S&P rebaja el rating de España hasta AA por su debilidad económica

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Joel Filipe (Unsplash)

Apenas un día después de recortar la nota de la deuda griega a la categoría de bonos basura y la de Portugal en dos escalones, desde A+ hasta A- (en ambos casos con perspectiva negativa), la agencia de calificación crediticia Standard & Poor's ha rebajado también el rating de la deuda pública española de largo plazo desde AA+ hasta AA, confirmando unas negativas perspectivas debido a los ajustes económicos y los riesgos que afronta la actual situación presupuestaria. Como respuesta, el Ibex ha caído el 2,99% y el euro se encuentra en mínimos del año, en 1,31 dólares.

“En nuestra opinión, España sufrirá un extenso periodo de tenue crecimiento económico, lo que debilita su situación presupuestaria”, afirma S&P. La agencia asegura que las negativas perspectivas reflejan la posibilidad de más rebajas si la posición presupuestaria del país empeora más de lo esperado. Sin embargo, podría revisar sus perspectivas desde “negativas” hasta “estables” si el Gobierno alcanza o excede sus objetivos fiscales durante este año y el próximo y si el crecimiento demuestra ser más boyante de lo esperado. Por su parte, el rating de la deuda a corto plazo se mantiene en A-1+.

Perspectivas económicas negativas a medio plazo

La rebaja en el crédito refleja una revisión negativa de las perspectivas macroeconómicas a medio plazo por parte de S&P. “Creemos que la evolución economía, alejada de un crecimiento apoyado en el crédito, podría derivar en un periodo de menor actividad de lo esperado”, asegura el analista de la entidad Marko Mrsnik. “Ahora preveemos que el crecimiento del PIB real ascenderá a una media del 0,7% anualizado en el periodo de 2010 a 2016, frente a las expectativas anteriores del 1%”. Además, contemplan la posibilidad de que los costes de crédito españoles sigan elevados en los dos próximos años, tanto en el sector público como privado, así como una lenta recuperación de la recesión. “Nuestra conclusión es que las condiciones económicas a medio plazo presionarán las finanzas públicas del país y obligarán a tomar medidas adicionales para apoyar la estrategia de consolidación fiscal y un programa de reformas estructurales”, dice la agencia.

La deuda del sector privado en niveles del 178% del PIB, un mercado laboral muy rígido (con un esperado aumento del paro de hasta el 21% en 2010) que ralentizará la recuperación de la competitividad de la economía, una baja capacidad exportadora (actualmente ocupan el 25% del PIB) junto a una competitividad erosionada por los incrementos de los costes laborales unitarios, unos activos financieros bajo presión y unos estímulos fiscales “relajados” como parte de la estrategia del Gobierno por reducir el déficit hasta el 3% en 2013 son algunos de los factores que hacen a S&P ser negativos a medio plazo.

La agencia considera además que el déficit fiscal estará en línea con las estimaciones gubernamentales en 2010 (del 9,8% del PIB), pero anticipa a medio plazo un debilitamiento de los ingresos y un incremento de las presiones en el gasto debido al débil crecimiento económico. De ahí que la firma estime que el déficit exceda el 5% del PIB en 2013, por encima del objetivo oficial del 3%, y que la deuda bruta crezca por encima del 85% del PIB en la misma fecha, manteniendo una tendencia alcista hasta mitad de la década. El incremento de los costes de financiación, a su vez, reducirá la capacidad del Gobierno de cumplir sus objetivos fiscales.

Fitch reafirma la ‘triple A’

Mientras tanto, la agencia estadounidense Fitch ha decidido mantener el rating español en la mejor nota posible, la AAA, con perspectiva estable. Esta firma confía en los planes de austeridad del ejecutivo y ha dado un voto de confianza a nuestro país al señalar que "el programa de ajuste fiscal del Gobierno es fuerte, con compromisos creíbles de cambio".