Seguros podría ampliar la liquidez de los planes de pensiones

Según informa Expansión, la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGS), podría ampliar temporalmente los requisitos legales para rescatar un plan de pensiones. El director general del organismo, Ricardo Lozano, planteó la posibilidad de que la liquidez de los productos de previsión social no sea la adecuada en las circunstancias actuales.

La regulación de 2000 establece que el inversor en un plan de pensiones sólo puede hacer líquida su inversión en dos supuestos: paro o enfermedad grave.

En declaraciones recogidas por el diario económico, Lozano aseguró que aunque estos productos son líquidos, “puede haber situaciones personales o familiares especialmente graves”, por lo que la DGS estudiará si el marco legal es el más idóneo en la coyuntura económica actual.

La Junta Consultiva valorará este asunto en su próxima reunión, que tendrá lugar en quince días. De producirse algún cambio legislativo, sería con toda probabilidad temporal, de forma que en el plazo previsto la norma caducase sin necesidad de tener que derogarla.

Los planes de pensiones caen por encima del 8%

La medida contemplada por la DGS se enmarcaría dentro de un contexto que tampoco es el más favorable para el sector de planes de pensiones. Con datos de Inverco, el patrimonio de estos productos se situaba en 78.408 millones de euros a cierre de 2008, un 8,7% menos que un año antes. Un descenso en línea con el de la rentabilidad, que cayó de media un 8,07%.

Las categoría que mejor se comportaron fueron las de renta fija a corto y largo plazo, que consiguieron superar la inflación, con una rentabilidad en 2008 del 2,13% y del 2,03%, respectivamente.

Sin embargo, el resto de las categorías entró en números rojos. Los productos de bolsa perdieron un 38,4%; los de renta variable mixta, un 23,8%; los de renta fija mixta, un 8,79%; y los garantizados, el 0,68%.

En cuanto a la distribución de activos en la cartera de inversión de los fondos de pensiones, la renta fija suponía, de media, un 59% del total, la renta variable, un 17% y los activos de tesorería, el 15%. El resto se repartía entre otros tipos de activos.