Seis de cada 10 asesores en España han mejorado su economía tras convertirse en EAFI

El 62% de los asesores españoles convertidos en EAFI dicen que el cambio de figura y el paso a asesor independiente (desde sus anteriores actividades como agentes, gestores de banca privada, analistas u otras figuras) les ha traído beneficios económicos. Así, seis de cada 10 de los asesores consultados por FundsPeople afirman que tras convertirse en asesores independientes, su situación ha mejorado. El 31% confiesa, por el contrario, que dar ese paso no les ha reportado ventajas económicas. Es el caso de Albert Ricart, de C&R Investment Financial Advisor, que aún está en proceso de traspaso de clientes “y los costes operativos de la EAFI son grandes (auditorías, reportes a CNMV, asociación, etc. etc.)”, comenta. El 6% restante asegura que tras el cambio ha mantenido su nivel económico, como es el caso de Ana Fernández, de AFS Finance Advisors EAFI.

 

La cifra de los que afirman haber mejorado su nivel económico con el cambio es menor que en EEUU, cuando un reciente estudio de Fidelity concluía que el 76% de los asesores habían obtenido ventajas económicas con el cambio, según recogió Funds People. Eso sí, la totalidad de los encuestados en España afirma que la decisión ha mejorado su satisfacción personal y que, en general, está satisfecha con su independencia y su modelo de negocio, un modelo en el que llevan trabajando varios años en la mayoría de los casos. Además, también la gran mayoría, el 94%, asegura que se dio cuenta “inmediatamente de haber tomado la decisión correcta”.

 

Un cuarto de las EAFI reconoce también que debería haber tomado la decisión antes incluso de lo que lo hizo, aunque son mayoría (el 75%) los que creen que no es así y que la tomaron en el momento oportuno, pues la realidad no permitía una mayor antelación. “Lo hemos hecho cuando hemos podido solucionar los temas de incompabilidad de agencia con EAFI”, dice Ricart.

 

También la mayoría, un 69%, confiesa que, antes de dar el paso y convertirse en EAFI, exploró varias figuras y modelos de negocio, decantándose finalmente por la de asesor independiente. Un modelo que, por el contrario, tenían claro desde el principio casi el 31% de las entidades. En el caso de algunas, como Amorós Arbaiza EAFI, la EAFI fue “la continuación, en la parte financiera, del asesoramiento que venía prestando el despacho desde hace muchos años”.

 

En el 81% de los casos la decisión no tuvo influencia externa, y en cuanto a las formas, aproximadamente 6 de cada 10 encuestados de los encuestados dio el salto en solitario y el otro 40%, en equipo.

 

Apoyo de los clientes

Con respecto a la reacción de los clientes, el apoyo fue inmediato en más de 8 de cada diez casos, si bien con algunos matices en algunas ocasiones. El 6% de las entidades confiesa que sólo algún cliente le dio ese apoyo incondicional y el 12% reconoce que no lo tuvo. Aunque de estas últimas en algunos casos fue porque los fundadores eran analistas y no tenían relación directa con los clientes, como en el caso de Capitalia Familiar.

 

Sin embargo, entre aquellos que no tuvieron desde el principio el apoyo de sus clientes, la mayoría confiesa que, tras varios meses, lo ganaron de nuevo, pues el 87% afirma, que pasado un periodo de tiempo, ya tenía dicho apoyo, aunque en algunos casos matizando que la entidad tuvo que acercarse de nuevo a los clientes, explicando el nuevo modelo de negocio, como hizo Diverinvest.

 

A la hora de traspasarlas cuentas de dichos clientes, el 44% reconoce que tuvo problemas con el papeleo, la misma cifra que los que dicen que en su caso no hubo complicaciones. Eso sí, entre los que niegan las dificultades reconocen que fue laborioso, dados los registros necesarios. En otros casos no se hicieron traspasos de cuentas, debido a que en el negocio anterior no tenía clientes (en los casos en los que los fundadores de la EAFI eran analistas, por ejemplo).