¿Sigue viva la temática de la reflación? BlackRock piensa que sí

Wei_Li
BlackRock

El BlackRock Investment Institute (BII) es el brazo de liderazgo intelectual de BlackRock. Tiene la misión de generar contenidos didácticos para sus clientes y, al mismo tiempo, generar análisis e investigaciones que sirvan de apoyo para sus expertos de todo el mundo. Wei Li, responsable de estrategias de inversión de iShares para la región EMEA, resume cuáles son los temas macro con los que está trabajando la firma en el segundo trimestre y dónde están sus más altas convicciones.

La apuesta por la reflación es el principal tema macro con el que están trabajando en BlackRock. Aunque tras la elección de Donald Trump se elevaron las expectativas, por la naturaleza inflacionaria de las políticas propuestas (a lo que se suma el efecto de base de la subida de las materias primas), Wei Li comenta que esta temática ha atravesado obstáculos en los últimos meses. Por ejemplo, indica que “había preocupaciones de que el crecimiento del primer trimestre fuera más débil que el del cuarto de 2016, pero se ha de tener en cuenta que existen factores estacionales que justifican un crecimiento menor, algo que se observa más claramente en EE.UU.”

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La experta indica adicionalmente que la inflación subyacente se ha aminorado, “en parte por la ralentización del momento”. Esto ha tenido consecuencias visibles: “Hemos visto inversores decepcionados, porque creían que se mantendría una sólida tendencia al alza, y salida de flujos de ETF que replican el comportamiento de los bonos estadounidenses ligados a la inflación (TIPS)”. Pese a este sentimiento más negativo, la representante de BlackRock insiste en mantener la calma: “No pensamos que estemos ante el final de la reflación, sino al contrario: creemos que los motores de inflación al alza se han ampliado y ahora también abarcan nuevos componentes, como el coste de los seguros y los transportes o los gastos derivados del turismo. Los flujos de salida de los TIPS se han producido por la desilusión de los inversores, y pensamos que la clase de activo ofrece ahora un interesante punto de entrada para construir exposición a la inflación”.

Dadas estas previsiones, la experta pide a los inversores más paciencia y visión de largo plazo: “Estamos viviendo un ciclo extraordinariamente lento y largo, por lo que debemos esperar lentitud en los progresos económicos que se produzcan, no una aceleración superior a la tendencia de largo plazo”.

Lo cierto es que en BlackRock están constructivos en su visión sobre el crecimiento global: “Muchos de los países que monitorizamos están creciendo a una desviación estándar por encima de la media histórica. Es una señal para mantener nuestras altas convicciones”. La experta aclara que a la firma le gusta el perfil de crecimiento de Europa, Japón y los países emergentes, y que sobrepondera Europa y emergentes. “Aunque pensamos que la economía presenta muy buenos drivers, el problema de Japón es que el yen se comporta como un activo refugio, y cuando sucede un evento risk off afecta a la economía. Por tanto, preferimos invertir en Japón con la divisa cubierta”, aclara la experta. En conjunto, el punto de vista de la gestora es que “el entorno de crecimiento es sostenible, gracias a que los países han trabajado duro para diversificar las fuentes de crecimiento. Este entorno es de apoyo para la apuesta por la reflación”

Convicciones

La responsable incide en varios puntos de su análisis sobre la necesidad de aislarse del ruido del mercado, poner los hechos en perspectiva y centrarse en los fundamentales subyacentes: “Una de nuestras convicciones clave es que nuestro escenario base no se sustenta en los anuncios de la nueva Administración”. La experta aclara que, si finalmente Donald Trump consiguiera aprobar la reforma fiscal tal y como la planteó durante la campaña electoral, entonces obviamente los expertos de BlackRock revisarían sus perspectivas macro. Pero, por el momento, piensa que “sería toda una sorpresa al alza”. En cambio, cree que si finalmente no aprueban el paquete fiscal, “no se verían muchas caídas en los mercados, porque ya está en precio”.

Wei Li aconseja “ir más allá de los titulares políticos”. Pone como ejemplo de su escasa fiabilidad el tono de mercado visto en los últimos meses: “A principios de año, todo el mundo estaba enamorado de EE.UU. gracias a las promesas de estímulos fiscales. Esta preferencia era fuerte incluso aunque también existiera el riesgo de una guerra comercial. En cambio, los inversores estaban muy pesimistas con Europa, ante el apretado calendario electoral previsto para este año. Ahora que han pasado unos meses, podemos ver que realmente ha sucedido lo contrario: Trump está atravesando dificultades para aprobar sus propuestas en el Congreso de EE.UU. y se ha reducido el riesgo de una guerra comercial. En Europa, los inversores ya no temen una implosión de la Unión Europea por los resultados electorales”.

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Un punto crítico de este riesgo político es el Brexit. La responsable también tiene advertencias en este frente: “Es demasiado temprano para especular con la forma en que materialice el Brexit y con el curso de las negociaciones con la UE. Los inversores necesitan ir más allá y centrarse en los fundamentales”.

Tendencias

Las tendencias de flujos en ETF también reflejan este cambio de entorno. Wei Li explica en primer lugar la rotación entre factores: “A medida que han subido los tipos, los inversores han ido rotando desde ETF de baja volatilidad a ETF del factor value”. También han observado flujos hacia ETF que invierten en el factor momento, aunque en este caso la experta aclara que “esperamos un reequilibrio, porque el cambio de dinámicas incluirá más value en la composición del momento”.

Como dato curioso, Wei Li indica que recientemente han detectado muchos flujos de entrada hacia ETF de renta variable brasileña tras la fenomenal corrección de hace dos semanas: “Son inversores que intentan ir más allá del factor político para comprar la historia fundamental”.

La última tendencia importante ha sido la de salida de flujos de renta variable estadounidense hacia la europea, especialmente por parte de inversores estadounidenses. Supone una reversión a la tendencia vista a finales de 2016, cuando entraron “flujos desproporcionados hacia renta variable estadounidense” y salieron más de 40.000 millones de renta variable europea. Esta reversión – han regresado 20.000 millones- lleva a la experta a interpretar que los inversores están buscando mayor rendimiento, pero que también están prestando más atención a los fundamentales. Con todo, recuerda que “EE.UU. es una exposición clave en todas las carteras y que forma una parte muy significativa en los índices, por lo que siempre habrá demanda estructural”.