SIG: la economía se recupera más rápido de lo previsto y, por lo tanto, más renta variable

“La economía mundial se está recuperando más rápidamente de lo esperado y hemos decidido incrementar significativamente nuestra exposición a la renta variable”. Así lo reconoce Skandia Investment Group (SIG) en una nota en la que recuerda que hace exactamente un mes el jefe de inversiones de la gestora, James Millard, mostraba su apuesta decidida por un mercado de renta variable que, según decía, podría experimentar un buen comportamiento en este inicio de año siempre que la situación en la Eurozona se calmase. 

 

Pues bien: aunque la crisis de deuda que arrastra el continente todavía no se ha solucionado del todo, la mejora experimentada en los últimos meses tras la inyección de liquidez aplicada a finales de 2011 por el BCE al sistema financiero ha tranquilizado a unas bolsas que, como predijo, han registrado un fulgurante repunte en lo que va de año. Pese a ello, Millard tiene claro dónde centrar su apuesta para los próximos meses.

 

En este sentido, el jefe de inversiones de SIG sigue viendo un mayor atractivo en los países emergentes frente al que ofrecen los desarrollados, concretamente en lo que respecta a los mercados asiáticos, sobre todo teniendo en cuenta que, de acuerdo con sus estimaciones, la economía china experimentará un aterrizaje suave. Esto no quiere decir, no obstante, que Millard vea atractiva la Bolsa europea ante lo que han supuesto unos datos macroeconómicos mejores de lo esperado.

 

Tan es así que este experto reconoce haber elevado ligeramente su exposición a la renta variable de la Eurozona dado el reclamo que representan “unas valoraciones muy atractivas y, al mismo tiempo, una previsión de que la crisis de deuda soberana tenderá a estabilizarse considerablemente”. Por el contrario, Millard continúa manteniendo una visión negativa respecto a la renta variable anglosajona y japonesa. 

 

En cuanto al mercado de renta fija, este experto apuesta claramente por el high yield y los bonos emitidos por compañías con grado de inversión, frente a la negativa visión que sigue manteniendo respecto a la deuda soberna. También conserva una visión positiva respecto a las commodities, la libra esterlina y divisas de países emergentes, lo que contrasta con los recelos que muestra hacia el yen.