Sin razones para volver a invertir en bonos europeos

“Los mercados de bonos europeos ya no resultan atractivos. O bien ofrecen una rentabilidad muy baja en el caso de los emisores con finanzas públicas sólidas o un riesgo de crédito alto en el caso de los de peor calidad”. Así de contundente se muestra Guy Wagner, director general de BLI - Banque de Luxembourg Investments y economista jefe de Banque de Luxembourg.

 
Wagner gestiona el fondo estrella de la entidad, el BL-Global Flexible EUR, un producto mixto flexible que consigue una rentabilidad anualizada del 3,41% desde su lanzamiento en 2005 (un 25,1% acumulado en los últimos tres años) y que cerró 2011 con una caída del 1,2%.
 
En este fondo, en el último tramo del año pasado, decidieron reducir a cero su exposición a bonos y, aprovechando el repunte de los precios en octubre, se deshicieron de todos los bonos alemanes que aún tenían en cartera. Hoy, el fondo no invierte en renta fija. Wagner considera que, en el momento actual, hay que revisar lo que se entiende por activos libres de riesgo.
 
En BLI consideran que las medidas que han tomado los Estados han suspendido las reglas de la economía de libre mercado y preparan el camino para una economía planificada.
 
“En renta fija, no vemos ninguna solución a la crisis del euro. No queremos ir a los países de la periferia y no vemos un catalizador para volver a los bonos europeos. Las soluciones que se proponen no parece que vayan a arreglar los problemas. Donde sí apreciamos atractivo, por el contrario, es en la renta fija emergente”, asegura Wagner.
 
Emergentes
Los mercados en desarrollo están muy presentes en su inversión en renta variable, con casi un 20% del patrimonio del fondo invertido directamente en empresas de estos países. Pero también de manera indirecta, ya que Wagner apuesta, en los desarrollados, por empresas de alta calidad, poco endeudadas, con elevados márgenes, atractivo dividendo y exposición a los mercados emergentes.
 
Wagner, que comenzó su carrera en Banque de Luxembourg en 1986, se muestra en cualquier caso muy cauto de cara al futuro. “Seguiremos aprovechando cualquier rebote en los mercados de renta variable para reducir el riesgo de la cartera. Las valoraciones actuales aún no nos parecen lo suficientemente bajas como para justificar una mayor inversión en renta variable, especialmente en un entorno de riesgo financiero y económico excepcionalmente alto”, afirma.
 
Las valoraciones son razonables, pero no baratas. Para este año, el mayor riesgo de invertir en bolsa es una nueva corrección seguida de un periodo prolongado con los precios por debajo de su media histórica debido a la escala de los problemas de la crisis de la deuda en los países desarrollados”, aseguran desde BLI.
 
El 93,70% del patrimonio del fondo está invertido en renta variable, aunque la exposición neta al mercado es inferior al 45% (las coberturas las realiza con futuros sobre índices de mercados desarrollados). El fondo tiene casi un 5% en liquidez y un 1,17% en fondos inmobiliarios.
 
Los gestores han aprovechado las recientes correcciones del mercado para incrementar algunas posiciones. El PER de la cartera es de 11,8 veces y su rentabilidad por dividendo es de casi un 4%.
 
El fondo tiene un 22% de su cartera invertida en la zona euro (con una exposición neta del 3,5%); un 29% en Estados Unidos (un 7% neto); un 11% en Reino Unido (8% neto); y un 7% en Suiza (5% neto). En el resto de regiones no cubre su exposición y tiene un 14% en Asia sin Japón, un 4,5% en Japón, un 3% en Noruega; otro 3% en Brasil y un 3% adicional repartido entre Suecia, Israel y Sudáfrica.
 
Wagner explica que sólo invierten en compañías con bajos niveles de endeudamiento y altos márgenes. Y, aunque admite que este tipo de compañía cotiza con una prima “significativa” frente al mercado, cree que esta prima se puede mantener e incluso ampliar.
 
El proceso de inversión se centra en la selección de valores. “Somos muy selectivos. Ahora, por ejemplo, no tenemos exposición a bancos ni aseguradoras”, dice. La rotación de las posiciones suele ser de un 25%, por lo que el periodo medio en el que se mantienen los valores en la cartera es de cuatro años. Hay empresas en las que llevan diez años invertidos.
 
Las mayores posiciones del fondo son Taiwan Semiconductor Manufacturing, Novartis, Texas Instruments, Reckitt Benckiser Group y Nestlé. Ninguna posición pesa más del 2% del total de la cartera.
 
Tiene un sesgo hacia grandes compañías. La capitalización bursátil media de las empresas en las que invierte es de 40.000 millones de euros. Es algo circunstancial y está relacionado con el hecho de que no desea inversiones poco líquidas.
 
Han tenido inversiones en empresas españolas. Pero muchas de las empresas del índice, como las financieras y los servicios públicos no les gustan. “Nos gusta Inditex, por ejemplo, pero su precio es alto”, señala Wagner.
 
Oro
Aunque Wagner siempre ha defendido que comprar oro no es invertir y que no hay un valor intrínseco para este metal precioso, recientemente ha añadido exposición a mineras de oro dentro del fondo.
 
“En un entorno de crecimiento débil y con riesgo de deflación, ningún gobierno quiere una divisa fuerte. La desconfianza hacia el papel moneda seguirá dando impulso al precio del oro”, destaca. Y asegura que la valoración de las mineras es atractiva.
 
En cuanto a las divisas, su gestión es totalmente activa dentro del fondo. Wagner cree que el euro seguirá bajo presión durante los próximos meses. Actualmente, cubre parcialmente su exposición al dólar.
 
En total, BLI maneja unos 7.000 millones de euros y cuenta con una oferta de 18 fondos y 4 fondos de fondos. El equipo de gestión está compuesto por 13 profesionales.
 
Entre los fondos por los que apuestan están, además del BL-Global Flexible, el BL- Equities Dividend (que ofrece una rentabilidad por dividendo de entre un 4% y un 5% y que obtuvo un 2% en 2011 y una rentabilidad a tres años del 46,5%) y el BL-Bond Dollar, con una rentabilidad del 8,4% en 2011 y del 16,2% a tres años.
 
Para este año, aunque Wagner asegura que la rentabilidad del fondo es muy difícil de predecir debido a la complejidad del entorno macro, aspira poder conseguir un 15% con el fondo flexible.