Santander AM: “Brasil ofrece muchas oportunidades”

Kamil Molendys, Unsplash

Eduardo Alves de Castro es el jefe de Inversiones de Santander AM Brasil. Con casi dos décadas de experiencia en gestión de inversiones y de carteras a sus espaldas, se unió al banco precisamente a raíz de la operación de ABN Amro, procedente de la firma holandesa, donde gestionaba la mayoría de los fondos locales de renta fija, desde money markets hasta fondos de renta fija multiestrategia y carteras discrecionales para clientes minoristas, privados e institucionales. Actualmente lidera un equipo de 30 personas, y es responsable de la gestión de más de 60.000 millones de dólares.
 
“La mayor parte de nuestros clientes son institucionales, entre un 45 y un 50% fondos de pensiones y compañías de seguros principalmente, seguido de retail, un 35% aproximadamente. En lo que respecta a cliente de banca privada, representaría en torno al 10%”, explica.
 
A pesar de que el entorno global no es muy alentador y que Brasil está sufriendo en cierta medida los efectos de la crisis, Castro considera que el país ofrece muchas oportunidades.
 
La inflación parece que ha superado el pico del ciclo, lo que permite que las autoridades monetarias adopten una política menos contractiva, e incluso expansiva. En total, Brasil ha recortado en 150 puntos básicos su tipos de interés en sus últimas tres reuniones.
 
“Hay variables locales que hay que seguir en materia de inflación: el crédito sigue creciendo, los salarios reales están aumentando y la tasa de desempleo es baja. Por tanto, la inflación debería tender a disminuir, aunque no creo que lo haga de manera drástica”.
 
Según explica el directivo, aunque el crecimiento puede sufrir cierta desaceleración debido a la crisis mundial, es aún fuerte si lo comparamos con el de los países desarrollados. “Tenemos un fuerte mercado interno y el país necesita invertir en infraestructura, mas allá de las Olimpiadas o el Mundial de Fútbol. Por tanto, las compañías relacionadas con el consumo o infraestructuras, se verán claramente beneficiadas y están sobreponderadas en nuestras carteras”.
 
“Contamos además con el bonus demográfico, gran parte de la población está en edad de trabajar, hay una emergente clase media por lo que además el poder de compra está aumentando”.
 
Evidentemente, Castro entiende que el escenario no está exento de riesgos. “Estamos obviamente expuestos al riesgo de la crisis global, aunque creo que nos está afectando en menor medida. En la crisis del 2008, Brasil fue el último país en resentirse y el primero en volver a crecer. Sufrirá menos gracias a su fuerza interna”.
 
Según el gestor, identifica cuatro riesgos internos. En primer lugar, la inflación. “Aún no está claro que esté totalmente bajo control, es aún muy alta.  Esto podría tener consecuencias en la política monetaria”.
 
En segundo lugar, las actuaciones del gobierno con respecto a su divisa y en materia fiscal. “De momento consideramos que la intervención del gobierno es razonable”. El Ministro de Finanzas ha estado tratando de evitar hace meses una apreciación adicional fuerte sobre el real porque mermaría las exportaciones y desestabilizaría la balanza de pagos brasileña. Por otro lado el exceso de dinero extranjero entrando en el país agrava las presiones inflacionistas, sobre todo en activos financieros y el sector inmobiliario. “Estas intervenciones tienen que venir de una manera comedida. Mejor que no sean muy creativos”.
 
La falta de talento y de profesionales cualificados, representaría el tercer riesgo para Castro. “Esto conlleva a que se pague más por el talento lo que podría traducirse en inflación”.
 
Por último, aunque China sigue siendo un motor importante para la economía brasileña y por tanto, un riesgo, “no estamos preocupados, y no consideramos que suponga un riesgo para nosotros a menos que la ralentización de su economía sorprenda”.