¿Será el campo el escenario de la próxima década?

El tema en Brasil tiene especial interés, no solo por su basta extensión y recursos, sino por el potencial de apertura que las empresas agrícolas tienen en el mercado de capitales. “Desde 2005 nueve empresas lanzaron sus acciones en bolsa – antes solo una compañía cotizaba–. Y ese número podría haber sido mucho mayor si no llega a ser por la crisis en EEUU y Europa”, explicó Prata durante la conferencia Brasil Investment Summit, celebrada en São Paulo a finales de abril.

“Las inversiones en tierras agrícolas proporcionan una excelente diversificación de las carteras porque presentan una baja correlación con otros activos y funcionan como un seguro en periodos de alta inflación”, expuso el ejecutivo brasileño. “En Brasil, entre 200 y 2003, cuando la inflación superó el 10%, las tierras se apreciaron un 30% al año”, ilustró.

Prata se apoyó en datos del USDA (United States Department of Agriculture) y de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) para defender la necesidad de que el capital se destine a adquirir y desarrollar el cultivo en nuevas haciendas.

“En la próxima década las ganancias por productividad serán capaces de suplir solo un 40% del crecimiento de la demanda mundial de grano y el 60% se suplirá con el crecimiento del área agrícola. Lo que significa que durante los próximos diez años, se necesitarán 100 millones de hectáreas más. Incrementar ese área agrícola es un desafío enorme ”.

"El sistema está ahora organizado para conseguir recursos a través de deuda para financiar, la mayoría de las veces, la compra de maquinaria, pero no la adquisición y desarrollo de nuevas haciendas. El reto está en viabilizar que los agricultores adquieran o alquilen nuevas propiedades rurales y las pongan a producir.”

El potencial de Brasil

Junto a Prata, Mairson Santana director general de AgroMonte Pesquisas e Sementes, y Philipe Corzine, gerente de South American Soy, expusieron argumentos más corporativos y resaltaron el atractivo de Brasil para la inversión en commodities.