Robeco: la economía mundial se enfría, la crisis del euro se aviva

Sin embargo, es en la Eurozona donde los indicadores prospectivos apuntan a una mayor desaceleración del crecimiento, que continúa acaparando el centro de atención. La crisis de deuda de la Eurozona se ha adentrado en una nueva y peligrosa fase. El Gobierno y las autoridades monetarias de España han perdido credibilidad respecto a su manejo del sector bancario del país. “Probablemente, España se vea forzada a recurrir a la red de seguridad de la Eurozona en breve”, afirma Ronald Doeswijk.

Pero ese no es el único aspecto negativo en la región, ni mucho menos. Ya no puede descartarse el llamado “Grexit” —que Grecia salga del euro—. En este frente, casi todo dependerá del resultado de las elecciones nacionales del próximo 17 de junio.
 
Los políticos europeos siguen sin adoptar medidas decisivas

Aunque el reloj está cada vez más cerca de agotar las horas, no debería esperarse que los políticos europeos adopten un enfoque radical. “No anticipamos medidas definitivas que pongan fin a todas las dudas sobre el proyecto europeo”, afirma Doeswijk. “Lo más seguro es que la UE no vaya a transformarse a corto plazo en una plena unión fiscal, bancaria y política”.

Con todo, aunque no es probable que la UE sea capaz de despejar todas las dudas acerca de la viabilidad a largo plazo de la unión monetaria, Doeswijk espera que los Estados miembros adopten algunas medidas que impulsen la confianza. Entre ellas se incluyen avances hacia la creación de una unión bancaria paneuropea, un incremento en las dimensiones de la red de seguridad de la Eurozona, y el proceso de reforma en el lado del suministro de la Europa meridional.
 
El BCE mantiene una política arriesgada

No debería esperarse gran cosa por parte del BCE: “El BCE ha expresado sin ambigüedad su frustración por el manejo que han hecho las autoridades fiscales de la crisis bancaria y de la deuda soberana”, afirma. “Hará falta que presencie una acción decisiva por parte de los políticos europeos, incluyendo la entrada de España en la red de seguridad, antes de que implemente nuevas e importantes medidas para el estímulo”.

No obstante, también hay razones para el optimismo en cuanto a la situación macroeconómica general. Para empezar, China tiene bastante margen para el estímulo. El precio del petróleo desciende marcadamente. Y las autoridades monetarias de las economías avanzadas finalmente emplearán cualquier munición que todavía esté disponible en sus arsenales, ya de por sí bastante agotados.

Todavía vigente el escenario base para “salir del paso”

En suma, Doeswijk cree que la economía mundial proseguirá en su modo para salir del paso. “No partimos de un escenario base de recesión global”, afirma. Pero advierte de que este podría desarrollarse como consecuencia de un acusado deterioro en Europa causado por una respuesta política no lo bastante sólida.
 
Se impone la posición neutral en renta variable

¿Cómo se traduce este panorama macroeconómico —caracterizado por la relativa solidez de Estados Unidos, contratiempos en Reino Unido y Japón, mercados emergentes en desaceleración y una crisis de deuda de la Eurozona que se ha reavivado— en el posicionamiento de asignación de activos?

El equipo de Financial Markets Research mantiene su posición neutral en renta variable. “Creemos que la acusada incertidumbre continuará afectando a los mercados de valores”, afirma Doeswijk. Después de todo, las elecciones griegas podrían dar lugar a la salida de Grecia del euro, aunque eso no pueda darse por seguro en este momento.
 
Resquicio de esperanza en la salida de Grecia del euro

Pero Doeswijk añade que también es posible que la salida de Grecia del euro o la caída de un banco en España podrían ser el catalizador que obligara a los responsables políticos a adoptar medidas de amplio alcance para recuperar la confianza de los mercados en el futuro del euro. Tales respuestas positivas en el ámbito político podrían dar lugar a estallidos de euforia en los mercados, similares a la reacción tras la introducción de las operaciones LTRO del BCE.

“En tal caso, los mercados de valores podrían experimentar un importante repunte en algún momento durante las próximas semanas o los próximos meses, lo que hace que sean preferibles las posiciones cercanas al índice de referencia”, afirma.

Pero no son solo las inquietudes sobre el euro las que están socavando el sentimiento hacia la renta variable. Después de todo, la economía china continúa desacelerándose, los últimos datos estadounidenses han sido más débiles de lo esperado, y los analistas han vuelto a revisar a la baja sus previsiones de beneficios. “Como tales, ni las revisiones de beneficios ni la valoración favorecen una opinión positiva sobre la renta variable, a pesar de su débil rendimiento últimamente”, observa Doeswijk.
 
La renta variable de Estados Unidos y de los mercados emergentes tiene el mejor pronóstico

Aun así, algunas regiones ofrecen buenas perspectivas en renta variable. Norteamérica es una de las regiones favoritas del equipo. “A pesar de las decepciones de mayo, la economía estadounidense está teniendo un rendimiento relativamente bueno. Además, las revisiones de beneficios continúan estando ligeramente por encima de la media”, explica Doeswijk. Y aunque el mercado estadounidense es más caro que otras regiones, actualmente no supone un problema para los inversores.

La segunda región favorita del equipo, los mercados emergentes, también está sufriendo decepciones a nivel macroeconómico. Sin embargo, desde un punto de vista relativo el crecimiento económico es aceptable y la perspectiva a largo plazo es buena. “Un mayor estímulo monetario o fiscal favorecería el rendimiento, como harían también nuevas medidas para resolver la crisis de la Eurozona”, argumenta Doeswijk.

Neutralidad en el sector inmobiliario

La perspectiva para el sector inmobiliario es poco estimulante. Siempre que la economía global continúe creciendo a ritmo moderado, los bajos tipos de interés deberían beneficiar al sector. Pero tras un par de meses de rendimiento relativamente sólido, la valoración para la clase de activo ha superado la media histórica en las dimensiones clave.

En conjunto, Doeswijk espera que el sector inmobiliario rinda en línea con la renta variable. “Una normalización de las rentabilidades de los bonos tendría un efecto negativo sobre el rendimiento del mercado inmobiliario respecto a la renta variable”, advierte.
 
Los bonos del Estado continúan siendo poco atractivos

El equipo mantiene su opinión negativa sobre los bonos del Estado. Los bonos emitidos por países relativamente sólidos, como Estados Unidos o Alemania, ofrecen en la actualidad rentabilidades reales bastante negativas. Pongamos por caso el bono alemán: la rentabilidad es tan solo del 1,2%, mientras que se espera que la inflación se sitúe en torno al 2% en los próximos años.

A pesar del significativo descenso de las rentabilidades, Doeswijk afirma que es difícil determinar si el mercado de bonos está en máximos. “El suministro de activos seguros está reduciéndose debido a las revisiones a la baja, y la aversión al riesgo está aumentando la demanda de activos seguros”, explica. Esta escasez de suministro es un problema estructural. Mientras tanto, la demanda se verá afectada por el resultado de las elecciones griegas y por el modo en que los políticos europeos aborden los problemas de España.
 
Todavía positivos en bonos corporativos de grado de inversión

El equipo mantiene su opinión positiva sobre los créditos de grado de inversión en relación con los bonos del Estado. Un entorno económico para salir del paso es positivo para los créditos de grado de inversión, pues los índices de impago deberían seguir siendo bajos. Además, los diferenciales del grado de inversión han subido recientemente debido a la crisis de la Eurozona. “Como resultado, la valoración es ahora muy atractiva”, afirma.

Desde la perspectiva del riesgo/beneficio, los bonos de alta rentabilidad son menos atractivos que los créditos de grado de inversión. Los diferenciales de la alta rentabilidad no son tan atractivos desde una perspectiva histórica, y la clase de activo es también más sensible a un posible deterioro económico. Aun así, el equipo prefiere la alta rentabilidad a los bonos del Estado.

La deuda emergente tiene preferencia sobre los bonos del Estado
 
El equipo prefiere también la deuda de los mercados emergentes a los bonos del Estado de los países desarrollados. Dicho esto, su entusiasmo al respecto es moderado, dado que prefieren los créditos de grado de inversión. “Aunque creemos que ciertas rentabilidades locales de la deuda emergente (del 6,4%) son atractivas, preferimos los créditos de grado de inversión, pues ofrecen una mejor compensación del riesgo”, afirma Doeswijk.
 
Se mantiene la postura neutral sobre las materias primas

El equipo mantiene una postura neutral con respecto a las materias primas. Diversos factores impiden que pueda vislumbrarse una perspectiva más positiva. “Salir del paso” es la mejor situación que puede esperarse para la economía global. Además, las reservas de petróleo, de aluminio y de cobre han ido en aumento. Irak y Libia están compensando la pérdida de la producción de petróleo en Irán. Finalmente, la crisis de deuda de la Eurozona y las inquietudes sobre la economía china han tenido también un impacto negativo.