Santiago Satrústegui: “MiFID II va a convertir a los fondos de fondos en una apuesta estratégica más deseable aún”

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MiFID II, que entrará en vigor en enero de 2017, pone el foco de su desarrollo normativo sobre el asesoramiento independiente, un tipo de servicio que en Abante Asesores llevan practicando desde su creación en 2002. No obstante, la firma española es consciente de que la nueva regulación financiera europea, así como las condiciones demográficas de países desarrollados como España, crearán nuevas necesidades de asesoramiento financiero en nichos de mercado hasta ahora prácticamente olvidados por las grandes bancas privadas de la industria.

“Nos enfrentamos a un problema complejo”, recuerda Santiago Satrústegui, presidente ejecutivo de Abante. “La esperanza de vida es mayor y hay ciertos niveles de renta no tan altos que tienen que estudiar sus necesidades financieras futuras y aprender a invertir”, explica, consciente de que, contrariamente al pensamiento generalizado en una capa mayoritaria de la sociedad, “el asesoramiento financiero no sólo es de ricos, al revés”.

Según sus estimaciones, apoyadas en los últimos estudios realizados por los dos partidos políticos emergentes españoles (Podemos y Ciudadanos), podría haber un 10% de la población española con un patrimonio financiero entre los 50.000 euros y los 800.000 euros. Por tanto, para Abante serían potencialmente clientes de un financial life planning aquellos comprendidos, aproximadamente, entre los 200.000 o los 300.000 euros y el millón de euros.

Pero, si bien es necesario que desde el lado de la demanda los clientes se conciencien de la necesidad del asesoramiento y la planificación financiera a largo plazo, no menos importante es la adecuación por parte del lado de la oferta a tal grado de servicio. A juicio de Satrústegui, “ahora hace falta una visión más humanista que matemática de los profesionales para explicarle a los clientes cómo se comportan los mercados financieros”, apoyada en disciplinas como la sociología o la psicología, que ayudan a entender el behavioral finance. No obstante, puntualiza el presidente de Abante, el análisis matemático y econométrico seguirá siendo piedra angular del proceso.

Los fondos de fondos, la mejor vía para implementar los consejos de un asesor

La prohibición de retrocesiones es uno de los puntos calientes de MiFID II para la industria de gestión de activos y de patrimonios. En este sentido, Abante ha apostado desde sus inicios por implementar los consejos de los asesores a través de carteras de fondos de fondos en lugar de las tradicionales carteras de fondos. “Es una vía muy potente y la legislación que viene la va a hacer más deseable aún”, está convencido Satrústegui.

Para Abante, los fondos de fondos son una opción de inversión inmejorable en este contexto porque el gestor del fondo sólo cobra la comisión de gestión y, en caso de existir retrocesiones, son destinadas al propio fondo, y eso da a la entidad la oportunidad de elegir entre un universo de fondos con o sin retrocesiones.

Pero MiFID II también tiene lagunas. Según Satrústegui, una de ellas es la “independencia de las entidades vista desde arriba”, esto es, la independencia accionarial. “Que los ejecutivos sean accionistas y propietarios de la compañía alinea los intereses de la firma con los de los clientes, y MiFID II no mira ese aspecto”, critica el presidente de Abante.