"Sigo positiva con Estados Unidos, aunque con un sesgo sectorial más defensivo"

Kamil Molendys, Unsplash

El 2010 resultó ser uno de los mejores años para los mercados financieros, y más aun después de la caída de Lehman Brothers en octubre del 2008, una crisis en la cual muchos de los analistas del mercado pensaban y creían que tomaría años salir de ella. Sin embargo a partir de junio del 2009 los mercados se dieron la vuelta, y casi en forma lineal la gran mayoría de los activos cerraron con valorizaciones históricas, ejemplo de ello tenemos el S&P 500 el cual registro una caída del 25% durante el primer trimestre del 2009, y cerró el año con una revalorización del 26%, lo que supone un rebote del 68% de marzo a diciembre. Tendencia similar tuvieron los mercados emergentes los cuales presentaron valorizaciones excepcionales del 112%; mercados como Brasil y Rusia cerraron el año con valorizaciones del 155% y 182% respectivamente. La renta fija por su parte, tampoco se quedo atrás y títulos con investment grade registraron valorizaciones del 16% en el año, convirtiéndose en uno de los activos más demandados durante el segundo semestre del 2009 por parte de los inversionistas. La misma tendencia continuó en el 2010 y tal como si fuera un ciclo el año cerró con valorizaciones excepcionales para la renta variable en especial para los mercados emergentes los cuales alcanzaron niveles records, destacándose Latinoamérica.

Este comportamiento positivo de los mercados, marcó el inicio de la recuperación económica a nivel global, sin embargo a partir de febrero del 2011 el rally de los mercados comenzó a mostrar señales de agotamiento, tras los problemas inflacionarios que empezaron a vislumbrar las economías emergentes tales como China, India y Brasil y nuevamente la crisis fiscal de Europa volvió agitar a los mercados, borrando de forma inmediata las valorizaciones alcanzadas en meses anteriores. Pese a ello los países desarrollados como Estados Unidos empezaron a mostrar oportunidades de inversión, dado los fuertes datos macroeconómicos que empezaron a registrar, lo que indicaba que el QE2 estaba dando frutos. Adicional a ello se acercaba la temporada de resultados corporativos la cual resultó muy por encima de lo esperado por los analistas del mercado impulsando nuevamente las acciones de los países desarrollados, pese al aumento excesivo que tuvo el precio del crudo tras la crisis en Libia ; lo cual podría influir negativamente en el crecimiento de las economías desarrolladas.

Sin embargo vimos un buen momento para invertir en acciones americanas tras los atractivos niveles de valorización que presentaban y los fuertes fundamentales que apoyaban a la región; destacando a los sectores cíclicos de la economía tales como tecnología, financiero, consumo discrecional ,energía etc. Sectores que mostraron valorizaciones del orden 3 y 5% nominal.

Los buenos resultados corporativos y el mensaje dado por la FED durante el mes de abril de continuar su programa de expansión monetaria y el no aumentar los tipos por los menos durante este año fueron grandes catalizadores para que las bolsas retomaran la tendencia alcistas y cerraran el mes de abril con valorizaciones excepcionales.

Pese a ello Europa nuevamente genera ruido en los mercados durante el mes de mayo mostrando un agravamiento de la crisis soberana. Evidenciándose más regiones afectadas por la crisis fiscal ,entre ellas Portugal, Italia y más recientemente Bélgica. Lo que conllevará de corto y mediano plazo a mucha volatilidad en los mercados ante las reducciones en las calificaciones de las deudas de estas economías y si sumamos a ello los retrocesos que han sufrido las economías emergentes tras sus elevados niveles de inflación y la incertidumbre y escepticismo que genera la terminación del programa de expansión monetaria en junio por parte de la FED, han hecho que las acciones sufran correcciones a la baja y se pierda el apetito por esta clase de activos.

Sin embargo consideramos que en estos momentos de volatilidad aparecen oportunidades a tener en cuenta. Mantengo un view positivo en Estados Unidos , pese a los elevados niveles de desempleo que presenta, sin embargo las compañías han mostrando a través de los últimos tres trimestres una recuperación en su salud financiera, lo cual conllevará de mediano plazo a una reactivación de consumo y por ende una reducción del desempleo, existen aun atractivos niveles de valorización de largo plazo, pero la apuesta ahora se traslada hacia los sectores defensivos de la economía tales como consumo básico, utilities, telecomunicaciones y healthcare, sectores que a pesar de la volatilidad suscitada en el mes de mayo presentaron valorizaciones del orden del 1,5 y 2% en promedio frente a un S&P que lleva corrido de mes -3%.

La volatilidad y la incertidumbre serán las constantes durante estos próximos meses, pese a ello la clave para sobrellevarla estará en stock picking que se efectúe en los sectores de la economía americana. La renta variable en Estados Unidos continúa siendo un activo atractivo con un alto potencial de valorización en el largo plazo.