Schroder ISF Euro Equity: ¿qué está haciendo Martin Skanberg en la cartera?

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Foto cedida

El Schroder ISF Euro Equity es uno de los fondos favoritos de los selectores españoles, según la encuesta realizada por Funds People entre selectores de fondos de 28 entidades españolas. Se trata de un producto de renta variable que invierte en la eurozona, que ha logrado posicionarse en el primer cuartil de su categoría a uno, tres y cinco años. Gestionado por Martin Skanberg con un estilo bottom-up, el fondo adoptó un posicionamiento defensivo a finales del año pasado, lo que ha favorecido que el producto generase una rentabilidad superior a la del MSCI EMU durante los últimos meses a pesar de la volatilidad observada. La beta de la cartera es de 0,96. Esta no ha sufrido cambios considerables en los últimos doce meses. De cara al futuro, Skanberg espera mantener el posicionamiento defensivo del fondo a tenor de los riesgos actuales a escala internacional, como la ralentización de China y la posibilidad de una recesión en EE.UU.

Según explica en una entrevista el gestor de Schroders, el fondo no se centra en sectores concretos, sino que busca oportunidades en cuanto a ineficiencias de precios en todo el mercado, lo que les ha llevado nuevamente a adoptar una visión ligeramente más positiva tras la corrección. “En general priorizamos la calidad, lo que nos ha beneficiado a lo largo del último año pero, desde la caída del mercado, estamos buscando nuevos casos de recuperación”, afirma. Una oportunidad la ha encontrado en el sector energético, cuya peor rentabilidad ha sido el tema estrella en los últimos 18 meses y en este momento cotiza en el rango inferior de su PER a diez años ajustado cíclicamente. Su gran apuesta es la portuguesa Galp Energia, un valor que ya mantuvieron en cartera con anterioridad y que –a su juicio- presenta más calidad que el resto de títulos del sector.

“Las actividades de exploración y producción de Galp se centran en Brasil, Angola y Mozambique, y además lleva a cabo importantes operaciones de refino y comercialización de petróleo que se benefician de la recuperación económica en la península ibérica. Las valoraciones de Galp no están baratas en comparación con otras empresas del sector, pero la firma representa un activo estratégico sin parangón, con un sólido crecimiento en sus volúmenes de exploración y producción, a la vez que evita la complejidad de operar en Oriente Medio”. En el resto de sectores, observa que las acciones growth llevan batiendo a las value durante más tiempo que nunca. Skanberg reconoce que, dada la importante diferencia de rentabilidad registrada entre el growth y value, no pierde de vista la posibilidad de que esta tendencia se revierta. “SCA, Phillips y la teleco griega Hellenic Telecommunications son ejemplos de títulos cuya calidad es ligeramente inferior, pero que cotizan con valoraciones atractivas en comparación con otras firmas de sus respectivos sectores, en particular tras las ventas masivas”.

Sin embargo, el gestor también ha decidido realizar algunas recogidas de beneficios en compañías growth de calidad que tenía en cartera, al considerar que la corrección del mercado había generado nuevas oportunidades. “Recurrir a nuestro equipo de analistas implica que somos capaces de aplicar una estrategia neutral que nos ayuda a identificar oportunidades a nivel de ineficiencias de precios, ya sea en títulos de valor o de crecimiento. Nuestro objetivo es incorporar a la cartera una veintena de estas empresas cada año”. El financiero es otro sector que ha estado sometido a una intensa presión a principios de 2016. Entre los principales factores que lo explica el gestor destaca los préstamos morosos, el aplanamiento de la curva de rendimientos y la preocupación en torno a la ralentización de la economía mundial. “Las aseguradoras y los bancos comerciales cuentan con una exposición particularmente negativa al actual contexto de rendimientos bajos, por lo que los infraponderamos”.

La mayoría de la exposición actual que el gestor tiene al sector financiero (18,7%) se obtiene a través de títulos inmobiliarios y de entidades financieras diversificadas, así como de bancos que ofrecen calidad y generación de capital, distribuyen dividendos sólidos y poseen un ROE elevado, como KBC y Nordea. “Un ejemplo de nuestros títulos de entidades financieras diversificadas es Deutsche Böerse, que se ha beneficiado del turbulento panorama de mercado, gracias al cual ha aumentado la negociación en su plataforma de derivados. En el resto de sectores, contamos con exposición al mercado inmobiliario alemán, que se ve favorecido por la compresión de los rendimientos del bund, combinado con el crecimiento salarial, el crecimiento de los alquileres y una escasa oferta de vivienda. Por consiguiente, a pesar de algunos de los desafíos a los que se enfrenta el sector financiero, existen varios títulos particularmente interesantes tras la corrección. El recorrido al alza es ahora marcadamente más amplio, a pesar de que reconocemos que los riesgos siguen estando presentes, lo que hace esencial la selección de títulos”.

Para el gestor, las preocupaciones de 2015 en torno a la guerra de divisas, China y los emergentes persisten en 2016 y las perspectivas sobre el crecimiento en EE.UU. se han convertido en una nueva fuente de preocupación, puesto que el endurecimiento de las condiciones del crédito podría actuar como lastre y existe la posibilidad de que asistamos a una recesión que no está totalmente descontada en el precio de las acciones. “La situación para Europa parece más halagüeña, puesto que la región todavía se encuentra en una fase inicial del ciclo crediticio gracias al respaldo del BCE. Los sectores más dependientes del consumo en Europa también muestran un comportamiento positivo: se benefician del bajo precio del petróleo y de la falta de inflación, mientras que la demanda de los consumidores europeos se mantiene estable. Las valoraciones ya eran baratas en la región antes de la corrección y se están empezando a ver mejoras en los beneficios. No obstante, queda por ver si Europa podrá mantenerse al margen en caso de que el crecimiento de EE.UU. se estanque y la bolsa americana siga bajo presión”.