Sesgo de exceso de confianza

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TRIBUNA de Natalia Cassinello Plaza, directora del Máster de Auditoría y Contabilidad de KPMG ICADE.

Tendemos a sobrevalorar nuestra capacidad intuitiva para razonar y hacer predicciones. Es el llamado sesgo de exceso de confianza (del término inglés overconfidence nias). Así lo demuestran numerosos artículos académicos que establecen que este sesgo es uno de los principales que nos afecta a la hora de tomar decisiones.

Por otra parte, los estudios también muestran, que nos es difícil reconocer nuestros propios sesgos, por lo que resulta de gran utilidad que nos ayuden a conocernos. Las teorías de behavioral finance, analizan los posibles sesgos para identificar perfiles y mejorar así el asesoramiento financiero.

¿Pero qué quiere decir que tenemos un exceso de confianza?

La sobreconfianza nos lleva a creer que tenemos más conocimientos o información que el resto para tomar las decisiones con más precisión (conocido como certainty overconfidence). Y en el caso de tener que hacer predicciones este sesgo nos lleva a pensar que la probabilidad de fracaso es menor que la real, al igual que damos más probabilidad a acertar de la que correspondería (conocido como el prediction overconfidence).

En el ámbito financiero, una persona sobreconfiada, de acuerdo con Michel M. Pompian, tiende a infravalorar los riesgos de las decisiones financieras, a la vez que va a sobreestimar las ganancias esperadas. En general les lleva a realizar compraventas en exceso, incurriendo en altos costes de transacción que reducen la rentabilidad y a tener carteras de inversión no suficientemente diversificadas.

El exceso de confianza lo mostramos en muchos ámbitos de nuestra vida diaria, pudiendo identificar la existencia de este sesgo a través de preguntas como ¿Considera usted que conduce mejor o peor que la media? o ¿Cree que tiene una alta probabilidad de acertar cuando hace estimaciones? Sería necesario realizar un test con un número de preguntas significativas para confirmar la existencia de un sesgo.

De la encuesta realizada en junio de 2016 a 69 inversores en España, el 39% de la muestra considera que conduce por encima de la media, y si bien en algunos casos será correcto, no lo es en todos ellos. Los estudios académicos muestran que considerase mejor a la media está relacionado con el exceso de confianza y por lo tanto estas personas son susceptibles de sufrir este sesgo.

Figura 1

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En relación con la probabilidad de acertar una pregunta de geografía el 43% estaba absolutamente seguro y un 23% bastante seguro, siendo ambos susceptibles del sesgo de exceso de confianza.

Figura 2:

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Por otra parte, a la hora de hacer predicciones, el acotar el margen de variación a un rango estrecho está también relacionado con el exceso de confianza. Un 59% se identifica con una predicción de rango bastante acotado (resaltar el 19% que se lanzan a un porcentaje casi fijo).

Figura 3:

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En la actualidad, dada la gran cantidad de información que está accesible de forma rápida a través de la red, se ha cuestionado el papel de internet en el aumento o no de la confianza en la toma de decisiones. El buceo por diferentes páginas y el fácil acceso a recomendaciones de expertos online, nos lleva a pensar que tenemos toda la información necesaria para tomar decisiones creyendo que sabemos más de lo que sabemos.

De los encuestados, un 67% se ha mostrado a favor de la mejora de internet para la toma de decisiones financieras frente al 22% que considera que las empeora. Sin embargo esta opinión contrasta con estudios académicos que muestran que aunque se mejora la cultura financiera, también aumentan el sesgo de sobreconfianza llevando al inversor a tomar decisiones financieras con falta de los conocimientos necesarios.

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¿Tendré yo el sesgo de exceso de confianza u otros sesgos? Surge así la necesidad de buscar las herramientas que nos permitan conocer mejor nuestros sesgos para mejorar la toma de decisiones de inversión.