TRIBUNA de Frank Schwarz, gestor de MainFirst Global Equities Fund. Comentario patrocinado por MainFirst AM.
Nadie pone en duda que tecnológicas como Alphabet, Amazon o Apple ofrecen retornos atractivos. Están creciendo rápido, algunas veces parece que a tasas exponenciales. ¿Continuará esta tendencia? ¿Qué compañías serán las más beneficiadas por el progreso tecnológico? La reducción en los costes de muchos de estos avances es fundamental. Por ejemplo, los dispositivos de almacenamiento cada vez son más pequeños y permiten guardar más información. Esto ha propiciado la evolución de los smartphones y el big data, que actualmente impulsan el crecimiento económico.
Uno de los principios centrales del desarrollo tecnológico es la Ley de Moore de 1965, basada en la observación de Gordon Moore de que el número de transistores en un circuito integrado denso se duplica aproximadamente cada dos años y, con él, la capacidad de procesado, al mismo tiempo que el precio cae. En los últimos años, la Ley de Moore se ha ralentizado, ya que la densidad de los circuitos empieza a desafiar los límites físicos. ¿Significa que la innovación de las compañías tecnológicas comenzará a reducirse? Al contrario, Kurzweil argumentó en 2001 que el cambio tecnológico acelerará y que la Ley de Moore debe ser ampliada. Así, cuando las barreras al desarrollo tecnológico son alcanzadas, las nuevas innovaciones permiten superarlas. En su Ley de Rendimientos Acelerados, Kurzweil sostiene que cuando el factor que impulsa la innovación es la información (como la inteligencia artificial, la robótica o la impresión 3D), su rendimiento también se duplica aproximadamente cada año. Las sinergias entre las diferentes capas impulsan más la aceleración.
A medida que aumenta el rendimiento, los costes de producción se reducen, permitiendo una mayor aceleración en las posibilidades de innovación. Los avances en los dispositivos de almacenamiento son una de las razones por las que ahora podemos guardar más datos en nuestro móvil que hace 15 años en un ordenador. Lo mismo ocurre con las baterías de los coches eléctricos o las impresoras 3D (ver tabla), cuyo desarrollo está despegando.
Mientras nos beneficiamos de smartphones más potentes, las compañías que impulsan la innovación también se benefician. Un ejemplo es Applied Materials, el mayor proveedor mundial de semiconductores (con clientes como Samsung, Intel y TSMC). Sus ingresos aumentaron un 19% interanual, impulsados por el récord de ingresos en su división de formación y servicios. Se espera que continúe el crecimiento a doble dígito, dada la demanda de sus productos. El incremento de las necesidades de datos en la inteligencia artificial y el Internet de las cosas deberían asegurar un mayor crecimiento en el largo plazo.
El fabricante de tarjetas gráficas Nvidia también está entre los ganadores, especialmente gracias al big data y la inteligencia artificial. En el segundo trimestre, registró un crecimiento récord en todas sus plataformas. El beneficio general aumentó un 40% interanual hasta 3.120 millones de dólares, en gran medida gracias a la división de centros de datos, donde los ingresos crecieron un 83% interanual hasta 760 millones de dólares. Sus últimos avances deberían asegurar la continuidad del crecimiento y tendrán aplicaciones en áreas como los videojuegos, la inteligencia artificial, la conducción autónoma o los diagnósticos médicos.
En el equipo de gestores de MainFirst Global Equities Fund detectamos el potencial de Nvidia ya en 2015 y contamos con esta compañía entre nuestras inversiones más exitosas hasta la fecha. Somos especialistas en identificar tendencias de crecimiento estructural como los avances tecnológicos actuales y las compañías que se encuentran detrás de su desarrollo. Esto, entre otras cosas, ha permitido que MainFirst Global Equities Fund logre una rentabilidad anual del 19,4% en los últimos cinco años (a 31 de agosto de 2018, ISIN LU0864710602).
