Richard Woolnough, gestor de M&G: Feliz cumpleaños a la crisis crediticia

Richard Woolnough, gestor del M&G Optimal Income Fund de M&G investments, recuerda en un artículo el tercer aniversario de la crisis crediticia y se pregunta si no supone además un cambio estructural en los patrones de crecimiento tradicionales, planteándose un posible fin de la tendencia alcista permanente del último medio siglo. En ese caso, la crisis no supondría tan sólo un ciclo económico bajista, sino el inicio de una etapa con diferentes pautas de crecimiento en el mundo desarrollado.

Este es el artículo de Woolnough:

Desde el estallido de la crisis crediticia en agosto de 2007, justo hace tres años, los tipos de interés a corto plazo en EEUU, Europa y Reino Unido se han colapsado hasta niveles cercanos a cero. Las rentabilidades de los bonos gubernamentales a 10 años en las distintas economías han caído hasta alrededor del 2%. Mientras la caída en los tipos de interés y las rentabilidades ha supuesto un regalo para los inversores de bonos públicos, la economía global ha estado sufriendo una de sus peores recesiones desde la II Guerra Mundial. Pero, más allá de la historia, ¿qué será del futuro?

Las valoraciones de los mercados financieros se rigen por dos temas básicos: la tendencia del largo plazo y la acción de reversión de precios en un plazo más corto. Una verdad general de las economías. Mirando al medio siglo pasado, hemos visto un periodo de fuerte tendencia económica de crecimiento dentro de la cual ha habido ciclos alcistas y bajistas. El trabajo de las gestoras modernas consiste, desde el punto de vista de la selección de valores, en identificar si las acciones individuales y sectores se encuentran en una tendencia de largo plazo o en un modelo de reversión, mientras desde el punto de vista macro han de centrarse en determinar en qué momento del ciclo económico estamos dentro de su tendencia alcista permanente.

El reto que afrontan los inversores actualmente es el de añadir otra dimensión a su pensamiento tradicional. ¿Qué pasa si el crecimiento económico ha dejado de encontrarse en una tendencia permanentemente alcista? ¿Y si el patrón de crecimiento en las economías del mundo desarrollado ha terminado?

La crisis de crédito tiene ya tres años y ahí podría estar el cambio en el crecimiento económico. El Comité Federal Open Market de EEUU (FOMC) sabe que aún no ha acabado y ha decidido reinvertir los activos que compró a través de inyecciones de liquidez. Una señal de que aún no es momento de empezar a hacer más restrictiva la política monetaria. El FOMC ha utilizado todos sus cartuchos en lo que se refiere a tipos de interés, reduciéndolos hasta casi el cero por ciento, apoyado el gigante estímulo fiscal tomado por el gobierno (tanto republicano como demócrata) y usando medidas poco convencionales de inyecciones de liquidez. Estas políticas han sido replicadas con mayor o menor grado en el G7 y demás países. Y pese a todas ellas, la recuperación económica global sigue en duda. Es justo decir que los bancos centrales que están aplicando una política monetaria ultra expansiva continuarán haciéndolo durante un tiempo.

La cuestión más interesante ahora es si estamos en un cambio estructural de perspectivas de crecimiento económico de largo plazo. Quizá ya no nos encontramos en un ciclo bajista. Han pasado tres años desde el comienzo de la crisis crediticia y los argumentos de que no se trata de un ciclo económico normal están ganando fuerza. Si es el caso, será una tendencia de largo plazo de crecimiento que los gobiernos, bancos centrales y gestores del mundo occidental no han visto nunca antes. Un reto en sí mismo.

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