“Si la deuda gubernamental vive una burbuja, entonces el resto de activos está en una megaburbuja”

Quentin Fitzsimmons, gestor del Threadneedle Target Return Fund, ha visitado Madrid para celebrar el tercer aniversario de su fondo y compartir con los clientes españoles su visión del mercado para este año. Fitzsimmons considera que la crisis todavía tiene un largo camino por recorrer, por lo que las subidas bursátiles de las últimas semanas no son más que un breve rally que no se asienta sobre bases sólidas de crecimiento.

Su fondo invierte en deuda a corto plazo, tanto pública como privada, y este experto en renta fija rechaza la idea de que los bonos gubernamentales estén entrando en una burbuja. Si se acepta esta premisa entonces, en su opinión, “el resto de activos estarían viviendo una megaburbuja”. Cree que los tipos de interés se mantendrán bajos en el futuro y que será difícil volver a las tasas de crecimiento anteriores a la crisis debido, sobre todo, a los elevados datos de paro y a los riesgos de deflación.

El Threadneedle Target Return Fund ha ido adaptando su cartera a las distintas fases que se han vivido durante la crisis y, en general, ha girado hacia posiciones más conservadoras. Por ejemplo, han entrado en compañías con deuda avalada por el gobierno y mantiene un 59,5% de su cartera en deuda de máxima calidad (AAA). Un 10% de la cartera está invertida en bonos de compañías financieras y, aunque actualmente no incluyen ninguna española entre sus apuestas, Fitzsimmons asegura que en varios momentos han comprado deuda de bancos españoles, aunque de una manera oportunista.

La estructura del fondo consiste en una cartera de bonos a corto plazo de alta calidad muy líquidos y otra cartera que invierte en distintas estrategias a través de derivados, que es la parte que genera alfa. Desde su lanzamiento hace tres años, el fondo ha conseguido una rentabilidad media de 8% cada año.