Sobre el Ikat, IPAD y demás excentricidades

El 2011 ha empezado fuerte y enredado en lo que a tendencias se refiere. En apenas un mes, el benjamín del calendario nos ha hablado con la misma convicción tanto de artes ancestrales como de juguetes tecnológicos.

Mientras que Apple nos tiene preparados gadgets tan emocionantes como el versátil mini iPad, la élite del diseño también nos invita a hacer un ejercicio de simplicidad. Muy distante al anterior, eso sí, desde el punto de vista cronológico.

Me refiero a la técnica milenaria de las impresiones Ikat, que se ha colado en muchas de nuestras pasarelas. Los diseñadores acuden a la solera de estos estampados para renovar sus aires étnicos y dar un toque de frescura geométrica a sus looks tribales. Así lo han hecho Dries Van Noten, Gucci, Marc y Balenciaga. Cynthia Vincent también lo ha incorporado a su colección Resort de accesorios de 2011.

El atávico método similar al tie-dye, parece tener sus orígenes en India, Indonesia y Malasia. Y digo parece, porque son muchos los pueblos que tradicionalmente usaban procedimientos similares para teñir tejidos. Sobre todo ciertas tribus de Iberoamérica

¿El resultado? Exótico, lineal y colorido a partes iguales.

Estos motivos artesanales han inundado también el mundo de los complementos. En Nueva York, no debería extrañarnos ver cómo los fashionistas sacan su iPad de una mochila típica de la tribu Wayúu de Colombia y Venezuela: http://nyti.ms/dTYQq2

El interiorismo tampoco escapa a estos motivos remotos en el espacio y el tiempo. Si alguno de vosotros tenía en mente decorar haciendo uso de prints animales y demás aires raciales, debería echar un vistazo a la simplicidad geométrica del Ikat antes de terminar su proyecto: http://bit.ly/fLVXOx

Mi consejo (apto tanto para la calle como para el hogar) es hacer un uso tímido y estratégico del Ikat. Ej: forrar una sola butaca o un par de cojines o llevar un maxibolso Ikat combinado con una camiseta básica y botas lisas de piel. Demasiado protagonismo al Ikat puede resultar arriesgado y dificultar nuestro acierto a la hora de mezclar estampados y texturas.

Con una dosis adecuada, este año podremos sacar nuestro iPad de un bolso Ikat, sin que el tándem tradición-modernidad nos lleve a parecer excéntricos ni excesivos.

 

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