETF. Según datos de Morningstar, los fondos indexados acumulan en estos momentos en Europa un volumen de activos que ronda los 863.000 millones de euros, frente a los 793.000 millones que atesoran los ETF. Es decir: apenas les separan 70.000 millones.

La noticia es que el sorpasso en el mundo de la gestión pasiva está más cerca que nunca porque, aunque ambas tipologías de vehículos siguen registrando entradas de dinero, los ETF las están recibiendo de manera más acentuada. La tasa de crecimiento orgánico de los fondos indexados en el último año, ratio que refleja los flujos en relación a los activos al comienzo del periodo considerado, es del 6,5%. El de los fondos cotizados, en cambio, está en el 9,18%. Traducido a euros, en los últimos doce meses, los fondos indexados captaron en Europa casi 50.000 millones, mientras que las entradas en ETF rozaron los 66.000.

“El interés de los inversores europeos por los ETF parece continuar. Esta tendencia se refleja en el número de productos disponibles, así como en los nuevos lanzamientos. Los activos gestionados por los fondos cotizados están a punto de superar a los de los fondos indexados tradicionales, lo que indica que los inversores aprecian la flexibilidad y la gama de opciones que ofrecen estos instrumentos. Con la llegada de MiFID II, cabe esperar que esta tendencia en Europa continúe en el futuro”, afirma Valerio Baselli, editor de Morningstar en Italia y Francia. El sorpasso en el mundo de la gestión pasiva parece estar a la vista. Fuente del gráfico: Morningstar.

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Según revela un reciente estudio de J.P.Morgan AM, los responsables de la selección de fondos internacionales aumentarán de forma significativa las asignaciones a ETF de sus carteras de clientes en los próximos años. De esta manera, si en 2016 los fondos cotizados representaban el 22% de las carteras de clientes en todo el mundo, en la actualidad los ETF ya representan el 29%. La expectativa de estos profesionales, de acuerdo con el estudio, es que esta cifra se incrementará hasta el 39% en los próximos dos a tres años. En el caso concreto de Europa, el porcentaje dentro de 36 meses se estima que alcance el 34%.

Para identificar los potenciales factores de impulso de esta floreciente demanda de asignaciones a ETF en las carteras de clientes, se preguntó a los responsables de la selección de fondos de gestoras de patrimonios, gestoras de activos, fondos de fondos, banca privada y compañías de seguros sobre cuáles consideraban que eran las principales ventajas de invertir en ETF. El 83% eligieron las comisiones y gastos, seguidas de la flexibilidad de negociación (65%) y la transparencia de las posiciones (40%). Pero... ¿por qué no se aprecia la misma pasión por los fondos indexados?

La respuesta: porque aunque ambas son estrategias de gestión pasiva, que replican índices, en realidad se trata de vehículos que presentan diferencias importantes. En primer lugar, los fondos indexados tienden a tener un TER menor y un mayor coste de compraventa para el inversor que los ETF, que cuentan con un TER mayor y un menor coste de entrada y salida. En este proceso de compra-venta, en los ETF el inversor interactúa con los bróker, mientras que en los fondos indexados lo hace con la gestora. Pero no son las únicas diferencias. Hay más.

Por ejemplo: en los fondos indexados hay clases y pueden pagar retrocesiones, cosa que en los fondos cotizados no. En los primeros, existen volúmenes mínimos contratables, mientras que en los ETF el inversor puede operar desde una participación. En lo que respecta a la transparencia, el ETF permite al inversor tener acceso a la cartera diariamente, mientras que con los fondos indexados suele ser mensual. Estas diferencias entre ambos vehículos hace que el inversor tenga que pararse a estudiar cuál se adapta mejor a sus necesidades. Aunque los dos estén captando dinero, el hecho de que los volúmenes hacia los fondos cotizados estén siendo mayores significa que, por ahora, está viendo más ventajas en ellos que en los fondos indexados.

Es importante tener en cuenta que, a la hora de analizar lo que está ocurriendo en el mundo de la gestión pasiva en Europa, estamos hablando de un sector con una tasa de crecimiento orgánico del 8% (frente al -1,2% de la gestión activa), que atesora un volumen de aproximadamente 1,65 billones de euros, pero que a día de hoy todavía representa una parte pequeña del patrimonio total que existe en el Viejo Continente, con una cuota de mercado del 18% (en Estados Unidos ya ha llegado al 40%, siendo mayoritaria la gestión pasiva en determinadas clases de activo, como la renta variable).